Uno de los remakes más deseados por los usuarios de consolas de Nintendo tiene todas las papeletas para llegar a la portátil estereoscópica. Repasamos los factores que juegan en favor y en contra de la remasterización del The Legend of Zelda más incomprendido y a la vez uno de los mejor considerados con el paso del tiempo.
En primer lugar, hay que tomar algo por sentado: todos queremos un remake de The Legend of Zelda Majora’s Mask y Nintendo lo sabe. Echemos la vista atrás y veamos cómo comenzó todo, por qué la gente lo quiere ahora más que nunca y qué indicios apuntan a hacer de esto una realidad.
Tenemos que remontarnos a la época de Nintendo 64 cuando The Legend of Zelda: Ocarina of Time vio la luz allá por diciembre de 1998. El primer Zelda en tres dimensiones, con un mundo abierto por recorrer más una historia y desarrollo que marcaron un antes y un después en la industria el videojuego. Podríamos hablar largo y tendido del que para muchos sigue siendo el mejor título de todos los tiempos, sin embargo el protagonista es otro, su secuela. A pesar de que Ocarina of Time no viniese traducido al castellano, el embalaje sí contenía un manual con los textos y conversaciones en nuestro idioma. Por este motivo, considerar una remasterización que asumiera la localización a otros idiomas era algo lógico, más aun teniendo en cuenta lo querido que éste fue en su momento. Si Majora’s Mask viese la misma suerte, el inconveniente de la traducción quedaría descartado, puesto que su original ya contó con adaptación al español y no solo francés, alemán e inglés.
No podemos olvidar mencionar algo que no pasa desapercibido, y es que Link no es Mario, con todo lo que ello conlleva. Aunque todo el mundo vista hoy día camisetas de Zelda y se considere fan acérrimo a la saga, las ventas no dicen lo mismo, al igual que con otras muchas franquicias y obras de culto como podría ser Shenmue. Todo el mundo quiere Shenmue 3, pero ¿cuánta gente jugó a las dos primeras partes? ¿Cuánta compraría una tercera? El primer episodio de la obra de Yu Suzuki vendió 1.2 millones y la segunda no llegó al millón. ¿Que por qué digo todo esto? Porque con la saga The Legend of Zelda pasa algo parecido, que no igual, ojo.
No cabe duda que en crítica todas las entregas del hijo de Hyrule gozan de una consideración sobresaliente, pero los datos históricos dicen que el más vendido fue Ocarina of Time con 7.6 millones mientras que el resto han rondado los 3 y 6 millones de copias, muy lejos de los números del bigotudo. Nintendo 3DS recibió en 2011 su remasterización en tres dimensiones y traducido al castellano con 2.95 millones en todo el mundo, lo que no viene siendo ni la mitad, aunque es cierto que continúa en el mercado, etc. Por su parte, Wind Waker, el otro damnificado en esto de las remasterizaciones, vendió en su día 3.07 millones, mientras que su recientemente lanzado remake en Wii U lleva aproximadamente 1.15 millones de unidades. El que hoy nos concierne, Majora’s Mask, hizo lo propio con 3.36 millones. Así pues, ¿Cuánta gente consideráis que compraría el título en caso de relanzarse en los próximos tiempos? No creo que más que los que alcanzó en su día, y ése es uno de los miedos que la propia compañía nipona tiene. No lo digo yo, lo han dicho ellos mismos.
Cuando Ocarina of Time fue remasterizado las alarmas se dispararon y los foros comenzaron a echar humo pidiendo a gritos el mismo destino para su siniestra secuela directa. Miles de fakes, especulaciones y habladurías no han cesado desde entonces. Yo soy uno de aquellos que se encuentran en esa situación de deseo y lo reservaría meses antes de su salida, pero el convencimiento no es recíproco por ahora y en Nintendo aseguraron que para que Majora’s Mask viese luz en Nintendo 3DS, Ocarina tendría que vender “muy bien” en la nueva portátil . Eiji Aonuma, actual responsable de la saga, dijo esto en verano de 2011:
«Han pasado trece años desde que Ocarina of Time se lanzó originalmente, y una de las cosas buenas que hicieron posible este remake fue que había mucha gente que decía que lo quería. Nosotros dijimos que podíamos hacerlo en 3D, así que se hizo […] Creo que si hubiera unas emociones y un clamor similares entre los seguidores por un remake de Majora’s Mask, no sería imposible hacerlo» […] Podrías jugarlo a tu propio ritmo, sería un elemento de la jugabilidad que los aficionados realmente podrían apreciar.»- Eiji Aonuma.
Declaraciones esperanzadoras, sin lugar a dudas. En cualquier caso, creo que hoy día con lo bien que funciona Nintendo 3DS y el parque de consolas tan amplio con que cuenta actualmente –más de 45 millones de sistemas- queda descartado el temor de que el hardware no sea el adecuado. A sí mismo, pienso que la posibilidad de ver Majora’s Mask en Wii U queda descartada. Primero porque ya hemos visto Wind Waker en ella y después porque ya está en desarrollo el que se convertirá en el Zelda por antonomasia de la sobremesa del juego asimétrico.
Ahora sí, dejemos a un lado cifras –que parece bastante claro que no suponen un problema defitario aunque sí un riesgo– y vayamos con las razones por las que para mí The Legend of Zelda: Majora’s Mask verá la luz en Nintendo 3DS. Comencemos por la intencionalidad real de la propia compañía; Eiji Aonuma quiere hacerlo y Shigeru Miyamoto también. Ahora entra en juego el estudio que se encargaría de la adaptación. Seguramente todos pensemos en Grezzo, el estudio que llevó a cabo de manera muy fidedigna la adaptación de Ocarina of Time a 3DS. Si echamos un vistazo a su currículum podemos ver que, aparte de éste, han desarrollado recientemente un minijuego vía DLC para la Plaza Mii del Streetpass de la portátil, Flower Town. Desde que lanzaran Line Attack Heroes para Wii en 2010 en formato digital, no han parado de trabajar. Una vez terminado Flower Town el pasado verano, ¿Qué está haciendo Grezzo? Yo lo tengo claro, si hay alguien que tenga que hacerlo, son ellos. ¿Pero y si no fuese así?
Hay otros estudios que para mí cumplen las papeletas para desvelar sus cartas durante este año, encargándose o no de dar forma a Skull Kid y compañía. Uno de ellos es Next Level Games, creadores del para mí imprescindible Luigi’s Mansion 2. Esta entrega hizo que la compañía canadiense se ganara la confianza de la factoría de Kyoto para futuros proyectos, y así va a ser. El pasado mes de enero nos enterábamos de que Next Level Games dejaba de ser un estudio independiente para ser una first party de Nintendo:
“Sólo estamos haciendo productos para Nintendo. Estamos muy felices con nuestra relación con ellos, no hay razón para mirar hacia otro lado. Ellos siguen dándonos mejores franquicias para trabajar, y mientras nuestro trabajo y nuestros juegos sean buenos para ellos no hay razón para aventurarse.” – Jason Carr, co-fundador de Next Level Games.
Mi apuesta es un nuevo episodio de Mario Strickers, puesto que ya se encargaron de la versión de Wii hace unos años y sería ahora la oportunidad ideal de volver a la carga con el fútbol teniendo en cuenta que además es año de Mundial. Luego tenemos a mi querida Camelot Software Inc., que recientemente ha finalizado Mario Golf: World Tour. Sería una sorpresa que fuesen ellos los elegidos para el remake de Majora’s, ya que espero y deseo estén manos a la obra con el futuro de Golden Sun. No estaría mal un teaser tráiler en el E3 con el logo de la franquicia y un tema de Motoi Sakuraba de fondo. No hace falta más. Podríamos también apostar difícilmente por Treasure Co., quienes ya se encargaron de Wario World en GameCube y actualmente trabajan en proyectos menores pero aún para Nintendo de cuando en cuando. ¿Serían los padres de Gunstar Heroes los elegidos? Quién sabe, pero me temo que no.
Otra que queda descartada con casi total seguridad es Retro Studios, a los que más les vale traernos un Metroid pronto para calmar poco a poco tanta especulación y tanto Reggie con pines de Samus Aran. La última posibilidad sería que la propia Nintendo EAD o Nintendo SPD -que se encarga de todo título Tripe A para sus consolas-, fuera la que se llevara la palma. Por lo tanto, me gustaría que comentaseis acerca de quién pensáis que llevaría a cabo esta remasterización.
Antes de finalizar, mencionar la referencia hacia Majora’s Mask que aparece en A Link Between Worlds. Todos los que hayáis jugado al título sabréis de lo que os hablo, algo que no hace sino alimentar nuestras esperanzas y engordar lo evidente. Si tuviese que apostar personalmente, diría que el título se iría a 2015 o en el peor de los casos 2016, a no ser que el de Wii U se demorase más de lo previsto, aspecto que no la beneficiaría en absoluto. Sería un bombazo que en este E3 apareciese un logo que dijese: Majora’s coming ‘Holiday 2014’ para Nintendo 3DS. Serviría a la perfección para calmar la espera del tan esperado Zelda de Wii U y el impulso para la portátil en navidades se daría por sentado.
¿Y a ti, te gustaría Majora’s Mask en 3DS?