Perdonadme si este análisis muta, en demasiadas ocasiones, en un desvariante discurso personal sobre algunos aspectos de los que se habla últimamente acerca de qué es un videojuego o qué debe llegar a ser, sobre todo propiciados por esa distancia cada vez más corta –si es que la hay— entre el videojuego y el arte. ¡Ah! Y también diremos algo sobre Thirty Flights of Loving, lo último de Blendo Games. (más…)