The Game Awards son siempre la comidilla de los días siguientes a su gala. Un premio que busca imitar a los Oscar y demás premios similares, ademas de juntar a la creme dela creme de los videojuegos en un único espacio. Personalmente, no son santo de mi devoción. Son premios ampulosos que, si bien están votados por una mezcla de fans y jurado especializado, los diferentes resultados no suelen ser más que la síntesis de las corrientes jugabilísticas que nos mueven en nuestro día a día.
Yo voy por los anuncios
Vamos a reconocerlo, la mayoría de gente, y este es mi caso, ve The Game Awards por ser los primeros en apreciar los «World Premiere» que allí se enseñan. Entrecomillo el termino porque, siendo sinceros, gran parte de los avances y trailers que vemos no son sorpresas. En una industria como la nuestra, es difícil pasar por tantas manos y que a nadie se le escape nada, por lo que estamos acostumbrados a las filtraciones. Pero aun así siempre mola ver los videos que muestran, porque nos seguimos emocionando como niños pequeños un 25 de diciembre.
Si bien que es cierto que algunos adelantos no me los vi venir, como el de No More Heroes 3, que con ese comienzo tan de serie de dibujos ochentera jamás me habría esperado a Travis detrás, en un derrape de moto en referencia a Akira. Otro ejemplo que me llamó la atención fue el de la Xbox Series X, cuyo nuevo diseño me encantó, y el trailer de Bravely Default 2 que me hizo llorar de la emoción. Lo siento, soy muy fan de los JRPGs, no puedo negarlo.
Hablemos del evento
Pero, hablando ya del evento en sí, porque The Games Awards me ha dejado decepcionado con muchas cosas. Para empezar, el hecho de que siete categorías aparecieron en el pre-show, entre ellas las de Mejor Juego de Lucha y Mejor Banda Sonora. Simplemente, no entiendo que haya categorías fuera del evento principal, pero si fueran las relacionadas con esports y similares lo podría entender.
Ahora bien, estamos hablando de uno de los géneros de videojuegos más jugados del mundo, que mueve millones y millones de fans en eventos como el EVO, y de las bandas sonoras, una de las cuatro disciplinas trasversales que componen los videojuegos. Me parece casi una falta de respeto y coherencia con el objetivo del certamen, que para colmo solo le dieron un minuto a Doug Bowser y Ludvig Forssell para recibir el premio y ya.
Pero no es lo peor. Estos premios al menos tuvieron algo de tiempo, pero, ¿Dónde fueron a parar los premios a Mejor RPG, Mejor Juego de Aventuras y Mejor Indie? Fácil, no estaban. Estos premios se dieron fuera de cámara, por algún motivo que desconozco. Suma y sigue. Y ahora por fin, el evento principal, lo que todos estábamos esperando. Poniendo especial énfasis en ciertos premios, todos los no mencionados en este texto están aquí.
Aquí los ganadores
Podemos discutir más o menos cuan merecidos son algunos de los ganadores que tuvimos en The Game Awards, como el sangrante caso de Gris en el premio al Mejor Dirección Artística, que se lo llevó Control, o el caso del Mejor Juego de Estrategia, que se lo llevo Fire Emblem: Three Houses, que como juego de estrategia pura es, a pesar de ser muy fan de la saga y de este juego en particular, justito, en lugar del para mí mejor juego de estrategia del año que es Total War: Three Kingdoms.
El resto de premios ya es más a gusto de consumidor, pero debo reconocer que casi tiro el móvil al suelo con la injusticia de Gris, que menos mal que luego recibieron nuestros compatriotas Roger Mendoza y Adrián Cuevas el premio a Mejor Juego por Impacto.
Los juegos sorpresa de la noche fueron dos, en mi opinión. Por un lado, Disco Elysium fue un gran triunfador en esta noche, llevándose a casa cuatro premios (Mejor Juego Indie, Mejor Narrativa, Mejor RPG y Mejor Juego Indie Novel), y por otro lado me sorprendió la poca cantidad de premios que se llevó Death Stranding.
El título de Kojima solo se quedó con dos galardones, el premio a Mejor Banda Sonora y a Mejor Dirección. Al final el Mejor Juego del Año en The Game Awards fue para Sekiro: Shadows Die Twice. Y ahí, tras unas breves palabras de Hidetaka Miyazaki, acabó la gala. No hubo trailer final. No hubo sorpresa. No hubo nada. Un momento muy frío, donde yo personalmente me esperaba el anuncio del último DLC del Smash Bros o el teaser que se iba rumoreando del próximo título de Miyazaki con George R.R. Martin, Elder Ring. Pero no, solo tuvimos un hasta luego apresurado por parte de Geoff Keighley y el silencio.
Y eso fue todo
No se puede decir más de esta gala, un evento que a mi personalmente nunca me ha gustado por lo que es, sino por sus anuncios. Sin embargo, quiero hacer mención a un dato que me llama la atención. En la misma semana, Sony ha realizado su State of Play mientras que Nintendo ha tenido también su propia conferencia de Nindies. Es llamativo especialmente el caso de la primera, pues sospecho que preparó su propia conferencia por los mismos motivos por lo que lo hizo en el E3, para no competir directamente con Microsoft, Nintendo y demás.
Además, quiero lanzar una pregunta. ¿Qué opináis vosotros de estos premios? Dejadlo en los comentarios y compartid vuestra opinión. Queremos saber (y yo sobre todo lanzo la pregunta) que pensáis de los anuncios, que opináis de los ganadores y que es lo que más os a gustado. Gracias por llegar hasta el final y ahora ya tenemos que poner la mirada al siguiente gran evento. Hacia el E3 de 2020.