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SPOILER POST: En The Last of Us Parte II, el Demonio está en todos nosotros

Hace unas semanas escribí unas impresiones de The Last of Us Parte II, y hace menos, un análisis. También publiqué una galería de capturas del juego. Todo sin spoilers. En un juego en el que la narrativa es tan importante, fue complicado hacerlo, pero no me hubiera perdonado haber jodido la experiencia a nadie.

NOTA: Este post incluye spoilers de The Last of Us Parte II y de su predecesor. No lo leas si no te has pasado el juego o no quieres conocer detalles de la trama

Un ejercicio de narrativa brutal

Si has seguido leyendo hasta aquí, que sepas que vamos a hablar de SPOILERS. Último aviso para navegantes.

The Last of Us Parte II es, como la primera entrega, un viaje. Pero mientras que en la primera parte los protagonistas, Ellie y Joel, eran claros, en esta continuación el protagonista es el jugador. Los personajes vienen y van, y despedir al principio del juego a Joel es una declaración de intenciones de Naughty Dog: nadie es imprescindible. El mundo no tiene remordimientos, no llora por nadie, seguirá girando alrededor del sol mucho después que todos y todas nos hayamos ido. Y eso incluye al antihéroe del primer The Last of Us.

Naughty Dog suelta lastre así de un personaje tan carismático para freestylear y explorar un nuevo tipo de mensaje. Si en el primer juego el objetivo es algo tan ambicioso como «salvar un mundo consumido por la pandemia», aunque al final, la vida de Ellie, es un precio demasiado alto que Joel decide que no está dispuesto a pagar, en esta continuación el hilo conductor es La Venganza. Pero, como se demuestra, esta Venganza no es un final, sino un camino que gira sobre si mismo y se retroalimenta. Tanto Ellie como Abby se retroalimentan:

1. Abby: Joel mató a mi padre, yo me obsesiono con encontrar y matar a Joel
2. Ellie: Como Abby ha matado a Joel, yo mato a todos sus amigos que estaban con ella durante el asesinato, e intento matarla a ella
3. Abby: Como Ellie ha intentado matarme a mi y ha matado a todos mis amigos, yo voy a por ella y a sus amigos

La Compasión

En este viaje de Venganza me gustaría destacar varios hitos en los que la narrativa se acaba definiendo, marcando un camino en el que queda claro que nada es blanco ni negro:

-Joel encuentra a Abby, sin saber quién es ni cuáles son sus motivos, y la salva de una muerte segura a manos de un infectado.
-A pesar de ello, Abby mata a Joel a sangre fría PERO perdona a Ellie y a Tommy.
-Tanto Tommy como Ellie matan a varios de los miembros de la pandilla de Abby, sin mostrar ninguna compasión. Tan solo Ellie muestra escrúpulos cuando se da cuenta que ha matado a una embarazada.
-Ellie incluso mata al personaje del que está enamorado Abby.
-Aún así, Abby perdona la vida tanto a Dina como a Ellie cuando las encuentra en busca de venganza. Ahí la influencia de Lev es clave, humanizando a Abby.
-Ellie, tras liberar a Abby y a Lev, no puede reprimir su instinto de Venganza – en un combate que me hizo recordar al nivel de No Russian de Modern Warfare, dado que el jugador no puede escoger si luchar o no o si acabar con Abby o no.

Personalmente, tras haber encarnado a Abby y ver que ella es tan o más víctima que Ellie, no podía creer que tenía que luchar con ella, y menos en el estado en el que estaba. La mirada de Abby al bajar del poste en el que estaba y acercarse a Lev para llevarle en sus brazos. Una Abby sin rastros de odio, de recuerdo, solo buscando la supervivencia, solo buscando el llevar al niño a un lugar seguro.

Sentimientos brutales

El momento en el que Ellie chantajea a una Abby que no busca luchar con matar a un Lev que está inconsciente me pareció vomitivo, se me removieron las entrañas, algo que solo me había pasado con This War of Mine. Me pasé el combate repicando botones sin mirar a pantalla, y me dejé golpear muchas veces por Abby esperando que hubiera una puerta de atrás por la que poder escapar de esa sed de venganza sin sentido. Pero no la hay. Por fortuna, Ellie desiste en su empeño de matar a Abby y la deja ir.

Rompiendo el ciclo

Un viaje de Venganza que, al final, cuenta con un giro inesperado: cuando Ellie, intentando acabar con los demonios que la atormentan y los deseos de Tommy, vuelve a perseguir a Abby con el objetivo de matarla, es esa Sed de Venganza lo que salva a Abby y a Lev. Y es que si Ellie no hubiera ido detrás de ella, tanto Abby como Lev hubieran muerto en la playa en la que estaban colgados en los postes.

Acabar con Ellie feliz y con Abby y Lev a salvo no sería un final acorde con el tono trágico del juego. Ellie pierde dos dedos en el combate con Abby y es dudoso que tanto Abby como Lev sobrevivan mucho tiempo, en el estado en el que estaban.

La escena final, con Ellie incapaz de volver a tocar la guitarra por la falta de sus falanges, es una metáfora perfecta: cuando ella podía tocar, su vida estaba completa, aunque no lo supiera. Ahora ha perdido dos dedos y dos seres amados: Dina y su hijo.

Una conclusión no para todos los públicos

El jugador entonces tiene que asimilar todo lo que ha vivido y hacer balance. Para mi, el viaje de Abby es necesario en su plenitud. Solo así puedes conocer y empatizar a un personaje que cuenta con todas las desventajas del mundo a la hora de ser aceptado por el jugador que viene del primer The Last of Us. Lo fácil era seguir demonizándola y convertir a The Last of Us Parte II en un juego de Caza y Captura del Demonio.

Pero el Demonio puede encontrarse en cualquier lado, incluso en el corazón de la presunta héroe. El Demonio te hace abandonar a tu familia en la granja, en el que podría ser perfectamente un final de un juego menos ambicioso. El Demonio te hace ponerle un cuchillo en el cuello a un niño moribundo. Pero Naughty Dog quería romper al jugador, hacerle ver que esto no es un Cuento de Hadas y que los finales felices no existen en un mundo que Ellie no pudo salvar.

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