Después de trece horas jugando Elden Ring he entendido cual es el alboroto, no por algo malo, sino todo lo contrario. El título de FromSoftware ha sobrevivido al hype y logra meter toda la magia de los soulslike dentro de un interesante mundo abierto.
Todo un fenómeno
Cualquier lanzamiento de la serie souls o con mecánicas de ese tipo se han convertido en un acontecimiento durante los últimos años, siendo el más reciente Demon’s Souls, bueno, antes de Elden Ring.
El anuncio de este nuevo juego, que además cuenta con la colaboración de George R.R. Martin, ha estado en boca de todos, desde su anuncio, y no ha parado con su lanzamiento. No recuerdo un juego con tantos 10 de calificación y un alboroto masivo para seguidores y novatos del género.
Aprendiendo a morir
Elden Ring comienza casi como todos los juegos de este tipo. Seleccionar un personaje, con una pequeña historia de origen, que nos otorga un beneficio inicial. La posibilidad de personalizar de manera muy completa nuestro avatar y a lo que vinimos.
En este caso el primer acontecimiento es morir. Nos tiran al ruedo contra un boss, que por lo menos en mi caso, no voy a poder derrotar con la experiencia y las armas que tengo, porque, debo admitir, no soy un experto en el género.
Luego comenzamos una especie de tutorial, si deseamos realizarlo, cosa que para los conocedores no será necesario y listo, a conocer el mundo, ese mundo abierto lleno de retos, misterios, peligros y mucha, muchísima muerte.
Libertad total
Durante los primeros compases del juego tengo una frase bailando en mi cabeza “FromSoftware lo entendió todo”. Tomó su experiencia en los souls y lo juntó en un mundo abierto totalmente libre. Si, tenemos zonas bloqueadas por jefes, pero podemos acceder a gran parte del terreno.
Uno es libre de escoger lo que quiere hacer y cómo hacerlo. Personalmente me cohíbo de enfrentar ciertos enemigos o pisar ciertas zonas, cuando noto que mis ataques no hacen el daño esperado, es una especie de alarma que me dice “aún no estás listo”.
Sin embargo, algún experto en la materia puede ir de frente al peligro y demostrar sus habilidades con el armamento inicial y sin ningún tipo de mejora. Es una especie de “tu mundo, tus reglas”.
Vas solo
Dentro de esa libertad también viene el hecho de que Elden Ring no te lleva de la mano. Existe una especie de brillo que guía por la historia principal, pero de ahí en más, es solo exploración y lo que esto conlleva, invita mucho a explorar y ver que pasa.
Ese es para mi el mejor elemento de todos, porque no sabes qué esperar. Si, algunas zonas mantienen los mismos enemigos, pero en otras la hora del día generan situaciones inesperadas. Un enemigo que antes no estaba o un oso muy encabronado. Me ha sucedido que cada sesión de juego me presenta nuevas situaciones.
Por ejemplo, ya confiado que todos los cofres significan algo positivo, me llevé una sorpresa cuando uno resultó ser una trampa y fue transportado a una zona, bastante alejada de la que me encontraba actualmente y en la que obviamente el combate no era opción. Temí por mi vida y por mis runas, así que simplemente hui.
Paciencia es el nombre del juego
Elden Ring, como todos los soulslike, pueden llevar a frustrar. Dependiendo del estilo de juego de cada uno, las mecánicas como la estamina o la dificultad de los jefes puede resultar siendo un reto. Ahí es donde se debe ser paciente.
Entender los patrones de los enemigos, identificar momentos de ataque y aprender de los errores. Sin embargo, a pesar de lo que menciono, creo que este juego es un muy buen punto de entrada para las personas que no gustan o nunca han jugado un título de tipo souls.
En mi caso nunca me gustó tener que recorrer un trayecto largo para llegar a enfrentar un boss o el estar luchando una y otra vez contra enemigos que ya había derrotado. Aquí los puntos de control están bien distribuidos y el proceso de recuperación de runas es muy amigable. Morir no se vuelve algo frustrante, bueno, no todo el tiempo.
Seguir intentando
Al momento de escribir estas líneas, no he podido superar al primer gran jefe del juego. He eliminado jefes opcionales, lo que genera una gran felicidad, pero ese primer gran enemigo aún me supera.
¿La solución?, seguir intentando, buscar mazmorras, conseguir más runas, mejorar las armas, subir de nivel, planear nuevas estrategias. Vuelvo al tema de la libertad. Cada quien puede recorrer el juego de la manera que quiera y seguirá siendo válido. Pero además, el mundo es tan maravilloso, que uno fácilmente se puede perder horas y horas en él.
Ha valido la pena
No me quise meter de lleno con los detalles del juego, porque creo que apenas estoy comenzando y además, muchos han hablado ya de ello. En mi caso les quería contar lo que Elden Ring me ha hecho sentir y lo que me ha enseñado, como novato en los soulslike.
Me preocupaba estar frente a un juego inflado por las reviews o los streamers, pero al final me he dado cuenta de primera mano que todo lo dicho a la fecha es cierto. Tanto alboroto tiene sustento y es de lo mejor que hemos tenido en 2022.