Después de casi dos años God of War Ragnarok da el salto a PC, como lo harán todos los juegos exclusivos de Playstation en algún momento. Toda una fortuna para los que no lo habíamos podido probar y que nos estábamos perdiendo de semejante joya, porque el título de Santa Monica Studio tiene todo lo que se le puede pedir a un juego.
Con las mismas bases
La historia de God of War Ragnarok comienza donde la dejamos. Kratos y Atreus llevaron las cenizas de su madre a la montaña luchando contra los dioses nórdicos y eso despertó la ira de Odin y Thor. De entrada, a pesar de haber jugado al primer título hace varios años, es muy fácil volver a acostumbrarse a sus mecánicas.
El juego es el mismo en cuanto a cámara, combates y personajes, pero tenemos nuevas gráficas, una historia diferente y la sensación de que tenemos mucho por descubrir. Es más, todo comienza con una visita de Thor a la casa de Kratos y de entrada tenemos un combate espectacular.
Claro, alguien podría decir “¿otra vez lo mismo?”, pero en este caso es todo mejorado y con una sensación constante de tensión, ya que los dioses buscan venganza, mientras Atreus quiere respuestas.
A pequeños sorbos
Cuando me gusta mucho un juego trato de disfrutarlo lo máximo posible. Esto es lo que me ha sucedido con God of War Ragnarok. Cada nuevo escenario, combate o cinemática los disfruto e intento no perder de vista ningún detalle, porque es precisamente eso lo que tiene este juego, un cuidado a los detalles que invitan a explorar hasta el último rincón de sus mapas.
Al momento de la acción el título no desentona. Los combates son sumamente fluidos, divertidos e invitan a la variedad. Enemigos fuertes contra cierto tipo de ataques o la necesidad de utilizar ciertos combos para aumentar su nivel. A eso se suma la posibilidad de personalizar tanto a Kratos como a Atreus y jugar de forma coordinada, realizando coreografías espectaculares.
El punto medio entre el combate y la exploración son los puzzles, que también tenemos varios. Algunos necesarios para avanzar en la historia, otros para completar misiones secundarias, conseguir coleccionables o conocer más de lo que está sucediendo. Los acertijos a los que me he enfrentado hasta el momento no son difíciles, pero entretenidos, obligándome a usar las herramientas que tengo a la mano o en algunos casos obligándome a volver cuando cuente con lo necesario.
Una gran historia
God of War Ragnarok no desentona ni en su historia. El juego mantiene esa sensación de plano secuencia, donde los personajes interactúan constantemente y podemos seguir conociendo parte de esa mitología nórdica, que aquí se expande con nuevos personajes y lugares los cuales visitar. De igual manera todos mantienen su personalidad y los enanos siguen siendo un poco el descanso humorístico de la tensa situación.
Los diálogos, los diseños de personajes, incluso las batallas cinemáticas son un deleite e invitan a seguir explorando, incluso más allá del juego, acerca de estos personajes y la mitología. Todo se siente como una gran película interactiva de la mejor calidad.
Porque precisamente el hecho de tener el juego en PC permite realizar todo tipo de configuraciones a diferentes elementos y en mi caso, sin tener una computadora de alta gama, en el nivel medio todo luce sensacional.
Conclusiones
A pesar de haberle metido varias horas de juego a God of War Ragnarok, sé que no estoy ni cerca de terminarlo, pero es que intento disfrutar cada segundo. Este tiene todo lo que a mi me gusta de un videojuego y cada elemento encaja a la perfección, entregando momentos sorprendentes a cada paso.
Esta es la Playstation que todos conocemos. Juegos single player robustos, entretenidos y hermosos que le han dado nombre a la marca y que los han llevado a formar una comunidad fiel. Como ya pasó con Horizon Forbidden West, este es el camino, hacer lo que saben hacer, porque lo hacen muy bien.
