Recuerdo esos días de niño cuando iba a cenar a mi restaurante favorito. Tras comerme una deliciosa pizza pedía a mis padres si podía ir a la sala de juegos que estaba en el mismo local. A veces accedían a darnos unas monedas para poder ir a jugar al Air Hockey y qué bien lo pasábamos. También solía jugar bastante cuando iba a hacer una visita a las recreativas. (más…)