Aunque Jim y yo igual la liamos y nos convertimos en los próximos ídolos de la comunidad Indie -soñar es gratis-, parece que las nuevas generaciones de creadores de juegos están haciendo los deberes y están añadiendo a los juegos de hoy en día esos toques que, en partidas con colegas, siempre he reclamado. La verdad es que a veces cuesta darse cuenta de cosas como éstas, pero cuando te lo planteas y te das cuenta de que alguien ha hecho lo que tú siempre has echado en falta, es todo un subidón. Que me ha puesto un poco mosca, todo hay que decirlo: ¿Tendré micros en la sala de estar?
5. Ropa y complementos para personajes no sólo en juegos deportivos: Desde que descubrí los Tiger Woods ya no puedo vivir sin un editor de personajes. Soy de los que se pasan muchos minutos cambiando hasta el color de la hebilla del pantalón del golfista, que intenta desbloquear todos los palos y bolas en Everybody’s Golf aunque no mejoren a los que ya tengo. Por eso me gusta tanto que en casi todos los juegos actuales haya un editor de personajes o, al menos, diferentes vestimentas o complementos con los que ataviar al protagonista de turno. Aunque ésto haya dado pie a que mi novia siempre me suelte, cuando me ve jugando, algo del estilo de «¿Ya estás cambiándole la ropita a tu muñeco?»
4. Una alternativa de calidad a Pro Evolution Soccer: Viendo la lista de ventas de juegos en España casi parece un punto no cumplido, pero las cosas son muy diferentes: FIFA ha conseguido ser el mejor juego de fútbol del momento, llegando al extremo de disputarle el reinado a los PES de PS2 en esas interminables sesiones de fútbol virtual con los colegas en los fines de semana (o no). Algo inimaginable hace no demasiados años.
3. Un arsenal a tu libre disposición en un modo Single Player: ¿En cuántos juegos te has sorprendido a ti mismo intentando recoger un arma de un enemigo o probando de forzar la cerradura de un presunto arsenal, sin resultado? Modern Warfare 2 será – o dejará de ser – muchas cosas, pero es un superorgasmo el que en una de las fases finales – no me atrevo a decir cuál – llegar a una casa y descubrir en una de las habitaciones un auténtico arsenal totalmente utilizable. Un sueño hecho realidad.
2. Gore sin límites sin estar mal visto: Platinum Games ha roto muchas barreras. La primera, el ser el primer estudio – que recuerdo – que está más interesado en ofrecer productos innovadores y con calidad que en obtener unos buenos resultados económicos. Otra, el eliminar el tabú del gore y crear algo como Madworld, un producto cuya plasticidad gráfica se apoya en la gran violencia implementada. Como ya sabéis, de forma paradójica Madworld salió a la venta para la consola menos hardcore, Wii, y esquivó muchos de los problemas a los que se enfrentó el maltratado Manhunt 2.
1. Poder absoluto: Recuperando Darksiders (gracias zurullo21, Wiwo, Spidey, seTif, Forja, ZULLE, SifilisxD, Wanerone, Görbarg, kurtkbain, os debo una, os prometo análisis forense cuando me lo acabe) me he dado cuenta de que en este juego (y otros) campa a sus anchas algo que no hace demasiado reclamaba en los videojuegos: Que los protagonistas poderosos realmente tuvieran mucha ventaja con respecto a sus adversarios. No tenía muchas esperanzas de verlo en un videojuego, básicamente por el tema de compensación de la jugabilidad, pero en el título de THQ ésto se ha resuelto de una forma salomónica: Tú haces mucha pupa a los enemigos pero ellos no te hacen precisamente cosquillas. Además, siempre atacan en grupos, por lo que la cosa queda bastante maquillada, compensándose así la cosa.
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