Hace poco conocíamos que en Estados Unidos no estaban contentos con Kickstarter. Motivo: una campaña exitosa y financiada completamente traspasando el objetivo inicial, no enviaba a sus backers la recompensa prometida porque se les había acabado el dinero. Washington ha tomado cartas en el asunto lanzando un mensaje claro a los proyectos: no tolerarán timos ni robos a través del servicio.