«Backbreaker Vengeance es el NBA Jam del Fútbol Americano» [Análisis Xbox 360]



Facilidad de uso, acabados de nivel y opciones multijugador para pintar un arcade inspirado en un deporte minoritario en España. Esos son los principales ingredientes de Backbreaker Vengeance, para mi uno de los títulos más adictivos del catálogo del bazar de Xbox Live. En facilidad de control y en pasarse las reglas del deporte por el forro es muy similar en concepción a NBA Jam aunque bien es cierto que el fútbol americano quizá no levante tantas pasiones a bote pronto, lo que es una lástima, porque este juego tiene un potencial tremendo para enganchar. Y si encima juegan dos simultáneamente, el vicio se dispara hasta cotas de títulos clásicos míticos.

En Backbreaker Vengeance la acción está encauzada en diferentes modos de juego. Todos y cada uno de ellos son variantes que giran alrededor del Touchdown: o te toca defenderlos o te toca realizarlos. En ambos casos, además de tener que lidiar con el resto de jugadores, a medida que vayáis superando niveles iréis encontrando más dificultades, como obstáculos, zonas que no se pueden pisar, etc.

Tackle Alley: con la pelota a cuestas deberemos llegar a la zona de touchdown cueste lo que cueste, esquivando defensas y superando obstáculos .
Vengeance: aquí ejerceremos de defensas y debemos evitar que el jugador rival consiga marcar.
Supremacy: rondas sucesivas en las que varios jugadores competirán por anotar en primer lugar. El jugador peor clasificado de cada ronda ejercerá de defensa.

Potenciado por el motor Euphoria, Backbreaker Vengeance es visualmente espectacular, pero no en cuanto a efectos o acabados, sino en lo que respecta a la contundencia de las animaciones de los personajes. Tiene un feeling a recreativa de los tiempos de Dreamcast que le dota de un encanto a lo Virtua Tennis – de los buenos, de los primeros – indiscutible. Ver a un defensa saltar en el aire para detener el avance de un jugador ofensivo y presenciar como ambos salen despedidos tras el impacto o cuando un jugador intenta superar un obstáctulo y falla en el cálculo de las distancias y tropieza es todo un show que merece la pena disfrutar en la repetición que se sucederá después de la finalización de la acción.

Backbreaker Vengeance es un arcade deportivo de esos que te calan hondo. Más allá de que te guste o no el fútbol americano, si disfrutas haciendo el cafre te lo pasarás en grande. Vale, se echa en falta una mayor diversidad en los modos – un modo partido sin estrategias ni nada parecido sería una perita en dulce – pero lo que hay tiene potencial para divertir durante un buen montón de horas.

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