Mucho se ha dicho de Pokémon: Let’s Go! desde su lanzamiento. Aunque, por lo general, las críticas han sido bastante positivas, muchos fans se han quejado de que el juego peca de ser excesivamente sencillo y demasiado casual, rompiendo con la esencia de la saga. Sin embargo, ¿es esto cierto? ¿Rompe Let’s Go! con la esencia de Pokémon? Yo creo que no.
Pokémon: Let’s Go! no sólo es uno de los mejores juegos de la serie en mucho tiempo, sino que también revitaliza la saga de una forma que no habríamos podido imaginar en mucho tiempo. Yo mismo me encontraba dentro de ese grupo de escépticos que creían que Let’s Go! iba a ser un juego demasiado casual y fácil como para suponer un reto. En parte, quizá sea cierto, pero no por ello quiere decir que abandone la esencia de Pokémon o sea una entrega inferior en cuanto a calidad.
Y es que Let’s Go! es un muy buen representante de la esencia Pokémon, y uno de los juegos que más ha aportado algo nuevo a la saga en mucho tiempo, aunque a muchos no se lo parezca. No creo que haya que dejarse engañar por la escasa dificultad que tiene para juzgarlo como juego o como nueva entrega de Pokémon, ya que, aunque puede que peque en dificultad, lo contrarresta con otras muy buenas cualidades evitando asi que caiga en la mediocridad.
Un remake de lo viejo con toques de lo nuevo
Lo primero que todos tenemos en cuenta cuando empezamos a jugar a es que se trata de un remake de los Pokémon clásicos, de los Rojo, Azul y Amarillo originales, y eso parece dejarlo claro en sus primeros compases. Pokémon: Let’s Go! conserva todo lo que nos enamoró de las primeras entregas de la saga, todo lo que convirtieron a Pokémon en lo que es hoy en día, pero, a su vez, estos nuevos juegos suponen una reinvención de la saga, convirtiendo en algo muy novedoso.
Una de las cosas que más me está gustando de es su tratamiento de los personajes. Estas dos nuevas entregas no recurren a Azul y Rojo, los personajes principales de los juegos originales, sino que introducen a estos personajes y a nuestro rival, nuestro vecino, el cual sorprendentemente no es un imbécil, como las primeras entregas de la franquicia nos tenían acostumbrados. Además, al contar con un lore mucho más extenso que por aquel entonces, Let’s Go! puede permitirse introducir elementos de la saga que en los años 90 no existían dentro del universo de Pokémon. Es el caso, por ejemplo, de la región de Alola y de las formas de los monstruos representativas de esta región.
En todo esto, Let’s Go! ofrece una revisión de lo antiguo y lo adapta a lo actual, creando una mezcla por el camino que funciona de una forma muy convincente y prometedora si se tienen en cuenta los aspectos que convierten a este juego en algo novedoso para el futuro.
Game Freak ha apostado por el “¡Hazte con todos!”
No es ningún secreto que Pokémon GO supuso en su momento un fenómeno de masas, y a día de hoy cuenta con una base de jugadores que siguen fieles al juego de Niantic, que, a su vez, continúa introduciendo nuevo contenido y nuevas criaturas en su juego. Game Freak se ha dado cuenta de lo que hace que Pokémon GO sea un juego tan jugado alrededor del mundo, y ha sabido adaptar y aplicar a Let’s Go! algunas de sus mecánicas.
Si bien es cierto que ya no tenemos luchas contra Pokémon salvajes, también es cierto que yo, personalmente, no las echo en falta lo suficiente como para convertirlo en un problema. Porque en pleno siglo XXI resulta raro que sigamos teniendo encuentros aleatorios con criaturas que no vemos físicamente en el mapa. Y no, la hierba alta ya no tapaba esta inconsistencia.
Pokémon: Let’s Go! ha sabido redefinir sus mecánicas de encuentros y captura para apostar por un sistema parecido al de Pokémon GO. Es verdad que, en un principio, no estaba muy convencido ante un cambio tan rompedor en la saga, pero tampoco habría imaginado lo bien y lo natural que le sienta. Quizá ya no tengamos que debilitar lo suficiente a uno para capturarlo, pero Game Freak no ha prescindido de la estrategia para ello, y poder ver a las criaturas en el mapa y elegir si luchar o no y contra quién resulta bastante reconfortante.
Let’s Go! también se atreve a probar cosas nuevas
Una de las características que más me han llamado la atención de Let’s Go! ha sido lo mucho que ha innovado a pesar de presentar una fachada tras la que parecía que no habría nada nuevo. Estos nuevos juegos protagonizados por Pikachu y Eevee no pierden la esencia, a pesar de lo que muchos piensen, sino que la toman y la hacen suya, a su manera. Esto no tiene que ser entendido como algo malo o negativo, sino, simplemente, como algo diferente.
¿Alguien se acuerda de las Máquinas Ocultas? Imagino que todos los fans de la saga nos acordaremos de ellas; lo doy por seguro. Pues bien, en Pokémon: Let’s Go! ya no existen y eso es algo que agradezco enormemente. Era otra de las cosas que me sacaba de contexto (como los arbolitos que bloqueaban todo el camino, sustituidos ahora por árboles más convincentes), el tener que enseñar a mis Pokémon movimientos ocultos para poder progresar.
Esto, en cierta medida, no ha cambiado mucho, ya que es tu Pokémon inicial quien aprende las ahora llamadas Técnicas Secretas. No obstante, no son movimientos que te obliguen a prescindir de otro de los movimientos de uno de tus Pokémon, sino que son habilidades añadidas. Al no sustituir un movimiento por otro, se da al jugador mayor libertad y se le quitan restricciones, y esta es otra de las cosas que sienta muy bien a la saga.
El balance es francamente positivo
Con todo esto, Pokémon: Let’s Go! puede considerarse un videojuego fácil, sí, pero la sencillez no es sinónimo de calidad, y menos en esta industria. Juegos como Dark Souls son inherentemente difíciles y lo aceptamos, esta saga nunca ha sido difícil, ni su esencia ha residido en su dificultad, por lo que la excusa de la dificultad no me vale. Let’s Go! supone una apuesta por parte de Nintendo por la innovación en una de sus series más longevas, y eso es algo que, bajo mi punto de vista, parece sentarle muy bien.
Si bien supone su apertura a un público más amplio, así como la facilitación de la entrada a nuevos jugadores, creo que también deja claras las intenciones de Nintendo para revitalizarla. No creo que las próximas entregas vayan a ser como Pokémon: Let’s Go!, pero sí que creo firmemente que la gran N sabrá aplicar lo que ha hecho que estos dos juegos hayan aportado novedad e ideas interesantes a una saga que en veinte años no se ha atrevido a dar el paso que ha dado con sus últimas entregas.