¿Sabéis ese momento, en el que tienes un recuerdo feliz sobre un juego o película de hace años y, cuando la ves de nuevo o lo juegas de das cuenta de lo mal que envejecen? Pues eso es justo lo que me ha pasado cuando he vuelto a Diablo II, gracias a Diablo II Resurrected en su beta cerrada del pasado fin de semana.
Seamos justos, Diablo II es y será siempre un roba horas
Porque no os quiero engañar, siempre, o casi siempre para ser más justos, cualquier loot game con generación «aleatoria» de escenarios va a engancharte. No te mientas, lo sabes, ese picorcito de la siguiente run para mejorar x item lo tenemos todos y Diablo II en eso, fue un maestro. Pero la base, cuando es tan potente, es capaz de tapar determinadas cuestiones de diseño que, a la larga y en perspectiva, vuelven un engorro el juego. Además Blizzard ya sabéis que suele maltratar bastante al jugador europeo y en la beta lo hemos sufrido: lag, desconexiones, etcétera… por lo que, en la beta abierta de este fin de semana, lo mismo os encontráis con los mismo problemas.
¿Por qué no un Diablo II Resurrected TOTAL
¿Total? Sí. ¿Por qué Blizzard lo único que ha hecho es darle cuatro pinceladas al arte de Diablo 2? Lo malo de Diablo II sigue ahí: el inventario, los textos de los PNJ, los bloqueos en las esquinas angostas o las puertas estrechas… muchas de estas cuestiones se solucionaron en Diablo III y no entiendo el motivo por el que no coges la base jugable, perfectamente adaptada a cualquier combo de control y lo trasladas en el tiempo al sistema, lore y mapas de Diablo II. Eso es un Resurrected de verdad y no lo que muchos jugadores se van a encontrar cuando paguen el dinero que vale el juego, que por cierto, no es poco.
Porque lo recordamos, Diablo II es y será siempre un juegazo, pero ha envejecido mal, muy mal, no por el sistema de juego, sino por lo que lo rodea: menús, gestión de item, enterarte del lore cuando hablas con los PNJs; todo eso lastra cuando han pasado tantos años y has jugado a Diablo III o PoE y pensabas que eso estaría superado. Ahora vuelves por la nostalgia, pero te das cuenta de que los juegos antes eran incómodos y feos. Por esos los viejos recordamos los hardcore games con nostalgia plena, pero claro, también te das cuenta de lo cómodo que estas ahora y, ¿de verdad quieres volver atrás? Yo me lo pensaría.