256 jugadores frente a frente. Eso es lo que prometía MAG y hay que reconocerle ese mérito, lag aparte. Eso nadie se lo discute, porque realmente 256 personas potencialmente pueden jugar simultáneamente a MAG. Otra cosa es que quieran hacerlo.
No hay nada especialmente malo en MAG. Pero tampoco nada que llame la atención. O quizá sí, aunque no favorablemente: No hay modo Historia. Todo se concentra en el juego online, un recurso al que Infinity Ward y DICE ya nos tienen acostumbrados, aunque no tan descaradamente como aquí, claro. Al menos tienen la decencia de incluir en sus títulos un modo Single Player, de mayor o menor envergadura.
La no existencia del Modo de Juego Individual acentúa aún más las limitaciones de MAG. Visualmente – y a casi todos los niveles, realmente- está muy lejos de Modern Warfare 2 o del inminente Bad Company 2 (por lo menos por lo que se viene viendo en los vídeos del juego de Electronic Arts).
Las armas me han parecido muy poco contundentes y las muertes, nada dolorosas. Que un enemigo te ametralle a 2 metros o que un camperofrancotirador te reviente a medio kilómetro de distancia tiene que doler. En Call of Duty duele a rabiar. Aquí parece que se le hayan acabado las pilas al conejo. No pasa nada, te matan y vuelves a aparecer. La vida del soldado virtual nunca ha sido tan leve, tan nimia, tan insustancial.
Donde -tímidamente- MAG levanta la cabeza es en el sistema de rangos. Y no porque sea original, sin ir más lejos el de los últimos CoD es un calco, sino por la aplicación que tiene ésto en los combates. Y es que la gente de Zipper Interactive se ha sacado de la manga un sistema de jerarquía en el campo de batalla que da el pego. Consiste básicamente en que si estás cerca del líder te beneficias de determinados modificadores y en que el líder puede marcar objetivos que te reportarán una cantidad extra de puntos de experiencia si los cumples. Una forma de incentivar que los guiris de turno respeten tus galones o viceversa. Que ya es complicado.
Y poco más que decir de este juego, obra de la misma desarrolladora que los SOCOM. Hablemos de exclusivas. Killzone 2 pasó el corte. Uncharted 2 ha sentado cátedra. MAG es una decepción, al menos personal. Metacritic no lo está tratando demasiado mal, pero las estanterías de las tiendas están repletas de juegos «… merecedores de notas no demasiado malas». Con MAG us desarrolladores pretendían ofrecer acción de proporciones gigantescas. Por desgracia olvidaron que la calidad, como el Diablo, se encuentra en los «detalles»: Gráficos, Modo Historia, Contundencia…