Para que luego digan que no hay ideas buenas en el mundo para hacer videojuegos que mejoren el ejercicio físico … Sigue leyendo →

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Bueno, al menos será el primer iPad que parece te has fumado... Otra formas de destruir tu iPad en el interior.

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Un nuevo formato para mostrar las imágenes en un básico sistema de 3D y unas gafas de cartón constituyen, junto a los 6 desafíos descargables en la edición normal, el gran aliciente de Batman: Arkham Asylum GOTY, la edición Juego del Año de uno de los mejores títulos del 2009. Sobre Batman: Arkham Asylum ya os comenté lo que me parecía en este análisis, así que me voy a limitar a contaros el tema de las 3D. Tengo que decir que el sistema de 3D es opcional y se puede activar o descactivar en cualquier momento. Y es algo que se agradece, porque no puedo decir que sea un placer para la vista.

Hay que conceder que, sin necesidad de un televisor 3D, Batman: Arkham Asylum GOTY consigue generar una ilusión de cierto relieve en lo que respecta a los personajes. Nada espectacular ni comparable al efecto de Avatar en una Sala preparada para las 3D, pero sí que se crea algo. Lo que pasa es que el efecto 3D viene acompañado por un desenfoque de casi todo lo que aparece en pantalla y que es muy molesto. Vamos, que el modo 3D lo he activado para probar qué tal iba y, al descubrir sus efectos secundarios, he tardado poco en desactivarlo. (más…)

Sendoh nos chiva los siguientes vídeos en los que se enseñan los interiores de dos compañías tan carismáticas como son Remedy (Max Payne, Alan Wake) y Valve (Half-Life, Portal). Primero el de Remedy y, tras el salto, el de Valve. Ninguno de los dos parece un mal lugar para trabajar, ¿Verdad?

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Mientras espero a que el corresponsal de AB en los States, jaumeAV, nos cuente sus primeras impresiones con el cacharro, … Sigue leyendo →

La ecuación inicial es sencilla, juego hecho en flash para PC + robot despiezado + cero pretensiones + mucho talento, resultado = arte. Estamos ante una obra de arte del nivel de muy pocos, Braid por ejemplo, si habéis jugado al título de Jonathan Blow sabréis a que me refiero. Machinarium es uno de esos títulos que se convierte en un clásico instantáneo de esos pocos que además rezuma por los cuatro costados sabor añejo y que consigue adeptos a medida que el boca a boca hace su trabajo.

 

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