Después de todo el revuelo montado tras la presentación de los nuevos miembros de la familia de Nintendo 3DS, vamos a analizar de principio a fin cuál ha sido la evolución en ventas de la portátil estereoscópica. De este modo, quizás consigamos responder a algunas preguntas acerca de la gama New. ¿Por qué? ¿Era necesario? ¿Se había tocado techo?
Como dijese aquel, vayamos por partes. Lo mejor es comenzar por el principio, por 2011. Febrero y marzo fueron los primeros meses para Japón y Occidente respectivamente. Un catálogo de juegos que incluía títulos como Street Fighter IV, Nintendogs + Cats, Pilotwings Resort, Ridge Racer, PES 2011… Es decir, entretenimiento que ni mucho menos cumplía como para poder decir con rotunidad que se trató de un gran line-up. ¿El precio? 249€ y dos colores para escoger.
Tal y como vemos en el gráfico de VGChartz, sumado a información recopilada gracias a los foros de NeoGAF y sus bases de datos de Media Create, hemos podido saber que 3DS debutó en Japón con 374.764 unidades, viendo reducidos sus números cada semana debido a que en aquellas tierras se lleva manteniendo un comportamiento muy particular desde tiempos inmemoriales: Si no hay juegos, no se compran consolas. Y así sigue siendo, o si no que se lo pregunten a PS4. Sin alejarnos todavía del gráfico en cuestión, podemos ver cómo a finales de marzo las ventas despuntaron de nuevo producto del lanzamiento occidental de la sucesora de Nintendo DS, alcanzando un poco de más de 600.000 unidades semanales a mediados de abril.
Hasta aquí, todo de color de rosa. Sin embargo, la crítica y las habladurías comenzaron a hacer de las suyas, creando leyendas infundadas como que usar el 3D te dejaba bizco, ciego o vete tú a saber qué otras desgracias. Ello, sumado a la reciente desgracia sucedida en Japón por Fukushima (algo que a día de hoy sigue viéndose reflejado en el consumo de esta y otras industrias seriamente) y la falta de catálogo, hicieron que las cifras de la portátil que prometía revolucionar el videojuego portátil se mantuviese durante seis meses vendiendo en ocasiones menos que su predecesora y mucho menos que su rival directa en esos momentos: PSP.
No fue hasta el mes de agosto de ese mismo año cuando, debilitada en todos los sentidos y sepultada para los más agoreros, Nintendo decidió mover ficha para tratar de salir viva del jaque en que se encontraban en esos momentos. Hablando en euros, pasamos de 249€ a 169€ (PVP estipulado, aunque hubo promociones), es decir, una barbaridad. A partir de ese momento, 3DS comenzó a vender mejor y el mes de agosto no fue para nada malo teniendo en cuenta que el verano no es la época del año en que más consolas se venden. Por otro lado, estábamos nosotros, los que habíamos pagado los 250€ y que ahora no nos quedaban adjetivos para describir nuestros sentimientos. A cambio, recibiríamos 10 juegos de SNES y 10 de GBA, los cuales por cierto siguen siendo exclusivos para los usuarios de 3DS y que la eShop sigue sin poner a disposición en el caso de GBA (Wii U sí ha ofrecido algunos de ellos).
En cualquier caso, ahora no bastaba con ofrecer el producto a un precio justo, sino que hacían falta juegos, pues aunque la base de usuarios fuese ya mucho más amplia, con usuarios dolidos y otros no tanto, Ocarina of Time no era suficiente, y Star Fox 64, tampoco.
Llegamos así a noviembre de 2011, primer match ball para Nintendo, quienes además habían demostrado durante el E3 como NO presentar la consola de sobremesa que debía convencer a una legión de más de 100 millones de usuarios para que comprasen un mando con pantalla que se llamaba igual que su actual consola pero con una U al final.
18 de noviembre, día de lanzamiento de Super Mario 3D Land y The Legend of Zelda: Skyward Sword. 2 de Diciembre, lanzamiento de Mario Kart 7. Posiblemente si se hubiese decidido retrasar uno de ambos, haciendo por tanto que se perdiesen el periodo navideño, quizás estaríamos hablando de una historia totalmente distinta. El 1 de enero de 2012 el Sol volvía a salir en las oficinas japonesas de Nintendo, o al menos por ahora.
Nintendo 3DS terminó el año 2011 con un total de 15.03M de unidades repartidas por todo el globo.
2012, el año en que supuestamente todo debería ir sobre ruedas. Ni mucho menos, las cifras volvieron bajar, aunque los números cada vez eran más esperanzadores y no fue hasta el mes de agosto cuando se volvieron a superar las 250K consolas semanales. ¿El motivo? Nintendo 3DS XL, el primero de los rediseños de la portátil, apostando por pantallas más grandes, más duración de la batería y mejor 3D (no en tecnología sino en comodidad).
La diferencia durante este año con respecto al anterior fue básicamente la constancia. Las cifras eran siempre buenas, sin llegar a ser excesivamente brillantes. Cada vez más usuarios y cada vez más anuncios y promesas para 2013. Parece ser que la gente se iba animando poco a poco a dar el salto a las 3D y prepararse para lo que se venía encima el próximo año. Para más inri, el final de año posicionó a la portátil de Nintendo como la consola más vendida de las navidades y del año, llegando a mantenerse por encima del millón semanal durante unas cuantas semanas.
Nintendo 3DS terminó su segundo año en el mercado con un total de 29.84 millones de consolas en todo el mundo. Una media de 15M anuales.
Llegamos a 2013, un año que comenzaría con el anuncio de Pokémon X/Y, la llegada del mejor primer cuatrimestre que se recuerde en una portátil casi desde siempre. En Japón la consola comienza a convertirse en algo necesario y en Europa y América las ventas se mantienen estables producto de un catálogo constante, nutrido y atractivo para casi cualquier tipo de públicos. Hablamos de Luigi’s Mansion 2, Fire Emblem Awakening, Donkey Kong Country Returns, Monter Hunter 3 Ultimate, Pokémon Mundo Misterioso, Castlevania, Animal Crossing, Mario & Luigi Dream Team… Todo ello esperando a un final de año que dejaría 14 millones de Pokémon X/Y hasta la fecha, un Zelda que se coloca entre los mejores de la franquicia, el final de Layton y un prometedor Bravely Default. Casi nada.
Indudablemente la mejor consola del año, que se mantuvo desde septiembre vendiendo más de 250K unidades semanales hasta el mes de enero. Volvía a repetirse el efecto Nintendo en el terreno portátil, al igual que había sucedido desde que Mario se convirtió en leyenda. No olvidarnos de Nintendo 2DS, exclusiva para Occidente pero que aportó su grano de arena en el camino.
Nintendo 3DS terminó su tercer año en esta maratón con 42.73 millones en todo el mundo.
Un momento, pero… ¿Esa no es la cifra total de ventas actual? ¿Qué ha ocurrido? Veamos, actualmente hablamos de casi 45 millones, y estamos en el último cuatrimestre del actual ejercicio. ¿Ha tocado techo Nintendo 3DS? ¿3 millones en seis meses? El problema desde luego que no son los juegos. De hecho seguramente las ventas peguen un empujón enorme con la llegada de Smash Bros, Pokémon RO/ZA, Fantasy Life… Pero me atrevo a decir que para la Gran N esto no era suficiente, pues al fin y al cabo para que los juegos vendan bien es igualmente necesario continuar aumentando el parque de consolas.
¿Qué hace Nintendo cuando no sabe cómo aumentar el número de jugadores de compran sus consolas? ¿Bajar el precio de estas? No, anunciar rediseños. Recapitulemos rápidamente todos los veranos de 3DS: 2011, bajada de precio agresiva; 2012, 3DS XL; 2013, 2DS; 2014: New Nintendo 3DS, New Nintendo 3DS XL.
No vamos a hablar aquí de nuevo de todo lo que hemos comentado durante esta semana acerca del software exclusivo, la faena que supone para los usuarios un modelo tan por encima de los anteriores, etc., ya que como digo hemos hablado largo y tendido sobre ello en sus respectivos artículos. Aquí sin embargo tratamos de encontrar una respuesta a la razón de ser de la gama New, a por qué ahora y no por ejemplo dentro de un año o directamente esperarse a la sucesora real de 3DS.
Vamos a jugar a prever el futuro. Solamente mirando la tendencia de la última gráfica, podemos ver cómo la tendencia está siendo claramente a la baja, demostrando así que 3DS ya se encontraba en su recta final, pues lo normal en la vida de una consola es que el ritmo sea como una campana: Grandes ventas en su salida, bajada natural, subida y consolidación más la de nuevo bajada natural indicando ahora el desgaste y necesidad de una sucesora capaz de tomar su relevo. ¿4 años de 3DS para seguir siendo rentable en Nintendo? ¿Tendremos que mover los juegos en desarrollo para su sucesora? Con este movimiento, la compañía dirigida por Satoru Iwata demuestra inconformismo con unas después de todo escalofriantes 45 millones de unidades en menos de 4 años. Insisto, se trata de cifras escandalosas y al alcanza de pocos a día de hoy, pero es lógico que con unas previsiones de ventas tan sumamente bajas con respecto a lo que venía siendo habitual, hayan decidido apostar por una renovación (en todos los sentidos) de su hardware.
New Nintendo 3DS no es solamente un rediseño, se trata de dar una vuelta a la tortilla renovando tanto su modelo inicial y su modelo XL con la coletilla de New. Mejorar en todo sin querer desmarcarse de la familia; sin querer desprenderse totalmente de la familia 3DS. ¿Por qué? Por esos 45 millones de jugadores a los que todavía hay que seguir mimando y ofrecerles juegos para que estos vuelvan a pasar por caja una y otra vez y Nintendo, como empresa, siga ganando dinero.
¿Qué hubiese pasado si Nintendo anuncia la gama New como algo independiente, matando así a 3DS y anunciando que no solamente “unos pocos” sino todos los juegos del futuro serían exclusivos para los nuevos miembros de la factoría nipona? Que entonces la bancarrota estaría más cerca que nunca. No pueden pretender que 45 millones de usuarios vuelvan a pasar por caja y desembolsar 200€ para jugar a todo lo que se venga por delante. Sin embargo, sí que pueden pretender que lo hagan 50 millones. Si las nuevas New venden 5 millones en el próximo año y medio (fecha límite que un servidor estima para que llegue la verdadera sucesora), entonces estaremos hablando de que las nuevas ediciones de Pokémon serán ofrecidas a cinco decenas de millones de jugadores, no a cinco.
En definitiva, que gracias a este movimiento (repito que no hablamos aquí de la legitimidad del mismo), Nintendo ha inyectado vida a su actual líder de la caballería. Con Wii U no pueden permitirse errores, pero con 3DS sí pueden permitirse riesgos como éste. ¿Les saldrá bien la jugada? ¿Será buena la respuesta de los usuarios cuando New Nintendo 3DS se encuentre en todos los mercados? ¿Le saldrán las cuentas a Nintendo antes de que Fusión sea una realidad?
Yo, sinceramente, creo que sí, aunque para ello hayan tenido que pasar por encima de sus seguidores más acérrimos, que estamos enamorados de todo a lo que dan nombre.
Porque al fin y al cabo, hablamos de una empresa, con todo lo que ello supone.