Dead Synchronicity, el apocalipsis de los sentimientos

Todo fueron buenas sensaciones cuando supimos de la existencia de Dead Synchronicity, la aventura gráfica de los hermanos Oliván & Cía. No hemos apartado la mirada del trabajo de Fictiorama Studios desde su campaña de Kickstarter, nos congratulamos por su fichaje con Daedalic Entertaiment y hasta nos invitaron a desayunar.

Dead Synchronicity

Si algo le debemos al fenómeno del desarrollo independiente es que haya empujado a muchos jugadores a dar el siguiente paso y convertirse en creadores. Dead Synchronicity, así como Fictiorama Studios nace de la pasión de sus fundadores por las aventuras gráficas de los 90, edad dorada del pixel hunting, los tentáculos conquistadores y los pollos de goma con polea. A pesar de tener unas influencias caracterizadas por el humor Dead Synchronicity ha resultado ser una de las aventuras gráficas más crudas y adultas de la última década, o eso es lo que nos ha dejado entrever la beta a la que hemos tenido acceso y de las que podrán disfrutar en breve los backers de su campaña de Kickstarter.

Un fenómeno conocido como «La Gran Ola» ha devastado nuestro planeta (incluso puede que algo más) convirtiendo el mundo que una vez la humanidad conoció en un yermo en ruinas dónde sólo sobreviven los que están dispuestos a «hacer lo que debe hacerse». Nuestro protagonista, Michael, despierta en un campo de refugiados sin recuerdos de quién o qué era antes del cataclismo que ha desolado su especie.

Dead Synchronicity

La beta que hemos podido jugar nos muestra los primeros cuatro actos de esta aventura post-apocalíptica, suficiente para que sus personajes, sus escenarios, sus composiciones musicales y sobretodo sus historias consigan hacernos sentir. Sentir como hace tiempo que un servidor no sentía con un videojuego, tristeza, tensión e incluso miedo. Dead Synchronicity viene dispuesto a mostrar el lado más crudo de la ciencia ficción, situaciones y situados que odiaremos, amaremos, salvaremos o condenaremos a lo largo de nuestro horrible periplo por un mundo donde la línea del bien y el mal se encuentra sepultada entre sangre y desolación.

Dead Synchronicity es una aventura gráfica que respeta las normas de cualquier representante del género que se precie. No parece que este retoño al que están dando a luz poco a poco en San Sebastián de los Reyes vaya a pretender inventar nada, de revolucionar el género o de desmarcarse de otros competidores lanzados en los últimos años, lo cual no quiere decir que Dead Synchronicity no vaya a ser -y me atrevo a prometeros esto personalmente- una de las experiencias más necesarias del año.

Dead Synchronicity

Estamos ante una aventura gráfica conservadora con un sistema de inventario tradicional con objetos que tendremos que encontrar, usar y combinar para dar solución a los diversos puzzles que se nos pongan por delante. Los puzzles son del todo lógicos y aquí está la parte de respeto hacía las normas del género de las que hablaba antes, todos los rompecabezas y el uso de cualquier objeto es coherente con el mundo creado por y para Dead Synchronicity, no hemos encontrado ningún problema a resolver que necesitara de una combinación ilógica de objetos.

La composición audiovisual que los hermanos Luis, Mario y Alberto Oliván han conseguido junto al arte gráfico de Martín Martínez es de poner en un museo. Si además contamos con el apoyo de Alfonso Azpiri ya tenemos un dream team de artistas. Mentiría si dijera que no he estado cerca de llorar con la puesta en escena de algunas de las historias más crudas. Podeis haceros una rápida idea escuchando parte de una melodía compuesta por Alberto Oliván (debajo de este párrafo) que suena en una caravana donde vive una chica con un trauma severo después de haber sido violada y abandonada a su suerte. Hasta ahí puedo contar. Por supuesto me he encontrado con momentos en los que las animaciones están menos elaboradas de lo que deberían o con bugs que estropeaban la experiencia jugable, todo cosas esperables y perdonables en una versión beta de un juego que se lanzará dentro de unos meses. En el análisis final valoraremos el acabado definitivo del apartado técnico de Dead Synchronicity como es debido.

Mi leve escarceo con Dead Synchronicity me permite asegurar que estamos ante uno de esos proyectos que nunca deberíamos dejar pasar y que deberíamos, al menos, hacer el esfuerzo de probar y comprobar si su historia, quizás su atractivo principal, consigue atraparos, desgarraros y no soltaros en ningún momento como lo ha hecho conmigo. La aventura gráfica española está de enhorabuena últimamente con lanzamientos como este Dead Synchronicity y Randal’s Monday, incluso podría ser mejor si The Weird Story of Waldemar, The Warlock hubiera conseguido sobrevivir a su lanzamiento. Dead Synchronicity se pondrá a la venta el 10 de abril para PC, Mac e iOS y gracias a la distribución de Daedalic Entertaiment contará con voces y textos en inglés y alemán así como con subtítulos en castellano, italiano, francés y ruso. Y un apunte final, la única edición física sólo estará disponible en Alemania, para nuestro descontento.

Aclaración: Lo que hemos jugado es el juego completo, pero en versión beta de desarrollo. Es decir, la primera entrega de Dead Synchronicity se compone de tan sólo los primeros cuatro actos de la historia, para conocer más sobre La Gran Ola y la historia de Michael tendremos que esperar a una secuela.

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