Reinventando la Sopa de Ajo o ¿¿WTF??

Los videojuegos se encuentra en un periodo de crisis creativa que algunos han visto como la señal divina que estaban esperando para reinventarlo todo. Utilizar otras formas de control, basar los juegos en tareas cotidianas, atraer a personas que nunca antes habían jugado…

La verdad es que algo se está consiguiendo. No sé vosotros, pero a mi Nintendo me podría untar bien untado de pasta. Como mínimo 3 personas a las que les he enseñado la Wii y han jugado con ella no han parado hasta comprársela, luchando contra las limitaciones de stocks, reticencias de las parejas y el factor precio. Sí, el precio, porque será la más barata, pero los 250 € que cuesta no te vienen en las cajas de Chocapic como regalo sorpresa. Por cierto, Alex de Peti Qui Peti, el bicho de Chocapic es un perro. Jordi tenía razón. Y van…

¿Cocinar es divertido? Quizá sí, pero prefiero hacerme un Rissoto que jugar al Cooking Mama, sobre todo porque después puedo comerme el resultado de la «partida». También prefiero hacerle mimos a mi gato, cuando se deja, claro, que echar una partida a Nintendogs. Digo todo ésto aún a sabiendas que tanto uno como otro son juegos millonarios en ventas, por lo menos el de los perritos. Me resisto a creer que el futuro de los videojuegos se encuentra tan alejado de los héroes y personajes con superpoderes que me encandilaban a los mandos de mi NES o MegaDrive.

Yo personalmente prefiero pegarme un vicio a un juego flash como The Last Stand que echarme una partida ejercitar mi mente para que el Dr. tocacojones Kawashima me diga que mentalmente soy más viejo que Matusalén. O embarcarme en un RPG que seguramente no tendré tiempo de acabarme ni aunque me reencarne 10 veces y mi alma guarde la partida una y otra vez cual Memory Card incorpórea. Me parece muy bien que se abran nuevos flancos en la lucha contra el aburrimiento y el ocio electrónico experimente nuevas fórmulas, como ejercitar la mente o aprender inglés, y encima los llamen no-juegos ¿Si no son juegos, para qué me compré una consola portátil?

Y que nadie me diga que los minijuegos son la respuesta a los que buscan experiencias atractivas para los carrozas puristas como yo. Wario Ware o Wii Sports tienen su aquel, pero donde se ponga un Streets of Rage o un pique al PES, que se quite todo lo demás…

Me parece que estoy desvariando, así que voy a ir al grano de una vez:

Por el amor de Dios, ¿WTF Qué es esta máquina del infierno?

¿Un simulador de paseo de miniperro? Que alguien me despierte de esta pesadilla. Hace 10 años pensaba que en el 2007 estaría jugando con un armatoste de Realidad Virtual, no paseando a un perro-furby por la calle. Que eso ya lo hacía con el Frogger hace ya mucho tiempo.


Chivado por:

  1. XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD

    Realmente espectacular el artículo y sería de 10 si pudierais obtener un video de como «funciona» este nuevo gran avance de la tecnología.

    Kris, si de pequeño llegas a soñar en simuladores de paseos de perros tendrías un pequeño problema :PPPPPPPP

  2. Pingback: Cuando el doggy style no es una postura sexual at

  3. Como ya es habitual, excelente articulo.

    Yo comparto con Kristian algunas partes de lo que ha escrito. Tambien hecho de menos aquellos arcades de mi juventud (bueno, mejor dicho infancia), los cuales desgraciadamente solo podemos disfrutar mediante emuladores (bendito invento).

    Por otro lado, comprendo que la socialización de los videojuegos era solo cuestion de tiempo (o de generaciones), y que la forma de conseguirlo es diversificando los titulos y la forma de jugarlos.

    Nos pueden gustar mas o menos los «wiiagujetas sport» , «mama, hoy cocinas tu otra vez», o «a ver quien saca hoy al puto dog», pero al final es algo que ayuda al mercado, y de lo cual todos nos beneficiamos.

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