Los roguelike están por todas partes. En esa fiebre por el género, Lost in Random: The Eternal Die se presenta como una opción más ligera, más accesible pero manteniendo la ambientación. Para los que no conectamos con el juego base, esta entrega es una segunda oportunidad con un enfoque muy interesante.
Otra cara del dado
Lost in Random: The Eternal Die abandona la estructura tradicional de aventuras y se lanza de lleno al terreno del roguelike. El cambio es total en cuanto a mecánicas, pero el estilo visual y el lore se mantienen. El dado es nuevamente protagonista, porque al ser un arma más, no solo genera daño aleatorio, también eventos devastadores según su resultado.
La combinación entre armas, cartas y habilidades ofrece una experiencia de juego flexible y personalizable. Los jugadores pueden potenciar sus habilidades, aprovechando la sinergia entre los elementos y el uso del dado según las cartas o habilidades que se encuentran en cofres
Además, la mecánica de «tres en línea», que potencia permanentemente el daño, durante la partida, al agrupar elementos del mismo color, lo que añade un toque táctico bastante interesante. No es solo suerte, es estar preparado para cuando esta llega.
Sencillo, pero efectivo
Una de las cosas que más sorprende de Lost in Random: The Eternal Die es que no busca frustrar. Lejos de la exigencia extrema que caracteriza a algunos roguelike, aquí la experiencia se siente amable y relajada. La curva de dificultad es suave, la muerte no castiga demasiado, y repetir partidas no se convierte en una tarea agotadora.
Esto no quiere decir que el juego sea superficial. Más bien, se siente como una introducción al género, ideal para quienes quieren probar algo distinto sin sentirse abrumados. Para los veteranos del roguelike puede quedarse corto, pero para los que apenas comienzan, funciona como una bienvenida cómoda y bien diseñada.
La historia como telón de fondo
El tono narrativo de Lost in Random: The Eternal Die es el mismo que vimos en el título base: oscuro, con toques de cuento de hadas retorcido y estética de animación stop-motion. Pero aquí ese mundo no se explora a fondo. La historia existe, claro, y tiene sentido dentro del universo de Even y Dicey, pero no es el motor que empuja al jugador.
Si ya jugaste a ese primer título, vas a reconocer y recordar situaciones y personajes, porque gran parte de la exploración busca revivir esos momentos. Pero si es tu primera vez con el título, es probable que pases por encima de la trama sin prestarle demasiada atención. Aun así, no es algo que afecte sobremanera al juego. Su fuerza está en las mecánicas roguelike, no en la narrativa.
Un mundo que se mantiene fiel
A nivel visual, Lost in Random: The Eternal Die conserva todo el encanto del original. El diseño artístico es cuidado, con escenarios bizarros y personajes que parecen salidos de una fábula oscura. Esa identidad visual sigue siendo uno de los mayores atractivos del universo creado por Zoink.
En cuanto al sonido, cumple sin destacar. La música y los efectos acompañan correctamente, sin robar protagonismo. No encontrarás melodías memorables, pero tampoco molestan o desentonan. Son un marco funcional para la experiencia que se quiere transmitir.
Duración justa y rejugabilidad moderada
Lost in Random: The Eternal Die no es un roguelike interminable. Tiene una duración adecuada para su planteamiento y ofrece suficiente contenido para varias rondas sin volverse repetitivo. No busca ser infinito, sino satisfactorio en sesiones breves o medianas.
Además, el sistema de coleccionables invita a volver. No es una obsesión, pero sí un incentivo adicional para jugar un par de partidas más. La sensación de cerrar una buena ronda, derrotar al jefe y mejorar el mazo invita a ser rejugado. Eso sumado a la posibilidad de configurar las partidas una vez se derrota al jefe final la primera vez.
A lo largo de los recorridos podemos encontrar nuevos personajes, referencias a la historia principal, algunos cosméticos e insumos para mejorar las habilidades de las armas o el personaje de manera permanente. No llega al nivel de profundidad de Hades o Dead Cells, pero precisamente su sencillez es lo que lo hace especial.
Conclusión
Lost in Random: The Eternal Die no reinventa el género, pero tampoco era su intención. Es una propuesta sincera, accesible y pulida, pensada para quienes quieren probar algun titulo del genero roguelike sin lanzarse al abismo de la dificultad extrema. Ofrece una experiencia redonda, con buenas ideas jugables y una dirección artística muy sólida.
Para los expertos en el género el título se va a quedar corto, porque una vez se obtienen todos los coleccionables o los lugares donde se narra algo de la historia del título, no hay muchos motivos para regresar, de hecho cuesta volver después de derrotar al jefe final la primera vez.
Por eso insisto que el juego es ideal para quienes buscan una entrada tranquila a este genero o que ya gustan del mismo pero buscan algo tranquilo. Este título no decepciona en lo que se propone. No es para los que buscan adrenalina pura, pero sí para quienes valoran la armonía entre mecánicas simples y un apartado visual interesante. Definitivamente una puerta de entrada a los roguelike. [75]