Yooka Laylee recupera la época gloriosa de los pataformas 3D

El momento lo es todo, corrientes de pensamiento, incluso objetos tecnológicos, le deben su fracaso o popularización. Yooka Laylee llega en un momento propicio con unas ideas antiguas y con unas pretensiones muy claras.

Al hablar sobre cualquier obra es inevitable tener en mente sus referencias e influencias y ponerlo todo en una balanza, pero eso no siempre es justo porque los desarrollos, los equipos y las pretensiones son ampliamente diversas.

El caso Yooka Laylee es una de esas situaciones excepcionales en las que las comparaciones deben ser tomadas como parte primordial en el análisis o la recomendación del mismo. Esta obra en concreto fue concebida desde el primer momento como lo que podríamos llamar una reedición, remaster o remake de clásicos plataformeros como Banjo Kazooie, Super Mario 64 o Crash Bandicoot, entonces, ¿por qué no compararlo con esta obras si abiertamente han declarado que esas son sus intenciones? Pues la verdad es porque no me apetece.

Vamos a intentar poner unas simples reglas; nada de usar las ya rancias palabras “sucesor espiritual”, no vamos a mentar juegos como Super Mario 64 u otros clásicos del género y no vamos a entrar en el juego de juzgar Yooka Laylee en base a las nostálgicas tardes que pasé comiendo sándwich de nocilla y jugando a la N64. Esto va a ser complicado.

Historia

Os presento a Yooka, un camaleón sin pantalones y a Laylee, la murciélago decoradora. Esta extraña pareja acaba de mudarse a Arroyo del Naufragio, un paradisiaco trozo de roca flotante al que llamar hogar. Ambos pasan los días tomando el sol y decorando su nuevo hogar, un antiguo barco pirata abandonado lleno de bichos y tesoros.

Pero no todo podían ser mariposas rosas y deliciosos insectos en esta utopía liberal cuando tienes como vecino al mismísimo hijo secreto de Donald Trump y Benito Mussolini o como aquí lo llaman Capital B. Una abeja que planea obtener y especular con toda la información del mundo y que vive en una sospechosa torre dorada llamada Hivory Tower presidida por una gran estatua dorada de sí mismo.

Resulta que Capital B está robando impunemente todos los libros del mundo hasta encontrar uno muy especial con el que elevar el valor de su empresa. Como os decía este villano parece salido de una mezcla presidente de los Estados Unidos, cualquiera de las decenas de políticos españoles imputados y Saddam Hussein. El plan de Capital B hubiera seguido su curso de no ser porque los nuevos dueños de ese libro son Yooka y Laylee que no van a permitir que la malvada abeja se quede con su valioso libro.

De esta forma, empieza una aventura en la que tendremos que recorrer distintos mundos buscando Pagies, que no son otra cosa que de las páginas doradas que componen nuestro libro. Una premisa simple y funcional que no busca dar ningún valor a la obra más allá de colocar en su sitio a los buenos y a los malos.

Jugabilidad

¿Cuáles son las habilidades de un camaleón para luchar contra el capitalismo? Así a primera vista parece que saben moverse lento, atrapar cosas con la lengua y adaptar su pigmentación al cromatismo que les rodea como forma de defensa contra depredadores. Con estas habilidades como mucho podría intentar sabotear el sistema desde dentro como funcionario pero poco más.

Lo que yo no sabía nada de qué fueran ágiles saltadores y rodadores, creía que esas excepcionales habilidades estaban reservadas únicamente a los erizos.

En cuanto a Laylee, parece ser que los murciélagos pueden usar las ondas de sonido que emiten para aturdir enemigos y recorrer grandes distancias volando cargando a sus compañeros, la naturaleza siempre resulta sorprendente.

A lo largo de la aventura y durante nuestro paso por los distintos mundos deberemos adquirir nuevas habilidades para ambos protagonistas, que van desde volverse invisible hasta producir una gran explosión sónica. Movimientos que nos venderá una serpiente con pantalones llamada Trowzer. Siempre a cambio de unas plumas que encontramos por los escenarios y funcionan como moneda, porque la panoja es lo primero para este chavea.

Esto enriquece y da variedad al combate, pero sirve sobretodo como excusa para revisitar mundos ya completados que podremos ampliar para seguir explorando y consiguiendo nuevas pagies. Los niveles están diseñados como pequeños desafíos a lo largo de una gran extensión de tierra a ver si me explico.

El objetivo de cada nivel es conseguir la mayor cantidad de plumas para seguir comprando habilidades a Trowzer, conseguir encontrar 5 fantasmas esparcidos por el mapa y cuya forma de captura es distinta en cada caso. Encontrar la moneda para activar las recreativas de Rextro. Un dinosaurio con poca memoria que no conoce las palabras antialiasing ni filtrado de texturas y que es dueño de un salón recreativo con varias maquinas en las que podemos jugar a clásicos adaptados. Encontrar la molécula del mundo para que la Doctora Puzz active su maquina que nos transforma en un personaje con distintas habilidades a las que tenemos. Y por último y más importante encontrar las Pagies que nos permiten desbloquear mundos, expandirlos y avanzar en el juego.

Estos son los 5 elementos principales a tener en cuenta cuando visitamos cada mundo y pese a que todos están reducidos a la simpleza de explorar dando saltos entre plataformas tienen su propia personalidad. Cada uno de estos elementos y por supuesto cada pagie supone un reto individual en sí misma, ya sea porque esta custodiada por un jefe, escondida, porque hay que cogerla en un límite de tiempo, porque está en una zona de difícil acceso o porque puede que tengamos que superar un minijuego para conseguirla.

Desarrollo

Los escenarios están diseñados para ser revisados y explorados con calma gracias a las nuevas habilidades que vamos adquiriendo, los enemigos no son excesivamente problemáticos y puedes tomarte tu tiempo para explorarlos, pero nunca parece que haya una forma de hacerlo de la forma correcta. Pongamos un ejemplo: hay una pagie en una zona elevada, con nuestro salto base no llegamos, pero hay una serie de plataformas a la que subir que nos proporciona un difícil acceso.

Debido a la riqueza de los niveles todo está rodeado de otros elementos por lo que en la mayoría de los casos decidía saltarme esa parte llegando a la pagie ya sea saltando desde una zona más elevada y planeando, saltando de esa piedra medio salida que probablemente no esté diseñada para que se use de ninguna forma y luego llegando a una cornisa medio derruida y finalmente llegando con un doble salto. Siempre con esa sensación extraña de ver como los pies de tu personaje no están físicamente tocando ninguna superficie pero dando gracias que la hit box nos permita estar en esa posición.

No sé si a estas prácticas podríamos llamarlas “trampas” pero esta sensación de estar forzando el juego y consiguiendo objetos a los que todavía no podíamos llegar de forma licita hacen que jugar Yooka Laylee sea satisfactorio.

Durante el desarrollo del juego vamos a visitar un total de 5 mundos distintos y expansibles más uno que sirve de hub. Encontramos la selva, la nieve, el mundo del agua, el del casino y el del espacio. Pese a la variedad a nivel practico el diseño de puzles o de las plataformas no se ve alterado por el ambiente más allá de alguna curiosidad. Las transformaciones de la Dr.Puzz aportan el cambio mecánico más significativo entre mundos. Si encontramos cierto objeto en cada escenario vamos a poder acceder a una transformación especial y en este aspecto es donde encontramos la mayoría de cambios mecánicos, en el mundo de selva seremos una planta, en el del casino un helicóptero, etc

Conclusiones

¿Es Yooka Laylee necesario? no lo sé, pero no creo que haya una comunidad clamando exponentes de un género que hace una decada que casi ha desaparecido.

Sin embargo, Yooka Laylee hace un ejercicio muy simple de principio a fin. Simple no quiere decir ni malo ni mucho menos fácil. En la creación de contenido o de obras artisticas es prácticamente inevitable no recibir influencias de las obras contemporáneas que te rodean, por eso aprecio Yooka Laylee por lo que es.

Esta obra toma la decisión consciente de obviar por completo los últimos 20 años del medio, ¿es acaso eso malo? evidentemente, no, ¿tiene sus inconvenientes? por supuesto. Un diseño de niveles basado en los temidos dobles saltos, pequeños enemigos que no han conseguido ni el graduado de la ESO y el más sufrido por mi parte, la cámara. Este elemento distintivo ha conseguido fastidiarme en un par de ocasiones bastante comprometidas.

Tuve que repetir una infinidad de veces el jefe final del juego porque una de sus fases se hacía imposible de completar debido a la colocación de la cámara. O por lo menos así fue hasta que parchearon el juego y me permitieron completarlo. Este hecho podría sin duda haber destruido por completo las sensaciones de una experiencia por otro lado bastante satisfactoria.

Salgamos de la burbuja por un momento, cuando hablo de contaminación contemporánea me refiero a aspectos como; Cinemáticas, opciones de diálogo, arboles de habilidades, elementos que facilitan la jugabilidad, etc. Todos estos elementos circunstanciales son percibidos por el usuario como norma que le permite disfrutar de lo que hoy entendemos como un buen videojuego. El valor de Yooka Laylee reside en hacer el ejercicio de extraer todos estos elementos que ya están grabados a fuego en la mente tanto de desarrolladores como de jugadores y rememorar los elementos que hacían grande a un juego a mitad de los 90.

Yooka Laylee en el siglo XXI

¿Entonces cada obra que apele a la nostalgia del jugador se convierte de forma inherente en un buen juego? no, o por lo menos no debería ser así. Estoy defendiendo Yooka Laylee como obra única sin tener en cuenta sus referentes ni su mayor fortaleza y pese a eso me sigue pareciendo un juego bastante apañado.

Probablemente lo parezca debido a la falta de juegos en su genero, las plataformas 3d han evolucionado hasta lo que hoy conocemos como Uncharted o Dishonored y han quedado relegadas a una mecanica más dentro del juego en lugar de servir como eje central, por eso Yooka Laylee merece un hueco en nuestra estantería, porque es un juego hecho por personas que solo quieren y saben hacer eso.

Esta obra es el ejemplo perfecto de como convertir tus defectos en tus virtudes, veamos porque esto va a ser un berenjenal. Hablemos de Shadow of the Colossus o de The Last Guardian, podría llenar sacos con críticas del estilo de “Trico no me hace caso” “Controlar a Agro es horrible” “Los colosos son demasiado difíciles de escalar”. Exacto, todos estos comportamientos tienen sentido en el contexto creado por el equipo, Trico es una bestia, Agro es un caballo y escalar una mole de 20 metros que se mueve igual no es muy fácil.

Entonces ¿por qué tenemos que tachar a Yooka Laylee de mal juego porque su cámara no responde como es debido? La cámara de este juego responde exactamente como lo hizo en su momento la de Banjo Kazooie o la de Super Mario 64 y si tengo que juzgarlo bajo la premisa de “quiero parecerme a ellos”, no me queda otra que quitarme el sombrero y admitir que cumple su cometido a la perfección.

Yooka Laylee nace bajo una premisa que la ha lastrado en muchos sentidos, desde su diseño, su apartado artístico o la forma en la que lo percibirá su publico. Pero teniendo en cuenta que esa premisa era “crear un Banjo Kazooie en HD”, me parece que solo podemos decir chapó. [80]

  1. No pude disfrutar en su día de Nintendo 64 y los títulos a los que hace referencia este Yooka Laylee, por lo que el factor nostalgia es inexistente… así que posiblemente me termine quedando con sus defectos.

    Muy buen análisis, por cierto.

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