Análisis Slabwell, ¡esa alpaca es mía!

Basta ya de tesoros anticuados de oro, plata y diamantes. Lo que mola es el jade, que se lo digan a todas esas películas de Jackie Chan donde que si un mono por aquí, mono por allá… Quita, quita: alpacas. Si, alpacas. Porque molan más. ¡Esto es Slabwell, vamos allá!

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El tesoro de Kaktun

Este título es la propuesta de dos estudiantes de videojuegos, Joe Sanseverino y Pol Jandula, bajo el amparo de Undercoders. Estos, al finalizar las prácticas, mostraron un prototipo del mismo que derivó en lo que hoy tenemos entre manos. Y yo creo que a este estudio barcelonés le deben gustar estos animales…y si no, buscad SuperEpic. Lo dejo ahí. SlabWell: The Quest for Kaktun’s Alpaca nos pone en la piel de los ladrones de guante blanco definitivo en la búsqueda del ansiado tesoro: Sam y Jacky. Para el modo de un jugador del que vamos a hablar ahora solo utilizamos a Sam mientras nos Jacky nos hará de guía través del laberinto.

Y si bien la trama avanza a lo largo de los más de 50 puzles, quedan totalmente en segundo plano ante la mecánica principal del juego. Y es que no hay frase o descripción que pueda utilizar para describir a que estamos jugando que esta: Q’bert.

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Mecánicas de recreativa, desafío para hoy

Correcto, sé que lo tendréis en la cabeza, aunque no hayáis jugado en vuestra vida. Es uno de los personajillos más reconocibles del pleistoceno videojuegil y por si acaso lo tenéis arriba para refrescaros la memoria. Y la mecánica de salto con un número determinado de veces que podemos pasar por un baldosín no es nada diferenciador, pero bien es cierto una cosa: Slabwell la exprime hasta la última gota.

Los distintos bloques por los que podemos pasar, como los de salto doble, los unidireccionales y demás, así como la aparición de enemigos, permiten que incluso con una mecánica tan simple y usada pueda sentirse novedosa, sobre todo en un mercado copado por AAA y similares. Casi parece un soplo de aire fresco el poder jugar a algo tan adictivo. 3, 2, 1, a jugar.

Gráfica y sonoramente es bastante simple. Cumple su objetivo de sobra, pero no es un apartado en el que sobresalga por peso propio. Al igual que la trama, estos elementos no son más que un mecanismo potenciador de la pura jugabilidad. Y aún queda lo mejor…

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En pareja (casi) todo es mejor

El modo a dos jugadores es lo más destacable del título, sin lugar a duda, porque es el autentico reto. Coordinarte con un amigo para completar los puzles que presentan es divertido no, lo siguiente, porque el pique esta asegurado en el momento en el que uno la fastidie y es muy fácil equivocarse en este modo.

Menos mal, que como en el single player, podemos volver hacia atrás de manera sencilla el número de pasos que necesitéis. Y no debes sorprenderte si te encuentras tan atascado que directamente prefieras reiniciar el nivel, pues servidor en los últimos estuvo varias horas para acabar el juego… y eso es algo que me encanta.

Así que ya sabes. Coge un colega, o si eres un valiente, ve solo al modo un jugador o, como hice yo en algunos momentos de esta review, un mando en cada mano y tira para adelante, sigue la senda y consigue esa alpaca. Semejantes riquezas es un desperdicio dejarlas enterradas. [64]

    • Fíjate tu que eso es parte de lo que más me llamó la atención. No es un juego de 10, no es un juego ambicioso, es un buen proyecto de unos recién llegados a la industria, buenrollero y agradable al probarlo. Esta baratito, si quieres darle una oportunidad, yo lo recomiendo

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