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Análisis FIFA 15 PS4

FIFA 15, el nuevo título de la saga referencia en cuanto a fútbol virtual se refiere desde la llegada de PS3 y Xbox360. EA Sports supo redescubrirse y redimirse de pretéritos capítulos de la saga, donde lo mejor que tenían eran las licencias oficiales. Ahora manejan el cotarro, solos por obra y gracia (maldita la gracia) de Konami

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Y es que lo mejor para los usuarios es SIEMPRE la competencia entre títulos de un mismo género. Si no es Battlefield, es Call of Duty. Si no es Forza Horizon 2, es Driveclub. Si no es NBA2K, es NBA Liv… bueno, este caso mejor lo dejamos para no hacer sangre. Algo parecido a este último ejemplo es lo que ha sucedido con los dos grandes contendientes del balompié electrónico, donde PES marcaba el ritmo y el estilo, y FIFA intentaba asemejarse. Durante TODA la generación pasada, Konami ha ido cavando su propia tumba con juegos mal acabados, indecentes a nivel tecnológico, y llenos de errores sin pulir. FIFA supo construirse en base a un modelo propio, con su sello, y dejó muy atrás a la empresa nipona en su particular carrera. Como decía una canción, «Cuando tú vas, yo vengo…» eso es lo que ha hecho FIFA con PES: patearlo hasta en su DNI, aparte de por su intrínseca mejora, por la caída a los infiernos de la saga por excelencia que mejor ha sabido representar el deporte rey.

FIFA 15 es el primer juego realmente next-gen de la saga, por mucho que el año pasado sacaran la edición 14 también en PS4 y Xbox One. El desarrollo y el motor gráfico Ignite se han aprovechado realmente por primera vez en la versión de este año, con mejoras a nivel de animaciones y físicas que después detallaremos, pero sobre todo con un objetivo: potenciar exponencialmente la ambientación, el fervor y la pasión que desprende el fútbol en los estadios. No hay más que ver los mismos, y no me refiero a su escala y modelados, si no al público, las aficiones, las animaciones de las mismas y el colorido que le dan a los partidos. Sin ir más lejos, el primer partido que juegas en FIFA 15 (partido rápido del Liverpool contra el Manchester City) nos pone en la piel de los «reds» en su campo, con todo el estadio coreando «You never walk alone«, y con la afición totalmente entregada, ya no a nivel sonoro (que es excepcional, y si eres fan del fútbol lo notarás aún más) si no con el público moviéndose lentamente y levantando las bufandas mientras se oye la canción. Como decía, EA Sports ha decidido potenciar sobre todo este año la ambientación de los partidos, todo el universo que rodea al campo cuando se echa a andar el balón. ¿El resto de apartados? Bien, pero menos. Ahora mismo lo explico…

Empezaré por los campos visuales y técnicos. FIFA 15 presenta unos estadios, como decía antes, magníficos en cualquiera de sus apartados. Tanto en texturizado como en modelados, escala o efectos de luz diurna o nocturna. Además, gran cantidad de público siempre en movimiento y bastante bien animado. Los efectos de lluvia o nieve no desentonan nada, y cumplen perfectamente con su misión de mostrar efectos climáticos diferentes, aunque su presencia no cambia en demasía el transcurso de los partidos (el agua visible que se levanta en los partidos lluviosos no hace que el balón se quede parado en alguna charca accidentalmente en ningún momento, ni los jugadores pierden más la vertical en los partidos con nieve, aunque el balón sí corre algo más en cualquier de los dos estados climatológicos). Los jugadores, en cambio, mantienen unos modelados bastante «raros»: tienen unas proporciones que, según en qué posturas, parecen deformes (sobre todo las extremidades) y mantienen TODOS una estructura en el tren superior irreal, con unos hombros hipermusculados. Incluso jugadores con físico más o menos débil (a nivel de complexión, se entiende) como pueden ser Messi, Silva, Modric o Mata por citar algunos poseen unos hombros al más puro estilo Cristiano Ronaldo o Ibrahimovic por citar dos «tanques», algo que queda totalmente irreal. Hay detalles magníficos, como un césped que se va desgastando con el paso del partido, quedando marcadas en la hierba entradas a ras de suelo, por ejemplo (aunque no afecten al movimiento del balón) y ver cómo al tirar levantamos unas briznas de hierba. Sin embargo, la textura del césped desde la cámara de juego es excelente, pero al ver repeticiones a nivel del suelo podremos apreciar que es una textura plana sin más, aunque en otras ocasiones nos hagan ver un campo con volumen del césped, aunque esto sólo pasa en las repeticiones y cinemáticas.

En cuanto a los acabados faciales, un muy buen trabajo por parte de EA Sports en este sentido, reconoceremos a la gran mayoría de cracks en las tomas medias y cercanas, aunque como siempre encontraremos a los «peones» del fútbol que no se asemejan en NADA a sus homónimos reales. Es el precio que deben de pagar los currantes del fútbol contra los grandes monstruos… que nadie se acuerda de ellos a la hora de plasmarlos en pantalla. Hay cosas de todas formas muy llamativas, como jugadores a los que les cambian el color de pelo, la pierna dominante o unas valoraciones que para nada se parecen a lo que ponen en el césped domingo tras domingo. Sabemos de la ardua tarea que significa tener que hacer eso con TODOS los jugadores del juego, máxime cuando tenemos licencias de ligas de 1ª y 2ª división de multitud de países (este año vuelve la Liga Turca), pero qué menos que respetar como mínimo si son diestros, zurdos, o el peinado aunque luego la cara no sea exacta ni mucho menos…

El juego se mueve de forma fluida a 1080p y a 60 cuadros por segundo, respetando en todo momento estas condiciones sin ningún tipo de desorden. Las animaciones se encadenan de forma muy suave, aunque hay algunas que dan la sensación de ser de «dibujos animados» por su rapidez y las posturas que adoptan los jugadores en ciertos momentos. No es algo que ocurra continuamente, pero cuando pasa llama la atención. Destacar el buen acabado de ciertas acciones, como chuts, cabezazos, pases o tiros de calidad, con posturas realistas muy bien implementadas. Los porteros, a nivel de animaciones nos dan una cal de una de arena: con varias animaciones espléndidas en las salidas a cerrar huecos, y palomitas a una mano o mano cambiada que son bellísimas, pero por otro lado en los cabezazos y en los tiros a corta distancia poseen unas reacciones muy extrañas y poco creíbles. Este año, que se le había dado bombo y platillo con sus nuevas características para hacerlos más reales en su comportamiento, podemos ver cómo esto es en parte real, por ejemplo en las salidas a los pies del delantero que a veces reculan por no calcular bien en el primer momento y darse cuenta de que no llegan al balón antes que el delantero por lo que adoptan una posición más de contención o con estiradas que realizan «por intuición», pero también como dije veremos acciones raras que desmerecen en parte el resto del trabajo realizado, sin ir más lejos en los videos de los partidos grabados para este análisis veremos varias acciones (con gol incluído en contra) que los delatan.

Las físicas del balón se siguen mejorando año tras año, y esta vez es más real que nunca casi en cualquier situación con rebotes y efectos parabólicos muy conseguidos, excepto en momentos puntuales: los centros y los tiros más lejanos dan la sensación de poseer el efecto «balón de playa», con parábolas y velocidades extrañas. Los pases responden de forma efectiva en general, pero tienen un efecto que a mi entender resulta un poco cargante: los pases rasos da igual la potencia que le dés, si está en manual, automático o semi, pero tienden a quedarse cortos, haciendo que tengamos que «arrastrar» al jugador hacia el balón y ralentizando la acción de forma irreal. ¿Qué conlleva esto? que se intente evitar esta ralentización pasando MENOS el balón y realizando más carreras (si configuramos el juego en velocidad Lenta este defecto se minimiza un poco, y hará falta toquetear los sliders para que resulte más simulador que arcade). Si a esto le unimos que el ritmo de los partidos es más rápido que en FIFA 14, la consecuencia directa es que el juego se vuelve más frenético, la sensación es más arcade, y se pierde algo de la parte estratégica y de simulación de cada partido, algo que ya se notó en FIFA 14 y que se vuelve a repetir en este FIFA. Es una mala señal y una tendencia que puede derivar en una vuelta a los orígenes de la saga… de la época PSX-PS2. Me gustaba más la simulación alcanzada en versiones 11 y 12 (incluso en FIFA 13, pero tenía otros fallos que se han corregido a posteriori) y temo que pueda acabar por perderse gran parte del terreno ganado por EA Sports estos años en PS3-X360.

A nivel de menús y estructuras, FIFA 15 se muestra tan visual y seguro de sí mismo como siempre. Buena gestión del espacio en pantalla, submenús bien presentados y la sensación de ser muy intuitivo en cada momento, con lo que nadie se quedará atascado ni a la hora de realizar una estrategia o de dar órdenes defensivas personalizadas, ni para montar jugadas estudiadas, ni para los partidos y torneos online. En cuanto al sonido, Manolo Lama y Paco González siguen siendo parte y alma del juego en España. Los comentarios se suceden en los partidos más o menos como siempre, pero en esta ocasión pasan bastantes minutos a veces sin que aparezca ni un solo comentario, y en ocasiones hacen alguno que en nada tiene que ver con lo que sucede en pantalla o por cómo va el partido. La variedad se resiente desde hace años, ya que muchos de los comentarios son reciclados de años anteriores y se notan muchísimo. Se necesita un lavado de cara TOTAL en cuanto al audio en castellano, la verdad (realmente yo juego sin comentarios porque me cansan debido a lo comentado, aunque para los videos grabados los he dejado para que podáis apreciar su calidad). A nivel musical, muchos temas de diversa índole pero con predominio del pop y la música disco actual que no desentonan, está claro, pero para redondear el apartado se podría añadir algún tema más clásico y más género rock para contentar a todos. De todas maneras, si el apartado de los comentarios no pasa de «bien» el apartado musical se puede tildar de «notable alto» sin ninguna duda.

El motor de colisiones, que tanto había dado que hablar el año pasado con su mejora, sigue mostrando luces y sombras. Es verdad que las luchas cuerpo a cuerpo en las disputas del balón son bastante creíbles en juego, pero a la hora de proteger un balón en estático, o al hacer una entrada, los jugadores caen o pierden el equilibrio de forma muy extraña en múltiples ocasiones. Todavía tiene mucho trabajo por delante EA Sports en este sentido para lograr un realismo total en cualquier fase del partido. Por otro lado, el árbitro funciona bastante bien en cualquier momento, dejando aparte situaciones concretas en las que pensamos que puede ser o no falta una acción específica (esto forma parte de la salsa del fútbol). No hay injusticias claras en este sentido, y aplican bastante bien la ley de la ventaja (en general) y suelen hacer buena gestión para mostrar las tarjetas a jugadores que hacen faltas flagrantes aunque no se pare el partido. A la jugada siguiente, enseñarán la tarjeta sin «olvidarse» de ello en ningún momento, incluso en jugadas que nosotros tampoco apreciamos si está el balón en movimiento. En alguna ocasión sí le hace una faena al árbitro el motor de colisiones, ya que puede pitar algún penalti o falta por las extrañas reacciones de algunos jugadores a ciertos contactos como comentábamos antes, pero serán pocas veces. Hay que trabajar más este aspecto.

Los modos de juego de FIFA 15 no han sufrido variaciones espectaculares, aunque han vuelto modos que en FIFA14 no estaban y que se echaban en falta. Lo que viene siendo el modo estrella en los últimos años, el FIFA ULTIMATE TEAM ha recibido jugosas variaciones e innovaciones, como la posibilidad de probar a algún crack durante un nº de partidos determinado a préstamo al cumplir ciertos requisitos, para ver si sería buena compra al compenetrarse con el resto de jugadores de nuestro equipo FUT. Hay más valoraciones a tener en cuenta para nuestro equipo, más factores que mejoran o minimizan el potencial del equipo, y que debemos tener en cuenta con la opción «Concepto de Equipo«. También se han modificado determinados valores de varios jugadores para hacerlos más reales en sus características (esto es muy opinable y es imposible que todos los usuarios estén contentos con los cambios). Se han añadido en la versión de este año -de nuevo- la opción de jugar torneos configurables con amigos, y podemos volver a jugar cooperativo en una misma consola contra otros usuarios on-line, algo que en mi opinión era básico para aprovechar todas las opciones de juego posibles. Se añade este año el modo Club Pro, para que con nuestro jugador creado en «Be a Pro» podamos formar equipo con otros 10 usuarios online en un mismo equipo, cotejando estadísticas de nuestro juego para equilibrar equipos de usuarios con un nivel muy parejo. En cuanto al online no encontramos mejoras significativas ni nuevos modos de juego que añadir a lo visto el año pasado. Sí hay más Juegos de habilidad y en el Campo de Entrenamiento con más desafíos por cumplir que además nos sirven para ir «cogiendo» la mecánica de movimientos y los controles. En el offline, el modo Carrera no he detectado novedades reseñables, aunque ya era de por sí un profundo modo tanto para hacerlo como jugador como siendo Manager. El problema en este sentido es lo que expongo a continuación sobre la dificultad irreal e injusta de los equipos controlados por la CPU…

Hay que dejar claro que FIFA 15 es recomendable para jugar tanto online como multijugador offline, pero resulta realmente TRISTE que funcione de forma tan injusta e irreal jugando contra la CPU. Es verdad que hoy día estamos totalmente conectados con todos, y siempre hay opciones para jugar contra humanos. Pero también es cierto que hay ocasiones en las que apetece jugar solo contra la máquina, aunque sólo sea para practicar pensando en los partidos contra otros jugadores. FIFA 15 NO FUNCIONA en este sentido: es irreal, es injusto y está mal implementado. ¿Por qué? Bien, es algo que ya se viene repitiendo desde hace años, pero cada vez es más doloroso ver que no arreglan NADA en este sentido. El equipo controlado por la CPU SIEMPRE tiene una respuesta mucho más rápida que la que tienen los controlados por el usuario. SIEMPRE. Giran más rápido, reaccionan antes a los rebotes y rechaces, aguantan más las cargas con el cuerpo, corren más… lo que para un jugador controlado por un usuario resulta un cambio de dirección, donde el balanceo y compensación corporal lleva unas milésimas, en los jugadores de la CPU es inexistente. De ahí la sensación común de que el equipo de la CPU está «chetado» continuamente. Además, defensivamente hablando, los jugadores de nuestro equipo que no controlamos son de ENCEFALOGRAMA PLANO. Si hay un rechace, un robo de balón, un despeje, no hay UN solo jugador (que no sea el que estás controlando en ese momento) que vaya a por el balón: se quedan mirando para él por muy cerca que esté, «atontados» totalmente, sin mover un solo polígono. Eso ocurre CONSTANTEMENTE en cualquier equipo, en cualquier situación. Al final CANSA y te dedicas a jugar contra otros humanos, porque si sigues jugando solo contra la máquina sabes que acabarás por tirar el mando, y él no tiene la culpa… en este sentido, un CERO para EA Sports por el acabado tan deplorable que presenta a la hora de jugar contra la CPU, y puede que para la mayoría no sea importante, pero para un servidor que ha crecido jugando la mayor parte de las horas de juego en solitario, es un defecto GIGANTE.

La pregunta del millón: ¿Compensa hacerse con FIFA 15 si ya tienes el 14? En mi opinión NO. Las novedades a nivel jugable son mínimas, los aspectos que había que mejorar tampoco se han arreglado en demasía y además vemos que la IA amiga sigue siendo igual de inepta a la hora de defender o recuperar un balón, y los equipos controlados por la CPU siguen igual de injustos e irreales que siempre. En cuanto a las estrategias y tácticas de los equipos, seguimos sin ver -quizás en algún caso concreto nada más- diferencias palpables en sus características, volviendo de nuevo la sensación de que el 95% de los equipos juegan a lo mismo. Espero que se me entienda: FIFA 15 es divertido, es rápido y se pueden jugar partidos muy entretenidos jugando contra otros humanos. Si intentamos hacerlo contra la CPU el resultado vuelve a mostrarse muy injusto con el usuario. Si eres fan del fútbol y un enamorado de la saga te compensará hacerte con él aunque tengas FIFA 14. Si juegas esporádicamente o esperabas novedades que destacasen, no recomiendo hacerse con él. Jugando online hay que mentalizarse que tendremos un juego bastante más arcade, ya que los sliders sólo afectan al juego offline. Mi sensación es que EA Sports necesita ya empezar a pensar en cambios desde la base, mejorar modelados de jugadores, sistema de control (el sistema de regates sigue siendo algo aleatorio y defender es un suplicio si no utilizas la defensa clásica por la vulnerabilidad que desprenden en sus movimientos y acciones) y pulir más el sistema de colisiones y ciertos aspectos de la física del balón. Al juego se le empiezan a ver las costuras, y aún así sigue siendo un buen juego de fútbol con el que disfrutar en compañía… pero no por encima de todo. El mes que viene veremos si tiene por fin rival (PES 2015 saldrá a mediados de mes) o sigue siendo el faro que alumbra a los amantes del balompié. Por nuestro bien, espero que no sea esto último…[80]

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