Análisis de Rag Doll Kung Fu: Fists of Plastic para PS3

Hace varios, varios años, en una plataforma de juego distinta, un juego, de nombre Rag Doll Kung Fu, sorprendió a propios extraños tanto por su frescura como por su forma de distribución.

Una obra independiente, desarrollada principalmente por un miembro de Lionhead Studios, Mark Healey (ahora director creativo de Media Molecule), durante sus ratos libres (o los que escamoteaba en el curro) y que fue uno de los primeros títulos en distribuirse mediante Steam (y si no me falla la memoria, que lo hace y más de la cuenta, fue el primero que no era de la propia Valve).

rag doll kung fu

Lo que tenemos hoy entre manos es algo distinto. Comparte el nombre y el fondo, es un juego de luchas realizado con muñecos de trapo y usando la física de objetos que da nombre al juego, rag doll. Pero más que un sujeto de experimentación jugable es un título que intenta emular los combates multijugador de los Smash Bros y Power Stone. Personalmente me ha recordado bastante en su estética y concepto de juego al Small Arms del Live Arcade, aunque sin sus armas de destrucción masiva. Y sin su multijugador online…

Porque ese es el principal problema. ¿Un juego de lucha enfocado al multiplayer y sin posibilidad de jugar por internet? ¿En estos tiempos? Puede sonar raro pero es así. Podemos competir junto a tres amigos en la misma consola y acceder a rankings online. Pero olvidaros de jugar con todo aquel que no esté sentado a vuestro lado.

El otro problema mayúsculo es la ausencia de un modo historia. Tenemos ochos desafíos que nos obligarán a aprender a sobrevivir encestando peces, sobreviviendo en lo «alto de la colina», acabar con el máximo número de enemigos posible en un tiempo determinado, hacer combos aéreos o realizar acrobacias agarrándonos a plataformas… La otra posibilidad es la de competir con tres amigos o tres bots o una combinación de ambos en cuatro modalidades distintas (deathmatch, rey de la colina, capturar el pescado – hay que encestarlos en una canasta – y dodgeball – donde puntuamos lanzando bolas de energía ala hadoken). Y ya está. No vais a encontrar más. Ni una historia en la que desbloquear nuevos personajes, ni un modo arcade, ni un survival, ni un time attack… Lo que resulta claramente insuficiente y más aún si no podemos jugar online.

En cuanto al juego en sí es bastante simple de controlar. Hay un botón para puñetazo, otro para patada, otro para bloquear y un último para agarrar. Además disponemos de los movimientos especiales que se realizan, cuando hemos acumulado chi, agitando el sixaxis, poniéndolo al revés, meneándolo secamente. Fatal para las muñecas doloridas y no especialmente cómodo. Mover el mando no lo hace más divertido, sólo más cansado. Podemos crear un jugador eligiendo entre las partes predefinidas que hayamos ido desbloqueando o usar unas de las skins generadas, todas idénticas en cuanto a movimientos y posibilidades.

Fists of Plastics es un juego muy asequible que puede resultar entretenido para los más jóvenes de la casa pero que por sus escasas posibilidades y mínima profundidad pasa bastante desapercibido para los que hayan disfrutado de otros juegos de lucha disponibles también a través de la PlayStation Network como pueden ser Tekken Dark Resurrection o Super Street Fighter HD II Remix.

  1. Saludos….
    La verdad a mi me parecio muy divertido pero al pasar todos los desafios se hace muy aburrido ya que no puedes hacer nada mas….bueno con todo lo estoy jugando para sacar los trofeos de plastico…me lo compre ayer y hoy lo he acabado muy corto..

  2. Pingback: Bájate Rag Doll Kung Fu por la patilla | Akihabara Blues

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