Después de haber perecido, de repente una entidad te resucita en el cuerpo de un androide y resulta que has sido informada de que han pasado dos milenios desde que la humanidad se extinguió. Y para colmo te necesita para afrontar los desafíos de un mundo al borde del abismo, lleno de IAs corruptas que a priori iban a salvarlo.
Pues Crymachina plantea precisamente todo esto envuelto en una trama oscura que bebe de los clásicos de la ciencia ficción con ciertos elementos únicos… y sí, también muchas waifus.
Un isekai futurista
Pues sí, resulta que en Crymachina nos adentramos en un futuro remoto donde la humanidad ha desaparecido. La trama nos pone en la perspectiva a Leben, la protagonista, quien inicia su viaje en el juego bajo circunstancias únicas: su propia muerte por una enfermedad cardiaca que afectó a la mayoría del planeta.
El caso es que a través de un enigmático giro, Leben despierta 2,000 años después de la desaparición de todo rastro humano, encontrándose en un mundo al borde del abismo. Sin embargo, un ambicioso proyecto comandado en parte por diversos androides llamados E.V.E y otros seres antropomorfos, se erige como la última esperanza para el resurgimiento de la especie humana, del que nuestra protagonista es parte esencial para el cometido.
Objetivo: Recuperar la humanidad
Es en una nave estelar donde se alberga toda esperanza en forma de múltiples IAs, cada una especializada en distintos aspectos humanos, que van desde la ciencia hasta la cultura. Su misión es trabajar en conjunto para restaurar a la humanidad a su antigua grandeza aplicando las Leyes de la Robótica de Asimov a una serie de androides del que ahora somos parte.
Este aparente salvavidas, sin embargo, se ve ensombrecido por un contratiempo. Propator, la IA que gobierna el sistema ha desaparecido, y otras IAs (llamadas Deus Ex Machina), originalmente programadas para colaborar en la resurrección de la humanidad aplicando esos principios, se han corrompido transformándose así en una amenaza a erradicar. En un mundo donde la esperanza de la humanidad está en la cuerda floja, es cuando nuestras protagonistas encarnadas en seres mitad humanos y mitad máquinas, llamados «E.V.E», entran en acción para hacer entrar en razón a estas inteligencias artificiales.
Un hack & slash bien traído
Pues esta sería la premisa de este título desarrollado por FuRyu y distribuido por NIS America en Occidente, un action RPG con mecánicas hack & slash basado en fases (no muy extensas la verdad sea dicha) donde tendremos que eliminar enemigos y cumplir ciertos objetivos para conseguir restaurar dichas IA y de paso conseguir ExP, que en esencia es lo que permitirá recuperar humanidad a las citadas E.V.E. además de poder subir sus parámetros, Y es que sin ir mas lejos estamos ante un propuesta jugable que, sin ser perfecto, realmente funciona bastante bien, siendo más o menos ágil y gratificante cuando logras encadenar combos y adaptarte a los contraataques y esquiva para freír a los enemigos con nuestros ataques.
Y ya sea cuerpo a cuerpo o a distancia. Porque sí, podemos optar por un estilo u otro según a la personaje que controlemos en ese preciso momento (hasta tres), algo en los jefes más difíciles será esencial saber por quién confiar. Decir que a veces se me ha hecho bastante complicado el combate de turno en según qué jefes.
Para ello siempre podremos cambiar de dificultad cuando queramos, mediante el llamado modo casual que sirve para centrarnos en avanzar sin muchos problemas. Pero lo más importante es ir asignando la experiencia nada más podamos, ya que la dificultad depende en gran parte de nuestro nivel de personaje.
Personalizando a nuestras androides
Aún así el juego nos ofrece una serie de mejoras para personalizar y maximizar stats a nuestras personajes y adaptarlas a nuestra manera de jugar. Por ejemplo podemos elegir qué mejoras asignar a nuestras armas, maximizar y combinar a nuestros Auxiliaries (algo parecido al mag de NieR Automata más o menos) para que podamos recurrir a él más veces y durante más tiempo, así como mejorar sus ataques y demás movimientos de apoyo. Para aprovechar mejor esto de la recolección de mejoras y objetos, el juego cuenta con un área opcional llamada Sub Network donde, ingresando coordenadas de cinco dígitos que se encuentran en los documentos recopilados durante la exploración o incluso al azar, podremos explorar fases extra.
En estas áreas nos encontraremos con numerosos enemigos, pero también conseguiremos obtener equipo y objetos que fortalecerán a nuestros personajes. Además en algunos de estos niveles, encontraremos enemigos más poderosos que, al ser derrotados, te recompensarán con loot único. Eso sí, para este subgénero de juego, la estructura (para bien y para mal) tiene mucho de títulos free-to-play como podrían ser Punishing: Gray Raven.
Esto es porque el loop jugable es muy del estilo al basarse en misiones que se desarrollan de manera similar entre sí, con la simple tarea de llegar al inicio de una fase (bastante lineal), enfrentar oleadas de enemigos y finalmente lidiar con un jefe o similar al final del mismo.
De tardeo tomando té con las amigas
Como decía, mencionaba esto de parecer a veces F2P en algunos momentos es porque también entre misiones no hay realmente un “hub” jugable como tal, sino que gran parte de la historia así como la gestión de la progresión del personaje y la mejora de atributos ocurren entre estas misiones por medio de menús.
De esto decir que la mayor parte de la trama se cuenta en una serie de escenas que se irán desbloqueando a medida que avancemos, donde vemos a las protagonistas tomando tranquilamente té donde se desvela más del trasfondo de la historia y de los personajes, un poco a lo Soul Hackers II o Persona 5.
Estas conversaciones, dentro de lo que podríamos esperar, lo cierto es que resultan bastante naturales e incluso hay momentos de humor que se agradecen. Más sabiendo el trágico transfondo de la historia, algo que a nuestra protagonista le sorprende (y confunde) mucho sabiendo en qué situación se encuentra todo ahora. Básicamente las charlas giran en torno de sus comidas favoritas, películas, recuerdos de sus familias antes de morir, impresiones mutuas, planes de futuro cuando alcancen el objetivo común…y mucho de Yuri en esta sección de la aventura.
En definitiva
Eso sí, tienes que estar bastante motivado para exprimir todo lo que ofrece Crymachina. Digo esto porque el juego es repetitivo como él solo y lo de las «Subnet» no arregla para nada esto, ya que son misiones similares al resto del juego. En fin, que ya desde el principio el jugador ya se irá dando cuenta que la fórmula apenas se alterará durante el resto de la aventura (dura unas 15/20 horas sin entretenerse mucho), por lo que la sensación de monotonía está ahí muy presente.
Lo que rompe un poco esto, las citadas reuniones de té, personalmente me ha gustado y se agradecen, pero también se nota que las conversaciones se pueden alargar demasiado y al final se vuelven tediosas con el tiempo.
En fin, que a pesar de ser un juego bastante repetitivo, Crymachina no deja de ser un buen RPG de acción, con las siempre interesantes influencias de juegos como NieR y Drakengard (y la precuela espiritual del mismo estudio que Crymachina: Crystar), así como las referencias a escritos de Isaac Asimov que se adaptan genial en la narrativa. Las chicas, tanto amigas como enemigas, son muy carismáticas y tienen muy buen diseño.
Y lo cierto es que la historia post-apocalíptica que se cuenta (en inglés con voces en japonés, por cierto), esa necesidad de ayudar a que se conviertan en “humanas” y la intriga por resolver el misterio que rodean a las IAs corruptas no deja de ser un reclamo por el que vale la pena enfrentarse y que no habría que dejar pasar por alto tan fácilmente. [77]