Muy a su estilo, el estudio francés Dontnod nos trae Jusant, una aventura que parece simple, pero a medida que se desarrolla nos cuenta una tierna historia, donde las palabras sobran y el reto consiste en llegar a los más alto de la montaña.
Un paso a la vez
Aquí no estamos frente a un juego donde nuestro personaje tiene habilidades sobrenaturales a la capacidad de escalar a gran velocidad, así que cada paso cuenta. Debemos identificar la siguiente piedra de la cual agarrarnos, más aún cuando estas se encuentran en movimiento.
El otro tema importante es que el personaje se cansa. Realizar salto para alcanzar otros puntos de agarre reduce la barra de estamina y también es importante descansar de vez en cuando, porque una vez se termina la energía, el este se suelta y es necesario reiniciar la escalada.
Eso sí, Jusant nos da la posibilidad de poner puntos de anclaje, de manera que si caemos o se termina la estamina, podemos volver a comenzar desde un punto más cercano. Dichos puntos de anclaje también son útiles para realizar saltos entre muros o descender a ciertos lugares.
Tiempo de explorar
Jusant no solo se trata de escalar. Las diferentes bases camino a la cima se convierten en pequeños laberintos donde podemos encontrar muchos coleccionables, más de los que pensaba. Así que, si quieres completar el juego al 100%, es necesario tomarse el tiempo para explorar.
Conseguir notas, liberar animales o colocar piedras son solo algunos de los coleccionables disponibles y se encuentran bien escondidos. Incluso para nuestro pequeño compañero, que nos da pistas para encontrarlos, pero no resulta tan sencillo.
Por momentos, mientras se exploraba, noté inconsistencias en los controles o cambios en la cámara que me dejaban totalmente ciego, al parecer, por tomar un camino equivocado.
Pinceladas de variedad
Jusant comienza a mostrar cambios en las mecánicas de juego muy cerca del final del mismo y es una lastima. Es algo muy común en los juegos indie, que te muestra una mecánica interesante que se usa poco o en un momento muy puntual de la historia, dejando con ganas de más.
Cerca a la conclusión del título se juega con el viento o se escalan elementos en movimiento, algo que le hubiera caído de perlas si se usaban antes o incluso se mezclaban, dando un poco más de variedad al juego.
No me malentiendan. Jusant es un juego divertido y a pesar de las mecánicas simples logra entretener. La exploración también le aporta bastante. Pero una vez se llega a esa punto adelante en la historia, queda esa sensación de que hubiera pasado si dichas técnicas se implementan cerca del inicio.
Belleza en las alturas
Lo que no se puede negar es que el juego es hermoso. Desde la primera secuencia llena los ojos y a medida que se escala la montaña encontramos belleza en las estaciones y mirando desde las alturas.
Jusant no es un título con gráficos hiperrealistas o texturas muy elaboradas. Pero con lo que tiene logra descrestar, porque juega con los escenarios, los colores y la ambientación.
No puedo dejar de lado la música, que acompaña toda nuestra travesía y que es señal de que vamos por el camino correcto. Tonadas que relajan o presionan, dependiendo de la situación en la que nos encontremos y que calzan perfecto con el apartado artístico del juego.
Conclusiones
Jusant es un juego divertido, de corta duración, pero donde se disfruta cada segundo. Hermoso a nivel visual y con mecánicas sencillas, que evolucionan un poco cerca del final de la historia.
Es precisamente la variedad en las mecánicas lo que para mi le quita puntos. Porque Dontnod demuestra que pudo ser algo más. Mezclar esa jugabilidad compleja desde el inicio y que no se quede como una simple pincelada.
Sin embargo, estamos frente a un juego donde se puede explorar bastante, descubriendo secretos de una montaña solitaria, mientras la música nos guía por los peligros de este monte desolado. 80.