A estas alturas todos sabemos que Gamelab, que se celebrará de aquí un mes, es un evento dedicado para desarrolladores, o esa es la idea, de renombre a nivel Europeo. Es curioso que la organización haya confirmado la presencia de Don Nguyen, creador del famoso y copiado Flappy Bird junto a pesos pesados de la industria para el evento de este año.
La verdad es que los más puristas sobre la creación de videojuegos estarán tirándose de los pelos al juntar en un mismo sitio a alguien que ha triunfado con su primera intentona con un juego así y alguien que ha trabajado toda su vida de ello, como Tim Shaffer, con juegos cuidados. A mi no me toca decidir si la decisión es acertada o no, sino al público que pagará su dinero por ver las conferencias.
Según el volumen de gente en cada una de ellas se verá el interés por el invitado y su conferencia, solo espero que no sea una maniobra de la organización para crear hype y generar visitas al evento por el morbo.
Aunque no os dejéis engañar, auguro que la conferencia de estará llena y posiblemente más por la curiosidad que de interés. En este mundillo en el que se cuida a las vacas sagradas, cuesta adaptarse a los nuevos tiempos en los que cualquiera puede llegar al Valhala de los dioses gamers sin pasar las penurias y dificultades de los que antaño sufrían noches de insomnio por acabar y perfeccionar un producto. Desarrolladores, artistas, programadores y la gran cantidad de gente que me dejo que se preocupaba de su juego sin importar una fecha de salida puesta por un estudio.
Pero no nos desviemos del tema, la noticia es que Don Nguyen viene al evento y que puede ser una buena forma de entender la nueva forma de hacer videojuegos, a la par que «aprender» de la gente que vive el sueño de muchos, vivir de esto.
El Happy Bird sí que es un bluffado de cojones, pero tela. Se ha vendido, ha levantado la liebre… truñaco, todo plenamente representativo de estos tiempos (de mierda) extraños.
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