Impresiones: Archvale, una joya en el Xbox Game Pass

Xbox Game Pass, el servicio de acceso a videojuegos por suscripción de Microsoft, tiene muchas cosas buenas. Una de ellas, quizá mi favorita, es la posibilidad de probar sin compromiso un buen montón de juegos en la búsqueda de tu próximo robavidas.

Así es como he encontrado Archvale (Idoz & Phops, 2021), un videojuego de apariencia simple, con un estilo pixelado trabajado, como si se tratara de un título retro, pero que se mueve de forma endiablada y en el que los proyectiles llenan la pantalla en todo momento. Como referencia me viene a la cabeza Enter the Gungeon, aunque es inevitable encontrarle similitudes a los Zelda buenos juegos como A Link to the past.

Al igual que en Enter the Gungeon, en Archvale 2 jugadores pueden participar simultáneamente en local para enfrentarse al juego, disparando así la capacidad de diversión de una fórmula que, no obstante, no sale malparada en absoluto cuando juegas tú solo. Y es que mecánicas como ir subiendo los stats a base de ir localizando cofres por los escenarios o ir recopilando o crafteando armas cada vez más poderosas es un auténtico vicio.

Archvale consigue algo tan difícil como resultar entretenido, satisfactorio, pero a la vez suponer un duro reto cuando intentas avanzar y te encuentras con un boss que te llena la pantalla de proyectiles. El sorprenderte a ti mismo esquivando decenas de balas mientras das buena cuenta de los enemigos es una sensación tremendamente gratificante. Si no lo has probado pero tienes Xbox Game Pass, no tienes excusa.

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