El análisis de Doom Eternal que hicimos hace ya unos meses, se titulaba «perfeccionando los FPS». Esto es justo de lo que nos ha estado hablando Hugo Martin, director del juego, en la ponencia de Gamelab Live.
En su ponencia de Gamelab 2020 Live, Hugo Martin y Marty Stratton nos han hablado sobre las claves de Doom Eternal. «En los últimos cinco años ha sido muy interesante», decía Marty, productor ejecutivo de idSoftware. «Puedes ver a la gente en su hábitat natural jugando a tu juego». Marty ve Twitch y otras plataformas de streaming como una ventana a través de la cuál ver qué funciona en tu juego y qué cambiar. De este modo fueron decidiendo la dirección que querían que tomara el nuevo Doom, porque Hugo Martin lo ha dejado claro: «No queríamos solo hacer más, queríamos hacer algo diferente y atrevido».
Según ha comentado Hugo, el diseño de Doom 2016 no estaba tan bien atado como hubieran querido, de manera que ese fue un punto clave a mejorar en la nueva entrega. Para ello se centraron en algo fundamental, lo que llaman el engagement. «La diversión ocurre cuando haces una acción en el juego», dice Hugo Martin. Pero el engagement va más allá de lo que sientes al disparar un arma o hacer una ejecución, el engagement ocurre cuando la consecución de estas acciones lleva al jugador a un estado de fluidez que te hace sentir inmerso en la experiencia.
Matt Castle ha preguntado algo, a mi parecer, muy interesante: «¿Cómo haces un buen enemigo para Doom Eternal?». Entonces Hugo nos ha hablado de la frustración y de cómo esta es necesaria para la diversión y el propio engagement. Al final, es la frustración la que te fuerza a moverte y jugar de cierta forma. «En Doom Eternal, si tienes movimiento, tienes diversión». Hugo destaca también el importante papel del equipo, que ha sido capaz de incentivar al jugador a jugar de cierta manera, de la manera óptima.
Tembién se ha parado a hablar acerca del que probablemente sea el peor enemigo con diferencia de Doom Eternal, el Marauder. «Cuando lo dominas, dominas Doom Eternal», nos cuenta Hugo. El caso es que dominarlo es complicado, porque aprender es parte de la experiencia del juego. Solo de ese modo la sensación de dominarlo será tan satisfactoria y surgira el engagement.