Este es el año zombi, y es que tras el brillante remake de Resident Evil 2 lanzado en enero, llegamos al mes de abril, fecha en las que se lanza el prometedor Days Gone y World War Z, el título que será analizado en este texto.
Saber Interactive ha sido la encargada de adaptar al videojuego la obra literaria de Max Brooks, que como bien sabréis, tuvo una adaptación cinematográfica en 2013 protagonizada por Brad Pitt.
Ante nosotros nos encontramos con un shooter en tercera persona, cuya experiencia puede ser jugada en solitario, de forma cooperativa o de manera competitiva a través de su multijugador. Para los fans más acérrimos de Left 4 Dead, diré que tiene varias similitudes con el título de Valve, pero las veremos con detalle más adelante. La plataforma analizada es PC, a través de la Epic Game Store, pero también está disponible para Xbox One y PS4.
Nota: Este análisis ha sido posible gracias a Koch Media, que nos ha proporcionado un código de descarga digital para Epic Game Store.
Una gratificante sorpresa
No os voy a engañar, no las tenía todas conmigo al ver los gameplays mostrados por la compañía para promocionar World War Z, se veía sin alma, muy básico y para nada atraía a su compra. A menudo me preguntaba si lo único que podía mostrar era que su juego tenía muchos zombis en pantalla, pero la verdad es que me he llevado una grata sorpresa al jugarlo, y es que es cuanto menos divertido.
No me esperaba que jugablemente estuviese tan pulido, y ya no solo es el tema del gunplay, sino el movimiento, la precisión de control y lo bien definidos que están los escenarios. Para que os hagáis una idea, es una mezcla entre el control de Ghost Recon Wildlands y la jugabilidad de Left 4 Dead. Disparar cada bala contra los zombis resulta muy satisfactorio, ver como van cayendo al hacer supresión contra ellos mientras usas rifles, escopetas, pistolas, explosivos o simplemente armas melé.
La única forma de sobrevivir
Ya hemos dejado claro la importancia de Left 4 Dead, pero no como influía de forma narrativa, y es que World War Z también divide su campaña en misiones independientes, que tendremos desbloqueadas desde el inicio. En total tendremos 11 misiones, con una duración de 30 minutos cada una, y que se dividen en cuatro localizaciones en las que los muertos vivientes han arrasado con cada ayuntamiento, centro comercial o casino que han encontrado: Nueva York, Jerusalén, Moscú y Tokio.
Cada misión cuenta con su propia historia, que tampoco es muy complicada, ya que te explican al principio, haces la misión y te explican la conclusión al final. No es progresiva a medida que vas avanzando en el nivel, y esto consigue que no empatices con los personajes y por ende no recuerdes ni su nombre. En resumen, World War Z centra todo su potencial en la jugabilidad.
Todas y cada una de las misiones pueden ser jugadas en solitario o en cooperativo de hasta cuatro jugadores, ya sea con desconocidos o con amigos. Si decides ser un lobo solitario debes tener en cuenta que la IA no es la mejor que verás, y las pasarás putas en más de una ocasión, ya que no usará los recursos que ofrece el entorno, no se curará y se expondrán con relativa facilidad a las hordas zombis. Sin embargo, si juegas de forma cooperativa, te recomiendo tener a tres amigos más, porque te va a costar encontrar partida. Resulta irónico, un juego creado para jugar en cooperativo y que su matchmaking no funcione correctamente o que simplemente no hay jugadores. Pero bueno, es el peligro que corren este tipo de juegos.
World War Z es muy corto, unas 5 horas en total, pero la gran parte rejugable reside en sus cinco niveles de dificultad, dándonos una mayor recompensa a medida que la aumentamos. Eso sí, si te atreves con los mayores niveles recluta a buenos aliados, porque con la IA o con desconocidos se vuelve totalmente imposible, necesitas mucha coordinación y un buen posicionamiento en todo momento para superar las fases.
Por último, tenemos un modo competitivo de hasta 8 jugadores. Dispondremos de cinco modos de juego: Dominación de Horda, Combate de Horda, Incursión de Saqueo, Caza de Vacunas y Rey de la Colina. No tiene mucho misterio, son los típicos modos de juego que podemos encontrar en Call of Duty pero con zombis por el mapa. La verdad, no es el punto fuerte del juego, ya que resulta aburrido y la gente le pierde el interés al ser algo aburrido, por no hablar que las partidas duran demasiado tiempo.
Operación: recadero
La mayor decepción es sin duda su modelo de misiones, siguiendo cada una de ellas el mismo modelo: avanzar, horda, recoger un objeto, horda, avanzar… Realmente resulta muy repetitivo y hará que el jugador se aburra rápidamente. Es que, además, una de las mecánicas implementadas es el sigilo, pero de que sirve si el algoritmo no cambia. No se puede tolerar ver este tipo de modelo en 2019, vamos, que desarrolladores indies se curran muchísimo más sus juegos sin apenas presupuesto.
Ctrl + C, Ctrl + V
La originalidad abunda -nótese el sarcasmo-, y es que en World War Z ha visto con buenos ojos hacer un copia y pega en los zombis especiales y no tan especiales. Comenzando por lo segundo, nos encontramos a los típicos: los rápidos, lentos y agresivos, aunque todos con la misma semejanza: la fragilidad.
Por otro lado, nos encontramos a los especiales, donde podemos observar a los típicos tanques, zombis alarmas, los explosivos o los aturdidores. Aquí es donde Saber Interactive debería haber pegado un mazazo sobre la mesa y haber definido a unos muertos vivientes realmente memorables. Han preferido ir a lo seguro antes que arriesgar.
Clases y armas, lo que te define
Al iniciar cada misión podemos elegir a nuestro personaje y la clase. A priori, cada clase tiene unas habilidades únicas que nos ayudarán en determinadas situaciones, pero también definirán nuestra arma inicial, aunque podremos cambiarla por cualquier arma que veamos repartida por el mapa.
Contaremos con un total de seis clases, que podremos ir subiéndolas de nivel a medida que vayamos jugando con ellas. Al subir de nivel podremos desbloquear nuevas habilidades, como también equipar mejoras. Lo mismo sucede con las armas, a medida que vayamos jugando con una clase de arma, iremos subiendo su nivel, la cual irá mejorando con nuevos complementos y subiendo los atributos.
Rendimiento y calidad por igual
El apartado gráfico se hace notar con el gran uso que hace World War Z de la iluminación y el diseño de niveles. Por no hablar de los cientos de zombis que se pueden mostrar en pantalla al mismo tiempo, aunque estos no están del todo definidos, pero en el fondo es comprensible, ya si fuese lo contrario, ni un PC de la NASA podría correrlo.
Lo mejor de todo es que tendremos disponible dos API: DirectX 11 y Vulkan, cada una con sus virtudes y sus defectos. Empezando por DirectX 11, esta da más estabilidad, pero peor rendimiento, ya sea con gráficas AMD o Nvidia; mientras que con Vulkan ofrece más rendimiento, pero peor estabilidad, al menos con tarjetas gráficas Nvidia. Aunque en la prueba de rendimiento gane DirectX sobre Vulkan, en la práctica ganamos 15-20FPS más con Vulkan, aunque las bajadas de FPS son más notables.
Por su parte, el apartado sonoro deja algo más que desear, con unos efectos muy básicos y sin identidad, y con constantes bugs sonoros, como no escuchas de vez en cuando los disparos o zombis. Indicar que el título llega completamente traducido al castellano.
Conclusión
World War Z es atractivo para aquel que busque una experiencia cooperativa y aún esté esperando un hipotético Left 4 Dead 3. Tiene una jugabilidad muy gratificante, pero el diseño de misiones y la falta de narrativa caen con más peso, y hace replantearse realmente su compra. A eso hay que añadir que el matchmaking no funciona del todo bien, los modos competitivos dejan mucho que desear y la IA deja mucho que desear. En definitiva, World War Z es un buen juego para echar unas partidas rápidas, pero personalmente esperaría una rebaja. [70]