En The Rogue Prince of Persia el príncipe debe intentar salvar su pueblo una y otra y otra vez, descubriendo secretos en cada recorrido y aprendiendo de sus enemigos. Una fórmula que le sienta muy bien a una saga que busca resurgir.
No es ajeno
El tema del manejo del tiempo no es algo nuevo para esta franquicia. Con las arenas del tiempo el príncipe demostró su habilidad de retroceder unos segundos y enmendar sus errores. En el caso de The Rogue Prince of Persia ese retroceso es de días, adoptando mecánicas del género de moda, el roguelike.
Nuestro protagonista, después de perder una batalla se despierta en un campamento e identifica que se ha retrocedido varios días. La invasión de los hunos está en marcha y debe encontrar a varios de sus aliados para derrotar a los enemigos y la corrupción que los consume.
Nada fuera de lo común
The Rogue Prince of Persia no es un roguelike novedoso y que viene a romper esquemas. Por el contrario, es bastante tradicional y me ha recordado al título de Lost In Random, especialmente por lo sencillo y corto. Un buen punto de partida para quienes buscan iniciarse en el género.
El concepto básico se mantiene. Si somos derrotados es necesario iniciar el ciclo nuevamente, pero con algunos elementos que se mantienen, ya sea dinero, personajes o habilidades. En este caso todo se agrupa en el oasis, donde podemos crear armas, mejorar destrezas y adquirir skins.
Al inicio no es fácil mientras se entienden los patrones de combate de los enemigos y el objetivo de las primeras iteraciones sirven a modo de guía, para ubicar personajes y descubrir nuevas ubicaciones.
Uniendo los puntos
Cada que descubrimos un escenario o personaje nuevo se desbloquea una entrada en el mapa mental que nos indica el siguiente paso. El mapa general muestra los diferentes lugares y de esa manera se abren puntos de acceso para dar variedad a los recorridos.
El objetivo en The Rogue Prince of Persia es descubrir todos los secretos y derrotar al líder de los hunos de una vez por todas. Ese camino está repleto de reinicios, pero cada uno suele dejar un aprendizaje.
Mecánicas y escenarios
Lo que más me ha gustado de The Rogue Prince of Persia son sus mecánicas. Los controles funcionan muy bien, la capacidad de correr por la paredes le aporta y la animación esquivando a los enemigos de frente es muy buena y útil.
Muchos escenarios recuerdan bastante al juego original de la saga. Repletos de trampas, muros y caminos sin salida. Los escenarios se generan de forma aleatoria y se encuentran repletos de secretos y beneficios que aportan o perjudican nuestro recorrido.
Los enemigos también son variados y cuando se juntan las habilidades del príncipe con varios contrincantes en pantalla, el resultado puede ser muy satisfactorio. Mezclar las habilidades, con los diferentes ataques resulta en momentos de acción bastante entretenidos.
Falta dificultad
Donde menos me ha convencido The Rogue Prince of Persia es en la dificultad y la duración. Siendo un roguelike igual ofrece formas de conseguir las mismas armas y habilidades fácilmente. De igual manera los jefes son sencillos y eso facilita las diferentes iteraciones.
Existe la posibilidad de adicionar dificultad al juego con unas piedras que se adquieren al derrotar al final boss, pero igual me sigue haciendo falta algo más de desafío. A eso se suma la duración. Completar la misión principal lleva poco tiempo y una vez conseguido el endgame se enfoca más en conseguir dinero para comprar trajes.
Siento que los roguelike deben ser títulos que enganchen más, que mantengan el interés del jugador por más tiempo, pero últimamente siento que algunos juegos de ese género buscan ser un abrebocas para los que se quieren iniciar, y este es uno de los casos.
Belleza en movimiento
Otro elemento que no puedo dejar por fuera es el apartado artístico. Lo que ofrece The Rogue Prince of Persia a nivel visual está muy bien. Los escenarios son variados, las animaciones de los personajes también están pulidas y el conjunto se ve muy pero muy bien.
Me gusta mucho ver cómo cada equipo encargado del desarrollo logra darle un toque interesante al personaje, pero manteniendo los elementos característicos.
Conclusiones
The Rogue Prince of Persia es otro ejemplo de un roguelike de entrada. Un título que presenta los conceptos básicos del género, de manera sencilla, con poca profundidad, pero mucha personalidad.
Para mi se queda corto en duración y dificultad, pero a nivel de mecánicas y apartado visual se luce bastante. Ojalá tengamos nuevo contenido próximamente que mejore dichos aspectos y expanda la historia y sobretodo su dificultad.[75]

