Artículo: El Fútbol (Femenino) en los Videojuegos

El fútbol, como deporte más popular del mundo, ha sido recreado en innumerables ocasiones en la industria de los videojuegos, con títulos como la serie FIFA de EA Sports a la cabeza. Sin embargo, en este entorno virtual, al igual que en la realidad, persisten desigualdades de género que merecen ser analizadas y abordadas.

A lo largo de este ensayo breve, se defenderá la necesidad de otorgar mayor visibilidad y equidad al fútbol femenino en los videojuegos, haciendo énfasis en las disparidades económicas y la falta de personalización de las jugadoras en estas plataformas.

El fútbol femenino ha experimentado un crecimiento significativo en las últimas décadas. Las mujeres han demostrado su talento, pasión y compromiso en el campo, alcanzando logros impresionantes en competiciones nacionales e internacionales. Sin embargo, la visibilidad y apoyo que reciben en los videojuegos están lejos de equipararse con los de sus homólogos masculinos. Los títulos de fútbol, como FIFA, suelen centrarse principalmente en equipos y ligas masculinas, relegando al fútbol femenino a un segundo plano. Esto perpetúa la desigualdad de género al no brindar una representación equitativa y justa de ambos géneros en este tipo de entretenimiento tan masivo.

La desigualdad económica también juega un papel importante en esta problemática. Los equipos y las ligas masculinas a menudo gozan de un mayor respaldo financiero, lo que se traduce en mejores condiciones para los jugadores y, en última instancia, en una mayor popularidad en los videojuegos. El fútbol femenino, por otro lado, sigue lidiando con presupuestos más modestos y menos recursos, lo que repercute directamente en su presencia y visibilidad en los videojuegos de fútbol. La falta de inversión y reconocimiento para el fútbol femenino perpetúa una brecha entre ambos géneros, a pesar de que comparten el mismo deporte.

Otro aspecto relevante es la representación de las jugadoras en los videojuegos de fútbol. A menudo, se presta menos atención a la personalización y definición de los perfiles de las jugadoras en comparación con sus contrapartes masculinos. En muchos juegos, las futbolistas femeninas tienen características genéricas y menos realistas, lo que contribuye a una falta de identificación y conexión con las jugadoras que quieren ver su reflejo en el mundo virtual del fútbol. Esta falta de personalización limita las posibilidades de que las mujeres se sientan incluidas y valoradas en el mundo de los videojuegos, reforzando así los estereotipos de género arraigados en la sociedad.

Para abordar estas desigualdades de género en los videojuegos de fútbol, es esencial que las empresas desarrolladoras, como EA Sports, tomen medidas concretas. En primer lugar, es crucial invertir más recursos y esfuerzos en la promoción y desarrollo del fútbol femenino en los videojuegos. Esto implica otorgarles la misma importancia que se da al fútbol masculino, ofreciendo ligas y equipos femeninos completos y actualizados, así como asegurando una experiencia de juego igualitaria.

Megan Rapinoe, icono del fútbol femenino y activista social

Además, es fundamental crear perfiles de jugadoras más personalizados y realistas, permitiendo a las mujeres verse reflejadas de manera más fiel en el juego. Esto implica un desarrollo más detallado de la apariencia y características de las jugadoras, y la inclusión de modos de juego que destaquen la historia y trayectoria del fútbol femenino. La defensa del fútbol femenino en los videojuegos es un paso hacia la equidad de género en la industria del entretenimiento digital y en la sociedad en general.

La igualdad de representación, el apoyo económico y la personalización adecuada son pilares fundamentales para alcanzar una verdadera equidad. Solo a través de estas acciones, se puede construir un mundo virtual más inclusivo y representativo, que refleje la diversidad y el talento de mujeres y hombres en el apasionante mundo del fútbol.

Por ejemplo, y haciendo referencia al Mundial de Fútbol Femenino celebrado este año en Australia y Nueva Zelanda, la representación de la Selección Española de Fútbol Femenino en los videojuegos no ha sido tan prominente como la del equipo masculino. Aunque existen algunos títulos que incluyen equipos y ligas femeninas, la presencia y visibilidad de la Selección Española Femenina en los videojuegos como FIFA, de EA Sports, es muy limitada en comparación con la del equipo masculino, a destacar el FIFA 2023. Esperamos que, en la nueva entrega de la serie, el FC 2024, esto sea corregido y, aparte de las selecciones, también tengamos opción de elegir ligas femeninas.

De nuevo, esta situación de desigualdad se refleja en la menor cantidad de modos de juego y torneos que incorporan al fútbol femenino en los videojuegos de EA. Mientras que la versión masculina del juego ofrece diversas opciones, incluyendo torneos internacionales como la Copa Mundial de la FIFA y la Eurocopa, la versión femenina del juego tiene menos competiciones y opciones para jugar. Esto reduce la posibilidad de que los jugadores y jugadoras puedan disfrutar de la experiencia de jugar con la Selección Española Femenina en el mismo nivel que lo hacen con la masculina. Las estadísticas se desequilibran y continúa el desconocimiento de una parte del fútbol esencial.

La Selección Española Femenina en FIFA

Es importante destacar que, aunque ha habido avances en la inclusión del fútbol femenino en los videojuegos en los últimos años, estas desigualdades y limitaciones en la representación de la Selección Española Femenina, en concreto, desfavorecen uno de los deportes más importantes del mundo. Pues, ni siquiera, la aclamada como mejor jugadora del mundo con Balón de Oro en 2021 y 2022, Alexia Putellas, es representada de una manera diferenciada, con gestos distintivos, en el FIFA. ¿Acaso otras jugadoras como Ona Batlle, Mariona Caldentey, Jenni Hermoso o Olga Carmona no tienen derecho a ser visibilizadas en la pantalla del videojuego, a ser claramente reconocidas como jugadoras de alto nivel y personas particulares?

Es fundamental, sobre todo, para convencer a la sociedad, diferenciar entre fútbol masculino y fútbol femenino para poder centrarse en un fútbol de calidad, sin etiquetas, pero inclusivo y equitativo que promueva la igualdad y el respeto en el deporte. Utilizar etiquetas como “fútbol masculino” y “fútbol femenino” crea una división entre ambos géneros, lo que puede llevar a desigualdades en términos de recursos, visibilidad y apoyo. Al enfocarse en un único fútbol de calidad, se rompen las barreras de género y se brindan las mismas oportunidades para que todos los jugadores y jugadoras desarrollen su talento y potencial al máximo. Además, con este uso, se puede excluir a aquellos que no se identifican con estos géneros binarios. Al adoptar un enfoque inclusivo, se acoge a personas de todas las identidades de género y se les permite participar y disfrutar del fútbol sin prejuicios ni discriminación.

Mural dedicado a Alexia, por TVBoy, en Plaza Joanic, Barcelona

La persistencia de etiquetas de género en el fútbol refuerza estereotipos culturales arraigados que limitan las aspiraciones y roles de hombres y mujeres. Al eliminar estas etiquetas, se abre la puerta a una mayor diversidad de estilos de juego y roles dentro del deporte, permitiendo que todos los jugadores y jugadoras se expresen libremente y desarrollen su talento de manera auténtica. Al abrir el debate desde esta nueva perspectiva, al menos, en el entorno social, se logra mayor apoyo, en este caso, para los equipos menos favorecidos, que suelen coincidir con las ligas femeninas.

Por otro lado, con una defensa unificada, se aumenta la visibilidad del fútbol femenino. Históricamente, el fútbol masculino ha recibido más atención y apoyo en comparación con el fútbol femenino. Al eliminar la distinción entre ambos y promover un fútbol de calidad sin género, se destaca el talento y la excelencia de las futbolistas, permitiendo que sus logros sean reconocidos y valorados en igual medida.

Finalmente, se contribuye a una cultura deportiva más respetuosa. Al adoptar un enfoque inclusivo y equitativo en el fútbol, se fomenta una cultura deportiva basada en el respeto mutuo y la valoración de todas las personas, independientemente de su género. Esto ayuda a erradicar comportamientos discriminatorios o sexistas presentes en algunos ámbitos del deporte, tanto de comentaristas como entrenadores, los propios jugadores o los espectadores.

En conclusión, es esencial favorecer la igualdad de género, fomentar la inclusión y permitir que todos los amantes del deporte disfruten de una experiencia futbolística enriquecedora y respetuosa. Solo mediante este enfoque, podremos avanzar hacia un mundo del fútbol más diverso, justo y verdaderamente igualitario, tanto en el campo de césped real como en el campo virtual. Jugadores, jugadoras y entrenadores famosos como Iker Casillas, Alex Morgan, Megan Rapinoe o Pep Guardiola ya se han manifestado a favor. Si a ti te gusta el fútbol, ¿tú a qué esperas?
P.D.: ¡Todo nuestro apoyo a la Selección Española Femenina de Fútbol en el Mundial! ¡Vamos, chicas!

Almudena Anés (Linkedin) es una narradora española especializada en arte, videojuegos e identidad. Trabaja desde la escritura para indagar la fragmentación y el simulacro.

  1. Muy bien intencionado el artículo sumándose a la corriente que intenta promocionar el fútbol femenino, pero no os engañéis, por mucho que haya crecido, y más en España con la entrada del Madrid, lo cierto es que poca gente va a los campos de los equipos pequeños y las audiencias reflejan la triste realidad de que no interesa y por ello nadie pelea por los derechos.

    Ya le podemos dar las vueltas que queráis, pero no siendo un partido de élite, entre dos selecciones o clubes buenos, con estrellas, o que levante morbo por rivalidad… ni lo ve ni le interesa a casi nadie, ni se conocen los equipos. Y lo dice un aficionado al fútbol que se entretiene hasta viendo a los niños pelotear en el parque, que no tiene un ápice de machista y está viendo cómo las japonesitas nos están metiendo 4-0 ahora mismo en el Mundial.

    Con esto sobre la mesa, ya se puede flipar todo lo que quiera Megan Rapinoe, mezclándolo con el tema derechos LGTBI de forma absurda, que el tema sueldos no se puede ni se podrá equiparar con el fútbol masculino por la sencilla y evidente razón de que no genera ni una milésima parte de la burrada de cifras que genera éste. Es lo que hay, son datos, no opinión.

    Igual que otra cosa que me parece mal, es que a las personas trans les permitan participar en competiciones femeninas pese a su enorme superioridad física. Es un sinsentido y como tal se están quejando, con toda la razón miles de mujeres nacidas mujer.

    Y si queréis más polemica todavía, podemos hablar de los trans que han sido ingresado en cárceles de mujeres, y que han violado internas. Una cosa es la igualdad, que debe ser real y total, evidentemente, y otra la tonteria que nos intentan vender algun@s politiquill@s; que empiecen por poner soluciones efectivas a temas intolerables y aberrantes como el maltrato femenino y la violencia de género, que con la famosa Ley del «Sí es sí», que ni el Gobierno traga diga lo que diga, ya han liberado a más de 1000 delincuentes sexuales o de violencia, que se dice pronto.

    Esto no es cuestión de ideologías, es cuestión de evolucionar como sociedad, adaptarse a los tiempos y liberarse de prejuicios absurdos: Todas las personas deben tener los mismos derechos y se debe proteger a los sectores más desfavorecidos o que padezcan cualquier tipo de discriminación, pero biológicamente hombre y mujer son diferentes y eso se refleja en cosas como el fútbol.

    Tochoman returns y pisando charcos, estoy en forma (es coña, estoy hecho mierda). Salud.

    😉

    • @Choro, eres libre de expresar tu opinión.

      La mía va más en la dirección de Almudena, y de cualquier modelo de negocio en general: si no se invierte es imposible que se genere dinero mágicamente. Solo hay que comparar el fútbol hace 100 años, en el que los jugadores tenían que ser futbolistas y aparte tener su trabajo aparte, y el fútbol ahora.

      La capacidad de generar dinero es tan solo una máquina.

      Y que salgan mejores o peores jugadores es directamente proporcional a cuantas más personas jueguen y más y mejor formación haya.

      • Estando de acuerdo en lo que expones, sigo viendo que la diferencia física entre hombres y mujeres es un lastre para ellas. Y dudo mucho, vamos no lo creo, que el fútbol femenino llegue jamás a ese nivel de calidad que requeriría para generar el mismo interés que el masculino por mucho dinero que se invierta. No es una cuestión de invertir, amigo, es una cuestión de gustos, y apuesto a que dentro de 100 años seguiremos igual.

        Y repito que puede sonar machista lo que digo, pero creo que a estas alturas ya nos conocemos y sabes que nada más lejos de mi intención.

        En cuanto al artículo, está bien escrito y ya dije que va cargado de buenas intenciones y respeto (ni me había fijado quién lo firmaba), pero me parece un poco inocente para lo que es este mundo actual tan competitivo y en el que, desgraciadamente, casi todo se mueve por el vil metal.

    • Hola, Choroman, soy Almudena, la autora del artículo. Entiendo que tengas tu punto de vista sobre el fútbol femenino, pero hay algunas afirmaciones en tu texto con las que discrepo. Es cierto que aún existen desafíos en la promoción y visibilidad del fútbol femenino, pero esto no significa que no tenga interés ni audiencia. El crecimiento del fútbol femenino ha sido significativo en los últimos años, y su popularidad sigue aumentando. Tan solo el ejemplo de los penúltimos cuartos de final en la Champions femenina, Barcelona vs Real Madrid, celebrado en el Camp Nou y con un récord de asistencia de más de 91.000 espectadores, tanto en físico como en streaming.

      La falta de asistencia en los campos de equipos pequeños puede deberse a varios factores, como la falta de inversión o promoción, pero no necesariamente implica que no haya interés en el fútbol femenino en general. Es importante destacar que las audiencias no son el único indicador de interés y relevancia de un deporte.

      En cuanto a los sueldos y las cifras generadas, es cierto que todavía existe una brecha entre el fútbol masculino y femenino, pero compararlos directamente es injusto, ya que el desarrollo y la inversión en el fútbol femenino están en una etapa de crecimiento y desarrollo. Es necesario seguir apoyando y promocionando el fútbol femenino para que alcance niveles más equitativos. Por ponerte una metáfora y atendiendo al desarrollo histórico del fútbol masculino y del femenino, el fútbol masculino sube por una escalera mecánica (ha tenido un desarrollo mucho más prolongado y mucha más inversión económica), mientras que el fútbol femenino sube por una escalera de mano normal, es decir, necesita un mucho mayor esfuerzo para subir y ponerse al nivel del masculino. Pero eso no significa que, en algún momento, no vaya a suceder. Algunos indicios a favor de esto se reflejan en la jugadora Alexia Putellas, tiene marca y números que incluso superan a jugadores del masculino, como han evidenciado figuras de renombre como Xavi Hernández, Gerard Piqué o Pep Guardiola.

      Sobre el tema del físico, en mi opinión, y llevo mucho tiempo jugando y viendo fútbol, creo que este deporte es algo más que tener un cuerpo potente. Para mí, la técnica es lo más importante y lo que verdaderamente marca la diferencia. De todas formas, si tienes curiosidad, échale un vistazo a las estadísticas deportivas de Alexia Putellas. Creo que te sorprenderás. En cuanto a la relación de derechos LGTBI+ y fútbol, en concreto, en el caso de Megan Rapinoe, pienso que cada persona tiene derecho a reivindicar desde su experiencia y todavía hoy es un hecho que a muchas niñas que juegan al fútbol se las trata de «bolleras» o «marimachos», independientemente de que esto sea una realidad suya o no. Equiparar el fútbol a una orientación sexual o una expresión de género determinadas es un error.

      Respecto a las personas trans en el deporte, es fundamental garantizar la igualdad de oportunidades y tratar cada caso de manera justa y equitativa. Es un tema complejo que requiere un enfoque cuidadoso para evitar discriminaciones y asegurar la inclusión de todas las personas en el ámbito deportivo. Prueba de ello también son las regulaciones deportivas que han establecido los Juegos Olímpicos. Sobre la ley del sólo Sí es Sí, bueno, creo que es un tema que nada tiene que ver con el artículo pero, respondiendo a tus afirmaciones, te recomendaría leer un artículo de El Salto Diario muy esclarecedor.

      En conclusión, es esencial evolucionar como sociedad para promover la igualdad y el respeto a todos los individuos, independientemente de su género, orientación sexual o identidad de género. El fútbol femenino tiene un lugar y un futuro prometedor, y es responsabilidad de todos apoyar su crecimiento y desarrollo en igualdad de condiciones. Por ello, te agradezco mucho que hayas leído el artículo y hayas escrito tus impresiones al respecto, pero, por favor, no te confundas. Este artículo no es inocente en absoluto. Pensar que las cosas no van a cambiar es precisamente lo que motiva que las cosas no cambien. Este es el motivo de este artículo: visibilizar y evidenciar la desigualdad para ponerle remedio. Porque las cosas están cambiando, pero no han cambiado todavía.

      De nuevo, gracias por leer el artículo.

      Un saludo y buena tarde 🙂

      • Hola, Almudena, encantado de conocerte.

        Sobre lo que dices en el primer párrafo, en cuanto a las audiencias, es justo lo que dije, que de momento sólo las alcanzan partidos importantes y de equipos conocidos y con rivalidad. Un Barça vs Madrid tendría audiencia aunque fuera un certamen de poesía medieval.

        En el segundo dices que las audiencias no son el único indicativo del interés y relevancia de un deporte. ¿En serio? no serán el único pero significan el 99%, y si no dime cuáles son según tú; porque los motivos románticos no dan dinero, que como dije es lo que mueve todo nos guste o no. Otra cosa sería que me dijeras que algunos deportes tienen más o menos audiencia según los países, eso es cierto, pero te aseguro que un deporte sin audiencia sólo tiene seguimiento muy minoritario y está destinado a ser emitido, si lo es, en cadenas públicas a pérdidas como La 2.

        Sobre los sueldos, tu misma mencionas ni más ni menos que a Alexia Putellas… que es la mejor jugadora del mundo y así está considerada. Es normal que cobre como tal. Pero los sueldos del resto de compañeras dudo que se acerquen ni siquiera en el FCB, que se caracteriza por darlos demasiado altos y por eso están como están económicamente: en la crisis más grande de su historia. Y no digamos de las compañeras de otros equipos que no sean grandes o tengan algún patrocinio por tener más audiencia de otros países. Volvemos a lo que te decía en el párrafo anterior, a nadie nos gusta, es injusto, pero el maldito dinero es lo que lo mueve todo.

        Tema físico. En esto estoy de acuerdo en parte, siempre pongo por delante la calidad del jugador o jugadora. Ahí tenemos a tipos como Messi, Lukita Modric o incluso retirados que la siguen tocando y pegando que te quedas ojiplático. Pero es muy importante en estos tiempos, antes menos, pero ahora para destacar en un mundo tan físico y competitivo tienen que cuidarse mucho y alcanzar un buen tono para dar el nivel. Y esto es tanto para hombres como para mujeres, que estoy cansado de ver como en partidos salen suplentes que no tienen cotumbre de jugar los 90 minutos y en el 60 están con la lengua fuera.

        En cuanto a tema LGTBI+ y Megan Rapinoe, ella y cualquiera tiene todo el derecho del mundo a reivindicar respeto, en el mundillo futbolístico y en cualquier otro. Que desgraciadamente ya sabemos que todavía quedan muchos cazurros trogloditas que parecen sacados de la Edad Media, que van a los campos (?) a soltar lindezas como «vete a fregar» o «bollera», etc. Una vergüenza absoluta, que gracias a Dios no representa más que a una minoría muy pequeña de borregos que no creo tengan un coeficiente muy elevado. Pero dicho esto, es innegable que Megan, como haría cualquiera, utiliza su fama para apoyar su causa; que me parece perfecto, pero la utiliza. Mira lo que acabo de escribir sobre el tema, ¿crees que tendrá la misma repercusión que si lo hubiera escrito ella? evidentemente, no.

        Sobre las personas trans y el deporte, repito que son las mujeres las que se están quejando de que no deberían participar en los deportes femeninos. No lo digo yo, lo dicen las que lo sufren. No creo que haga falta decir nada más. Y lo mismo sobre la ley del «Sí es Sí», que la realidad es lo que dije: ha puesto en la calle a más de 1000 agresores y es el propio Gobierno el que está incómodo con ella; no creo que sea forma de llevar un tema tan serio como el maltrato.

        Y para acabar, no estoy para nada de acuerdo en que pensar que las cosas no van a cambiar sea el principal motivo de que no cambién. Muy al contrario, salvo esa parte de la población que vive super acomodada y no mueve un dedo por nadie, somos los rebeldes los que movemos el mundo y hacemos que éste vaya cambiando y evolucionando. Y son nuestras quejas, manifestaciones, comportamientos, condenas y espíritu inquieto y de mentes libres las que históricamente han hecho que las sociedades evolucionen. Otra cosa es que algunos como yo, independientemente de eso seamos ultrarrealista y consideremos, analizando con perspectiva la situación, que determinado asunto tiene pocos visos de cambiar al menos a corto o medio plazo, por diversos problemas como dos fundamentales: el económico y la forma de pensar. Eso me pasa con el fútbol femenino, y te lo dice uno que lo ve de vez en cuando, pero luego escuchas en el bar al «cuñao» de turno, con el palillo en la boca, bebiendo Sol y Sombra mientras ojea el Marca o el ASS soltar cosas como «las tías deberían jugar en tanga, verás como así se llenaban los campos» (lo he vivido, se lo escuché a un ceporro, colchonero para más señas, jaja) y te das cuenta de que el camino para que el fútbol femenino y el masculino no ya se equiparen, sino que se acerquen, es muuuuy largo.

        Un placer charlar contigo. Está bien que se anime esto un poco, que está muy apagado últimamente y más en verano. Yo intento hacerlo de vez en cuando, cuando puedo, pero parece que a la gente sólo les motiva a escribir la maldita y pueril guerrita consolera, jaja.

        Un saludo, Almudena. 😉

        • Hola de nuevo, Choroman, perdóname, que he estado este mes a mis cosas y no he podido leerte hasta ahora.
          Estamos de acuerdo en varios puntos, pero no quiero considerar el dinero el eje de todo. Un ejemplo claro de esto es la selección femenina de Estados Unidos, quienes generaban más dinero que sus compañeros masculinos. Y, sin embargo, hasta hace unos años, tampoco se les prestaba atención. Y esto no es un problema económico, sino una cuestión del machismo estructural que vertebra nuestra sociedad. Por ello, me niego a reconocer que el dinero sea el único tema relevante a la hora de tratar este tema, aunque también importe y nos haga realizar previsiones más realistas de la evolución del fútbol femenino.
          En primer lugar, mencionaste que las audiencias son el indicador principal del interés y relevancia de un deporte, y aunque es cierto que las audiencias son importantes, no podemos reducir la valoración de un deporte únicamente a este factor. Hay otros aspectos igualmente relevantes, como la calidad del juego, la pasión de las jugadoras y las historias personales que inspiran a las personas. Además, comparar un Barça vs Madrid en un deporte tan popular como el fútbol con un certamen de poesía medieval es un tanto exagerado y simplista. Cada deporte tiene su público y su encanto, y no es justo desestimar otros deportes solo por no tener las mismas audiencias. Además, esta tendencia está cambiando, como ha demostrado la enorme visibilidad que ha tenido este Mundial Femenino, en el que ha ganado España, aun teniendo todo en contra. Muchas jugadoras también han mencionado que los partidos serían mucho más visibilizados y consumidos si hubiera buenos convenios con las plataformas que televisan el fútbol, por ejemplo, DAZN. Si no se televisa, evidentemente los espectadores no pueden verlo. Por tanto, hablamos de unas audiencias condicionadas.
          En cuanto a los sueldos, es cierto que jugadoras como Alexia Putellas merecen un salario acorde a su talento y éxito, pero no todas las futbolistas tienen su nivel de reconocimiento y, por lo tanto, sus ingresos pueden ser mucho más bajos. El problema radica en la disparidad salarial entre géneros en el deporte, donde los hombres a menudo ganan mucho más que las mujeres en deportes similares. Esto no es simplemente una cuestión de dinero, sino un reflejo de desigualdades profundas en la sociedad que deben abordarse. Y ya no solo eso, sino que tampoco gozan de los mismos convenios laborales, lo cual dificulta todavía más su profesión.
          Sobre el aspecto físico, es importante destacar que el deporte femenino ha avanzado significativamente en términos de preparación física y nivel de competencia en los últimos años. La idea de que las mujeres no pueden mantenerse físicamente en deportes competitivos es un estereotipo desactualizado y no refleja la realidad actual. Como bien comentas, hay jugadores masculinos que muchas veces demuestran no estar a la altura física que merece su deporte. Y, sin embargo, de nuevo, con muchas más ventajas a su lado que en el deporte femenino, que parece que tiene que quedarse con las migajas.
          En cuanto al activismo LGTBI+ y el papel de Megan Rapinoe, es importante destacar que la visibilidad y el apoyo de figuras públicas pueden ser poderosos para impulsar el cambio social. No se trata solo de utilizar la fama, sino de usar la plataforma que tienen para promover la igualdad y la inclusión. Son un altavoz, así que es lógico que lo usen. Respecto a las personas trans en el deporte, es importante escuchar a las voces de las personas trans y encontrar soluciones equitativas que respeten sus derechos sin discriminar a las atletas cisgénero. El debate sobre este tema es complejo y debe abordarse con sensibilidad y comprensión, como te comenté la última vez. No voy a entrar en generalizaciones.

          En conclusión, aunque estoy de acuerdo contigo en que debemos ser críticos y realistas sobre el progreso en el deporte femenino, es importante recordar que el cambio es posible y que las voces de quienes luchan por la igualdad y la justicia en el deporte son fundamentales para impulsar ese cambio. El fútbol femenino y otros deportes femeninos están en constante evolución, y con el tiempo, es posible que veamos una mayor igualdad y reconocimiento en estos campos. De verdad, pienso que será así, aunque lleve generaciones. El diálogo y la concienciación son pasos importantes en esta dirección. Esta misma conversación es un ejemplo de ello. Y, quizás, por esto también es tan importante expulsar a personajes como el señor Luis Rubiales, entre otros, de nuestro deporte, dado que su machismo recalcitrante no está a la altura de nuestro deporte, ni del respeto que mostramos ni de los valores que compartimos.
          Un saludo, Choroman, espero que hayas pasado un buen verano.

        • Hola, Almudena.

          Está claro que aunque coincidamos en algunos puntos de vista, tenemos distintas opiniones sobre el tema. Creo que más romántica la tuya y más fría y de persona desengañada de todo la mía. Eso es bueno, si todos pensáramos igual no sólo no habría sano debate, sino que la vida sería muy aburrida.

          Sólo añadiré una cosa, sobre el impresentable Rubiales, con quien se me acabarían los calificativos de gañán para arriba. Me parece surrealista que a un tipo que presuntamente está de corrupción hasta las orejas lo vayan a echar (y les está costando, eh) por lo del beso. No voy a entrar en el cambio de discurso y actitud de Jenni y resto de jugadoras pasando del cachondeito a la cara seria, lo que sí voy a decir es que el paralelismo es evidente con el caso de aquel Al Capone hasta arriba de todo tipo de delitos y que finalmente fue procesado y condenado delito fiscal. Pues bienvenido sea, este tipo de personajes deben ser fulminados de la vida pública y sus cargos lo antes posible y de la forma que sea.

          Esa imagen echándose mano al paquete, a dos metros de la reina y la infanta, y en medio de todas las autoridades, en un evento que tivo repercusión mundial… que representas a España, tarugo, eras el presidente de la RFEF, no puedes/podemos dar esa imagen. Vergonzoso. Todo. Eso, lo del beso, lo de coger como un saco a Athenea, lo de ir baboseando a todo el equipo, chulo de mierda, tipejo repugnante, troglodita… en fin, que me caliento, espero que su cercanía con el partido del gobierno y lo que dicen que calla no sean óbice para fumigarlo del todo.

          Un saludo.

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