Reconozco que no soy para nada admirador de la obra de Wong Kar Wai. Deseando amar, a pesar de -o por culpa de- verla hiperrecomendada de parte de Wayfarer, me pareció un coñazo insufrible. Con My Blueberry Nights tres cuartos de lo mismo, creo que ni la acabé de ver. No estoy diciendo que el cine de este hombre no sea de nivel, Camps me libre, sólo que soy incapaz de conectar con los sentimientos que - entiendo - intenta despertar en el espectador con sus cintas. O eso creía, porque el trailer de The Grandmasters me ha puesto muy erecto. Kung Fu a lo Matrix es una fórmula ganadora y más si viene firmada por un director con inquietudes narrativas.