A menos que viváis en una cueva, muy probablemente hayáis oído hablar de Genshin Impact, el fenómeno chino desarrollado por MiHoYo inspirado en Breath of the Wild que está cosechando un éxito espectacular en sus dos primeras semanas de vida. Hablemos de mi experiencia con él.
Más que una simple copia de Breath of the Wild
No han sido pocos los que han criticado el parecido, tanto a nivel estético como de diseño de mundo, de Genshin Impact con The Legend of Zelda: Breath of the Wild. Basta un simple vistazo a ambos juegos para darse cuenta de la fuerte inspiración que ha tomado el título chino del gran éxito de Nintendo. A nivel artístico, son juegos muy parecidos en cuanto a cómo tratan la configuración de su mundo y, además, el mundo abierto que ofrecen ambos juegos guarda muchas similitudes.
No obstante, podríamos decir que aquí se acaban las comparaciones entre ambos juegos. Si bien Genshin Impact ha sido catalogado por muchos haters como una copia barata de la última entrega de Zelda, con tan sólo entrar en su mundo y jugar sus primeros compases nos daremos cuenta de las diferencias que existen entre ambos juegos. La presencia de algunos elementos de Breath of the Wild es evidente, pero Genshin Impact ha decidido también añadir los suyos propios para que, una vez en faena, nos centremos más en el título como una entidad independiente y no como una copia.
Un combate realmente dinámico e interesante
Donde más se nota la esencia de Genshin Impact es en el combate y en todas las combinaciones posibles que existen entre los diferentes elementos. Es aquí donde este decide sacar su arsenal propio y usar las sinergias entre elementos para crear reacciones en cadena que generarán unos combos espectaculares con los que derrotar a los enemigos. Por ejemplo, podemos sobrecargar con un personaje especializado en el elemento eléctrico a un enemigo y hacerlo estallar con un personaje de fuego para así causar una gran cantidad de daño. Las combinaciones son muy numerosas y aportan un gran dinamismo al sistema de combate, ya de por sí divertido, de Genshin Impact.
Sin embargo, el combate del título chino no acaba aquí. Además de las combinaciones de elementos, cada personaje se especializará en un tipo concreto de arma, con sus combinaciones de ataques y combos que podremos intercalar con sus habilidades especiales, pertenecientes al elemento al que pertenece cada personaje. Como podréis imaginar, esto convierte el combate en este título en su mayor y más interesante baza, y es el elemento que lo separa por completo de Breath of the Wild, a pesar de que las apariencias puedan engañar.
El free-to-play como debería ser
Por último, Genshin Impact cuenta con un modelo de negocio free-to-play perfectamente implementado. Normalmente, los juegos free-to-play contruyen por completo su game loop en torno a que el jugador pase por caja si quiere avanzar rápido y mejorar a buen ritmo, bloqueando conscientemente muchas veces el camino para “obligar” al usuario a dejarse dinero en el juego. Si bien cuenta con estos métodos, no pone el juego al servicio del modelo de negocio, sino que lo hace al revés: es el modelo free-to-play el que está al servicio de Genshin Impact. Obviamente, gastar dinero en el juego te dará más ventajas y oportunidades para conseguir personajes y equipamiento de primera calidad, pero, al menos yo, no he sentido la necesidad en ningún momento de hacerlo en los primeros 20 niveles de aventura del juego.
Con esto, no pretendo defender que un modelo de negocio sea mejor que otro o que haya técnicas moralmente cuestionables a la hora de vender un videojuego, pero gran parte del éxito que ha tenido Genshin Impact va ligado a lo bien que ha implementado el modelo free-to-play en el juego y a cómo permite a cada jugador avanzar al ritmo que quiera. En definitiva, estamos ante un juego que, para muchos, nació como una copia de Breath of the Wild pero que ha demostrado brillar con luz propia y plantear una propuesta firme e interesante.