He jugado y amado a pocos juegos más que a Transport Tycoon. Esa maravilla de Chris Sawyer moldeó la forma en la que percibí los Videojuegos en Ordenador, de descubrir el potencial único de los compatibles. Su fórmula era algo impensable para lo que las consolas ofrecían.
Viniendo de una Nintendo 8 bits y con el antecedente de un Amstrad 464 en fósforo verde, el espectáculo que aparecía en la pantalla de mi reluciente 486 era tan inesperado como incomparable. El formato de estrategia amigable, accesible y que entraba por la vista era ganador. Tardé en soltarlo y aún recuerdo cuando hace pocos años descubrí que alguien lo había portado a Mac. Fue una alegría el saber que siempre podría volver a él.
Ahora, con este Railway Empire, me está sucediendo lo mismo que con los nuevos FIFA y PES: ya no siento la necesidad de recuperar del armario esa maravilla llamada PES 6. Quizá a nivel de jugabilidad siga siendo único, pero los nuevos juegos de fútbol evitan con otros argumentos, mayormente técnicos, que me sienta tentado de volver a conectar mi PS2.
Así, con Railway Empire noto que no tengo que regresar a Transport Tycoon para recuperar las sensaciones que me hicieron amar irremediablemente al clásico de Chris Sawyer. Y es que el juego de Gaming Minds proporciona muchos de los elementos que me hicieron enamorarme del juego de estrategia de trenes hace tantos años.
Para empezar el control en PS4 es perfecto. Muy posiblemente sea el juego de estrategia en consola que mejor se ha implementado en cuanto a jugabilidad. Sí, es cierto, no hay millones de opciones ni menús, no es una simulación compleja, pero es que no por ser más compleja un juego me parece más divertido. Es verdad que hay un par de acciones que me parecen un poco raras – la creación del tren y la compra de locomotora no entiendo que estén separadas – pero en general Railway Empire es una auténtica gozada de manejar.
A la facilidad de hacerse con él, el juego de Gaming Minds añade una propuesta muy amigable, con escenarios en los que disfrutar de los trenes. Porque en Railway Empire de lo que se trata es de pasárselo bien, ya sea quemando el dinero construyendo túneles para atravesar montañas y conectar dos estaciones o, simplemente, «conectarse» con el tren y recorrer las vías como si estuviéramos subidos a él.
En definitiva, Railway Empire es un videojuego indispensable si te va lo de construir vías de tren y disfrutar viendo como el mapa del juego cobra vida gracias a las idas y venidas de personas y mercaderías. Lo mejor que he jugado en el género desde el maravilloso Transport Tycoon.