Todo el mundo hablaba maravillas de Ori & The Blind Forest y yo estaba mosca. Mosca porque he oído similares piropos a juegos de Ubisoft que, aunque muy bonitos, luego a mi me han parecido juegos sin inspiración ninguna en cuanto a jugabilidad.
Cartel de Ori and the Blind Forest
Sí, Ori & The Blind Forest es innegablemente preciosista, eso se puede ver en sus capturas y en sus tráilers, pero a mi me hace falta algo más para caer rendido con un juego. Pues bien, tras probarlo puedo afirmar que Ori & The Blind Forest tiene ese algo. El juego de Moon Studios tiene algo más que una cara bonita. Ori & The Blind Forest funciona y consigue un resultado muy similar al de Trine: que los mágicos gráficos y la no menos maravillosa música sean un complemento -de lujo, eso sí – al juego y no su único aliciente.
La combinación técnica y jugable también me recuerda a otros títulos como Never Alone, otro juego que entraba por la vista por la implementación de la nieve y el viento, pero que luego a la hora de jugar también respondía. Eso sí, a nivel técnico, Ori & The Blind Forest come aparte. Qué maravilla, por momentos parece una película de Disney o del estudio Ghibli.
Los 20 € que cuesta vivir la experiencia de Ori & The Blind Forest en Steam o en Xbox One, de momento me están pareciendo un ticket para el que hay que ahorrar para no perdérselo. Lo recomiendo muy fuerte para los que buscan una experiencia que merezca la pena, más allá de fórmulas quemadas o títulos vacíos. El título de Moon Studios es, sin duda, mucho más que una cara bonita.
