Pocos juegos me han impactado tanto como The Elder Scrolls V: Skyrim. Su ambición sin igual a la hora de recrear un mundo fantástico virtual consiguió enamorar – y enganchar – a millones de jugadores, yo entre ellos. Es más, ahora que tengo un PC en condiciones, lo he rescatado y las sensaciones son de Primera Vez. Magia pura.
En ebay encontré por ventitantos euros el artbook de la Collector’s Edition, un capricho al que no me he podido resistir. El exterior del libro es brutal, de mucha calidad, con tapas acolchadas que imitan Piel, con runas con relieve bordeándolas y con el logo de Skyrim presidiéndolas. La jugada se remata con unas recreaciones de material gastado que quedan de cine.
El contenido del artbook también es de muchísimo nivel, aunque no llega a la altura de las tapas – comprensible. 200 páginas de arte, bocetos y apuntes sobre el diseño de uno de los videojuegos más importantes de este siglo. Ahí va un vistazo de algo más de 1 minuto a su contenido.
Ese modo de pasar las páginas es ¡BRUJERÍA!