Wii U. Esa consola «conocidamente desconocida» que Nintendo lleva mostrándonos desde hace algo más de un año. Consola que supuestamente tendremos en las tiendas a final de año y que muchos no le acabamos de pillar el truco. Esa precisamente, es la que hemos tenido oportunidad de probar y vamos a contar lo que nos ha parecido.
Al igual que ocurrió con Nintendo 3DS en su día y en una estrategia que considero adecuada, Nintendo ha querido mostrar a los medios su nueva consola durante esta semana, sobre todo para los que no estuvimos en el E3. Esperemos que pronto lo realice con el público general como en su día hizo con la portátil. En este sentido por tanto, nada nuevo se ha dicho ni hemos visto, que no hayamos podido ver estas semanas atrás, pero tenerlo en la mano, cambia las cosas.
Desde las ferias y los comunicados de prensa, se iniste en que Wii U es una consola que hay que probar, para ver su elemento distintivo o diferenciador. En este punto, Nintendo vuelve a tener la razón y todo ese «WTF!?» que genera la consola cuando la vemos en vídeo, comienza a tener algo más de sentido cuando lo tenemos en las manos. Ocurrió con la tecnología 3D de la pequeña portátil y ocurre de nuevo con el cacareado nuevo mando de la consola: tienes que tenerlo en las manos y actuar con el, para entender de que va el rollo. ¿Y de que va el rollo?
«El rollo»… digo, el mando
Pues es «el rollo» es más pequeño -o tan grande- como te parece en un principio. Evidentemente es mucho más grande que un mando habitual de consola con sus sticks debido a la dependencia de la pantalla que lleva insertada. Lo más habitual es decir que es como un iPad -o cualquier otra tableta- un poco más gordo, un poco más pequeño y con botones, crucetas, sticks, etc. Es más ligero de lo que parece en un principio – aunque no tanto como «el trasto» de Apple- y no cansa cuando estás con el en las manos, al menos en el rato que lo tuvimos – que a pesar de la hora y media no es mucho, porque fuimos a la carrera. Se ha reforzado por detrás con unas formas que sirven de agarraderas que lo hacen mucho más ergonómico y fácil de coger y manejar. Pese a las imágenes y vídeos que hayas visto, todo está colocado en el sitio que debe de manera sorprendente.
Digo sorprendentemente, porque todo el mundo se ha extrañado de la colocación de los sticks y os puedo asegurar que aunque al principio, tiendes a colocar las manos como estamos acostumbrados en los mandos más pequeños, en unos segundos ya has cambiado sin darte cuenta a la nueva posición. Es donde instintivamente vas a tener los dedos con algo de ese tamaño. Ni más, ni menos. También los botones traseros están colocados de manera bastante cercana a los extremos, lo que facilita que podamos usarlo sin mayores problemas… si tienes unas manos normales. Creo que alguna persona con manos pequeñas podría tener algún problema. Solo es mi impresión.
Sin embargo, el hecho de que dependas de las dos manos en todo momento requiere un tiempo de adaptación. Ese en el que sueltas una mano y comienzas a por ejemplo, girar la pantalla con una, mientras tocas con el dedo de la otra mano algún botón. Acciones que te tiran atrás cuando las piensas, pero que te salen naturales a la hora de realizar movimientos. Ahí es donde reside la facilidad y la complejidad de uso del mando y donde Nintendo va a tener que confiar más que nunca en las third parties -o explicarles como sacar el mayor provecho- para que el nuevo dispositivo se aproveche al 100%.
La pantalla y sus botones reaccionan muy bien a nuestras acciones. Solo hubo problemas con Zombie U por mi parte y pienso que fue porque manejamos una beta en fase muy temprana (algún disparo que no se realizó al pulsar el botón o cierto retardo en alguna acción con el mando). Títulos más avanzados como los minijuegos de Nintendo Land o Rayman Legends ofrecen una respuesta inmediata a nuestras acciones. De hecho el título de Ubisoft llegaba a ser exigente en alguno de los puzzles con precisiones acusadas para colocar una rueda de pinchos girando el mando-tableta de manera que nuestro compañero de aventuras pudiese continuar con la fase. Muy divertido.
Hubo un par de detalles que no acabaron de convencer en general a los que estuvimos allí. El primero es la calidad de la pantalla. Si bien la consola luce muy bien en HD con los títulos coloridos que pudimos probar, cuando los ves en la pantalla del mando es como si perdieran vida. Le faltaba algo: brillo, contraste, ¿calidad? No se deciros exactamente que. Probablemente fuera – voy a pensar bien – porque las pantallas estuvieran ajustadas de una manera que aguantaran las largas sesiones con la prensa a lo largo del día o la iluminación de la sala, pero la sensación que te deja -si no quieres ser bueno- es que a esa pantalla le falta calidad… sobre todo cuando la comparas con la de la reciente PS Vita a pesar de ser más grande la del mando de Nintendo. Espero que fuera por una especial configuración del mando.
El otro «pero», es un tema ya más personal y que por ejemplo, también le ocurre al mando de PS3, y es que los gatillos -los botones traseros- no tienen «recorrido» para detectar cuanto estás pulsando el mando, con lo que se acaban de cargar todos los juegos de coches que no sean arcade de un plumazo para esta consola. Espero que sean capaces de cambiar este «pequeño» detalle.
Para los «graphic whore» darles la ración que esperan: si, la calidad gráfica de la consola está bien y luce magnífica en pantalla plana y en gráficos HD pero si esperas gráficos de nueva generación, olvídate de esto. El Pikmin, P-100 y los jueguecitos de Nintendo Land son un gustazo de verlos con esta calidad, pero -y de nuevo algo que ya sabemos- no llega al nivel gráfico deseado en una consola que se va a lanzar en 2013. Están muy cercanos a lo que conocemos en 360 o PS3 por el momento, pero sin exigencias.
El ejemplo más claro sería el port de Batman Arkham City, juego que ya lleva camino de un año entre nosotros. Su aspecto es muy bueno y hace bastante que lo jugué, pero mi cabeza me manda el mensaje de que es ligeramente -solo ligeramente- inferior a lo que vi y jugué en PS3. Así que no, no esperéis milagros, ya que ni siquiera Nintendo lo ha intentado con este hardware, en la línea de las últimas consolas de sobremesa de la década pasada. Es obvio de nuevo decir que ellos van por su camino y si quieres seguirlo o no, ya es opción tuya.
La consola en si no tuve oportunidad de cogerla, más que nada porque estaban en unas vitrinas para que no las tocáramos. No es muy grande, al igual que no lo son Gamecube o Wii. Es como la mitad de una 360 Slim para que os hagáis una idea, tanto en ancho como en grosor. No así en largo o profundidad, donde si se asemeja a lo que vemos en PS3 o 360. Lo que si da un poco de vista «retro» -para lo malo- son las pocas conexiones adicionales que tiene. No da pinta de ser un aparato muy puntero tecnológicamente cuando miras ese lado.
Como se sabe también, todos los periféricos de Wii son compatibles con Wii U. Así que si tenemos los mandos, las balanzas y demás trastos, no hará falta guardarlos en una caja con el antiguo sistema, ya que podremos usarlos sin problemas. De hecho, la configuración de todas las consolas allí presentes eran de consola + mando-tableta + 3 mandos de Wii y así fue como jugamos la mayoría de títulos al principio: de cuatro en cuatro – aunque luego ya nos desperdigamos. Y mantenemos esto de jugar en grupo en la memoria durante un rato, por favor.
Fuera hardware, dentro software
Vamos a los juegos. Teníamos disponibles las betas de Nintendo Land, Rayman Legends, Pikmin 3, Game & Wario, Batman Arkham City Armored Edition, Zombie U, Project P-100 y New Super Mario U. No pude jugar a todos porque no había tiempo material para hacerlo. Como dije antes, ibas a la carrera. Así que en el tintero se quedaron Mario y Wario. Del resto si os puedo comentar algo.
Lo primero que probé nada más acabar la charla fueron dos minijuegos de Nintendo Land. Concretamente los de Luigi’s Mansion y Animal Crossing. Ambos están diseñados por y para multijugador y es ahí donde reside su gracia. Con una mecánica sencilla al más puro estilo «corre que te pillo», uno de los jugadores hará de «jefe» manejando la tableta intentando coger a los demás jugadores. Los demás estarán con sus mandos tradicionales de Wii, bien buscando con su linterna mientras dure la pila o huyendo del fantasma (en Luigi’s Mansion), bien intentando recolectar caramelos mientras se vuelven gordos, lentos y cabezones (en Animal Crossing), en una carrera por ver quien consigue capturar o que no te capturen. Son muy divertidos. MUCHO. Así, con mayúsculas.
Si haces de master en la partida, tu podrás ver a todo cristo en la pantalla de la tableta, mientras el resto, solo se ve a sí mismo en su lado de la pantalla y a los compañeros, pero nunca al perseguidor. El que no sepas si estás siendo atrapado o no hasta que están encima tuyo, está perfectamente recreado (más en Lugi con la vibración del mando) en los minijuegos y los avisos entre la gente en plan «¡ven a rescatarme!», «¡corre que me pillan!» o «¡está aquí!» se suceden sin parar… Vamos, que estábamos para que cogieran una cámara y nos grabaran un vídeo promocional para la consola. Todo lo que un directivo de Nintendo puede soñar en Japón. Pura orgía monetaria y felicidad… siempre y cuando estés con gente alrededor… y que yo sepa, las tres personas adicionales no vienen como periféricos de la consola, ¿verdad?
Imagina que ahora estás solo y no en la situación que yo estuve. Imagina que coges tu mando tableta y juegas intentando cazar a la inteligencia artificial de turno… Pues eso.
Ahí es donde entran el resto de títulos que pude echar un vistazo. Batman lo vamos a obviar, porque todos conocemos sus virtudes y fue GOTY en esta santa casa del año pasado. Si te compras esta consola y no jugaste en PS3, 360 o PC -que ya tiene delito-, ya que viene con todos los extras incluidos y su nivel gráfico está parejo con las versiones de las consolas de sobremesa, compra obligada.
Zombie U. De los más seguidos, comentados y esperados según lo visto en el E3. Bueno, pues… le queda mucho, aunque el germen está ahí, listo para explotarse en condiciones. El tema del agobio presente por ser atacado en cualquier momento por un zombie es lo mejor que tiene este título, al más puro estilo survival de toda la vida en primera persona. El ejemplo más claro lo tienes cuando andas cacharreando con el inventario en la tableta y de pronto te están matando a mordiscos. ¡Si nenes, el juego no se congela!. ¡Van a por ti! Y si tienes una linterna, no se ve un carajo y si eres atacado a saco, puedes deshacerte empujando la tableta como si te estuvieses deshaciendo de un zombie que tuvieras encima… solo que no, y además tampoco.
El problema como he comentado antes, es que lo que vimos está en un estado muy temprano. Es decir: en alguna ocasión falló el control, las texturas son muy pobres -siendo condescendientes – y realmente se lo van a tener que currar para que sea lo que promete ser… a todos los niveles.
Rayman Legends, al igual que lo fue Origins, es una preciosidad. Pero de ver juegos no viven las compañías, ni los usuarios que los compran, si no de jugarlos. En este sentido, volvemos a tener un plataformas cojonudo, solo que resulta que si lo juegas con alguien, es mejor aún. El tema de que tengas que ir pasando las fases «a pachas» es una gozada en la zona de puzzles, aunque en la zona de plataformas, quizás lo convierta en un título demasiado fácil, al menos para el rato que estuvimos jugando. Es el juego en el que más noté la diferencia gráfica entre televisión y la pantalla de la tableta que comentaba anteriormente. Promete estar muy bien.
Pikmin 3 es otra de esas preciosidades gráficas llenas de colorido y que los usuarios más antiguos de Nintendo esperan como maná. Sigue siendo lo que hemos conocido toda la vida: liderar hordas de Pikmins para según la situación, pelear a muerte contra un enemigo o bien intentar hacernos con el objeto dependiendo de las propiedades de los Pikmins. Aquí el mando tableta no lo usé, ya que lo tenían como mapa del escenario y estuve todo el rato con el Wii Mote. No probé nada cooperativo, pero está muy chulo.
Como chulo está Project P-100, que te apabulla con la cantidad de cosas que se pueden realizar. El juego de Platinum Games es el que más cantidad de acciones tenía disponibles en la tableta, tantas que agobia un poco y demanda tiempo para hacerte con el control total del título… tiempo que no teníamos. Con un estilo visual de nuevo muy colorido y desenfadado, estaremos inmersos en una invasión alienígena en el que manejaremos a un grupito de personajes, cada uno con sus habilidades, en post de acabar con la invasión.
Movemos con un stick al jefe, mientras que con el otro vamos creando «líneas» de formación con los personajes, atacando con el botón X y escogiendo los elementos a usar con la cruceta. La pantalla táctil sirve para fijar las líneas de ataque y formación, antes de pulsar los botones o recoger supervivientes haciendo círculos. El tema de sumar las fuerzas de cada uno hace que nos transformemos en grandes elementos, como puños gigantes que destrozan cosas al atacar o pasando a ser una especie de gelatina para defendernos de los ataques. Es complicado de explicar sin la tableta en mano y el juego delante, pero tiene mucho potencial.
También pude echarle un vistazo a alguno de los nuevos juegos para 3DS, como Epic Mickey Power of Illusion o el nuevo Kingdom Hearts… pero sinceramente, Wii U lo acaparaba todo.
Conclusiones y pajas mentales…
Así pues, la sensación final es mejor que el hecho de ver sólo vídeos. En ese sentido, solo puedo recomendar que cuando se pueda ver, tocar y coger el nuevo mando, lo hagáis sin pensarlo dos veces, para ver si la experiencia consigue llenarte … o no.
Es pronto para sacar conclusiones y menos con dos horas de manejo cambiando de juego cada 15 minutos, pero la bendición y la pesadilla de esta consola, una vez más en la historia reciente de Nintendo, parece ser que será la misma: necesitas de gente para jugar y disfrutar de determinados títulos, y si están a tu lado, será más necesario aún para tener una experiencia completa.
Como habéis leído, donde mejor me lo pasé fue con los mini-juegos con la gente «a pachas«. Poneros en las situación de un padre de familia que tiene dos o tres hijos y compra una Wii-U para ellos Y -una vez más, con mayúsculas- tiene tiempo para jugar con sus hijos O BIEN, ellos se traen a los amigos del colegio para jugar en su casa Y hay mandos suficientes para todos. Bien, en ese caso, los títulos «sociales» van a ser la bomba al más puro estilo Mario Party de toda la vida.
Traslademos esto a edades más maduras y pensemos si esta situación se da en nuestras vidas. ¿Sigues jugando con tus amigos en casa? ¿Con qué frecuencia?. Son preguntas que DEBERÁS hacer antes de comprar esta consola. De hecho, son preguntas que ya tenías que hacértelas con Wii.
Olvídate de mandos tabletas, Wiimote, Balance Board, Kinect y/o Move. Son el McGuffin de las consolas. Son el continente, no el contenido del asunto. Siempre acabas acostumbrándote y aprendiendo a usar estos nuevos controles independientemente de si te gustan o no. Aprendemos nuevas formas de jugar, para luego dejar de sorprendernos con ellas.
A Nintendo -como a todas las compañías- le da igual hasta cierto punto, si le compras una consola y a las dos semanas te cansas de ella y la metes en un armario. Ya le has comprado la consola (sonido de caja registradora). Evidentemente quieren que te guste para que compres más juegos, disfrutes de ella y no hables pestes a ser posible, por no sacarle el rendimiento esperado. Pero si no te has hecho esas preguntas, y si aun habiéndolas hecho, tus respuestas fueron negativas y compraste la consola, luego no me vengas llorando, porque te va a ocurrir un «Deja Vu» en forma de Wii como un piano.
Bien es cierto que todo el tema de que va a ser la primera consola de Nintendo con una «verdadera» apertura hacia las redes sociales e internet, hará que podamos disfrutar de determinados títulos como lo hacemos hoy en día con PS3, 360 o PC en sus modos multijugador cooperativo o versus. Pero la propia filosofía de Nintendo siempre ha invitado a disfrutar de sus consolas con alguien. Y cuando digo alguien, digo alguien real. No virtual o a 600 kilómetros de distancia. Esto sigue estando presente en el ADN de la consola y de la compañía. Para bien y para mal. Ocurre con muchos de sus títulos más vendidos y ha sido aumentado desde el prisma de los títulos de Wii más generalistas. Con Wii U se va a explotar mucho más en todas estas conocidas direcciones. ¿Va a cambiar Nintendo algo que le ha funcionado? Ya sabemos la respuesta.
¿Entra en tu filosofía? Entonces la consola cuadrará contigo. Si no es así, evidentemente que tendrás títulos que encajen, como puedan ser Batman, Zombie U u otras propuestas que estén por llegar tarde o temprano. El tema es «cuando» va a cuadrar, porque a lo mejor, como con Wii, es al final de su ciclo de vida. Si va a potenciar este otro lado Nintendo -y las third parties– de manera que quede a un «fifty-fifty» el asunto y entre para todos los públicos es algo que no es que busque Nintendo, es que lo buscan todas las compañías y nadie lo ha conseguido.
Así que el día que salga Wii U y su nuevo mando, lánzate a probarlo con todas sus virtudes y defectos, pero no te olvides de mirar el catálogo de títulos y si se amoldan a tus gustos, porque será lo verdaderamente importante del asunto.