Decir que el primer año en el mercado para PlayStation 4 ha sido una locura es un hecho. El comienzo de la octava generación ha dejado a esta industria en una tesitura bastante esperanzadora. Según fuentes oficiales ofrecidas por tanto Microsoft como Sony, ambos sistemas se están comportando mejor que sus predecesoras.
Así pues, me pregunto: ¿Tan mal le va a Xbox One?
Antes de comenzar, decir que vamos a estudiar dicha situación partiendo de la información que ofrece VGChartz en su página web, de modo que las cifras no deben ser tomadas al ,pie de la letra ya que la última palabra la tienen sus respectivos estudios. No obstante, comencemos.
Desde que la tercera generación de consolas domésticas para los de Redmond fue anunciada, se han sucedido cambios en la directiva de la división Xbox, precios que fluctúan mensualmente a base de ofertas flash y, sobre todo, un quiero y no puedo. Kinect se ha convertido finalmente en un quebradero de cabeza que ha obligado a Microsoft a eliminar a dicho periférico de sus planes amén de convertir al todo en uno en una competencia directa; a PS4 se le puso todo de cara y lo único por lo que tuvo que preocuparse es por escoger el precio de su máquina tras el pésimo E3 de 2013 de su rival.
Cabe decir que Sony lo ha hecho –casi- todo bien con su flamante PlayStation 4. Muchas promesas, franquicias que todos los usuarios quieren, exclusividades llamativas para todos los mercados o una labor publicitaria para quitarse el sombrero. 18.5 millones en poco más de doce meses. ¿A qué se debe todo esto? Mirad, mirad, el gráfico deja a PS3 por los suelos, y estamos hablando de un sistema que ha conseguido vender más de 80 millones en siete inviernos.
¿Hasta dónde será capaz de llegar Sony con este diamante? ¿Se cumplirán los augurios de algunos y se tocará techo más pronto que tarde en la base de usuarios instalada? Solo el tiempo lo dirá, pero no cabe duda de que tanto Wii U como Xbox One estarán ahí, con sus bondades y defectos, para plasmar en las estanterías de cientos de establecimientos aquellos juegos que nos obligarán a dudar mucho cada vez que busquemos un nuevo título que llevarnos bajo el brazo, lo cual afecta intrínsecamente al comportamiento regular de cada una de las tres. Pero la protagonista hoy es Xbox One, la cual ha tenido objetivamente un catálogo más interesante durante su primer año, con obras como Forza Horizon 2, Sunset Overdrive, Halo: The Masterchief Collection y otros menos vitoreados pero igualmente interesantes por su precio actual como Ryse: Son of Rome o Dead Rising 3.
Entre sus máximos alicientes para 2015 podemos ver a Quantum Break, Scalebound, Halo… Pero creo que no voy errado si digo que PlayStation 4 ha jugado algo mejor sus cartas con esas exclusividades tan sonadas conocidas unos meses atrás. La situación de esta última ha eclipsado cualquier hito logrado por la caja de Microsoft, que debería mirarse primero a sí misma y darse cuenta de que verdaderamente está cumpliendo las expectativas, o por lo menos la tendencia de unidades semanales enfrentándose a su hermana 360 en el mismo periodo de tiempo dice que es así:
Solamente hace falta fijar la mirada al comienzo del gráfico, donde se dice que en tan solo un mes la ventaja era ya de más de un millón de unidades. Es cierto que hay que tener en cuenta el mes en que vio la luz cada una, por ello lo más coherente es echar un vistazo al mes número doce, con 1.5 millones de ventaja, mientras que al término del pasado noviembre la ventaja ascendía hasta los 3 millones.
El 31 de noviembre, la batalla entre Xbox One y Xbox 360 estaba de la yacía de la siguiente manera esta maratón:
- Xbox One: 8,929,035 consolas.
- Xbox 360: 5,943,800 consolas.
El ritmo actual dice que el lapso existente entre PS4 y One es cada vez menor, sobre todo en el mercado norteamericano, territorio donde tradicionalmente se ha querido más al sistema patrio que al nipón. Dicho todo esto, no cabe duda de que la caja equis es atractiva, se está vendiendo bien; los más acérrimos dirán que el problema radica en la anormal coyuntura para PS4. Puede ser, pero la respuesta más acertada sería entonces que ellos tienen la oportunidad de buscar esa inverosimilitud que lograron otros agitando un mando para blandir una espada o ahora mismo el eslogan #4theplayers.
Hay todavía mucha leña que cortar para que la línea verde alcance a la rosa, si es que esta no pisa aún más el acelerador, pero me atrevería a decir que no estamos ante una nueva Dreamcast. 2015 será un año de órdago, para todas, siendo sus armas los lanzamientos. Actualmente conocemos la artillería de los nipones, pero hace falta algo más para hacer que los más de 80 millones de xboxers que disfrutaron de sus 360 vuelvan a pasar por caja y no se arrodillen a Drake y los Sackboy.
Dentro de 12 meses escribiremos el segundo capítulo de esta lucha, cuyo ganador todavía no tiene nombre. En cualquier caso, esperemos que quien salga con los brazos en alto hayamos sido tanto los usuarios como la facturación general de la industria.
Fuente | VGChartz