En los tiempos que corren es una verdadera faena que te digan que te has quedado sin empleo. Vivimos rodeados de ello y por desgracia la industria del videojuego no queda exenta del mal endémico del que no dejamos de hablar. Rovio, los padres de Angry Birds y otros tantos títulos, cumple lo que dijo hace unos meses y pasa la tijera en su plantilla.
Hace unas horas se ha confirmado que nada menos que 213 trabajadores (25% de la plantilla) han tenido que coger sus cosas y marcharse definitivamente de las oficinas de un estudio que parecía haber tocado el cielo. La reestructuración interna en la que se vieron inmersos ha hecho estragos y ahora tendrán que trabajar con menos personal para poder rentabilizar gastos, pues aunque Angry Birds sea un fenómeno de masas que personalmente creo que tiene fecha de caducidad, el resto de divisiones de la compañía ya no funciona como debe y hay que recortar por algún sitio.
Es lo que tiene entrometerse en diferentes industrias y extrapolar el producto, la marca, a otros mercados, que al final puede salir caro. Veremos qué sucede al final con la compañía, pero parece que les está llegando el agua al cuello poco a poco.
Fuente | Rovio
El Objetivo de Rovio era vivir de la marca, del producto.
Se dieron con un canto en los dientes al intentar crear una nueva IP, asi que toca ir tirando con lo puesto, y para eso no necesitas 1000 tios