Aún vendiendo a la práctica totalidad de su rama occidental, lo cierto es que Square Enix lleva unos meses que no ha parado de lanzar y anunciar numerosos juegos.
Y todo sin olvidar que para este recta final de año aún se han guardado títulos como Crisis Core: Final Fantasy VII, Valkyrie Elysium o el enésimo spin-off de Dragon Quest que, de seguro, venderán a espuertas.
Curiosamente esta utilización de propiedades intelectuales con pedrigrí en estos meses se han ido alternando con otro tipo de proyectos algo menores, pero igualmente interesantes. The Diofield Chronicle pertenece a estos últimos, un título que prácticamente ha salido de la nada debido, en gran parte, a esa mencionada alta cadencia de lanzamientos.
Su punto fuerte: los combates…
En este caso, y como la mayoría de los títulos que han ido saliendo recientemente de la mítica compañía, estamos ante un juego con una alta carga de elementos rpg. Pero en esta ocasión estamos ante uno principalmente basado en combates con un objetivo general por cumplir (que es casi siempre es derrotar al bando rival) donde la acción de nuestras unidades es en tiempo real, como si de un MOBA se tratase. Así que el componente estratégico se basa principalmente en la sabia utilización del terreno, ya que hay que saber posicionar según que tipo de unidades para aprovechar sus ventajas frente al enemigo, debido a que las acciones básicas se ejecutan automáticamente cuando nuestros oponentes entran en nuestro radio.
Eso sí, nuestro papel no solo se basa en ir mandando a nuestras tropas hacia el enemigo sin más, ya que podemos ejecutar varios comandos que van desde ataques más potentes o ralentizar a nuestros oponentes, hasta la posibilidad de invocar a seres mitológicos que muchos de vosotros conoceréis.
…aunque hay algún detalle jugable que deja de desear
Por cierto, el control me ha parecido bueno sin más, ya que no he tenido ningún dolor de cabeza en jugar a un RTS como este en el Dual Shock, salvo en la ejecución de estos ataques especiales. Esto es debido a que cuando vamos a elegir una habilidad de un personaje seleccionado de este tipo, el menú que se desplegará será el del anterior que haya hecho uso de uno de estos ataques. Sí, es raro y se hace bastante pesado ya que tendremos que dar más pasos de lo necesario para algo que debería ser rápido y sencillo.
Por otra parte, me ha resultado curioso que, entre combates, podemos recorrer nuestra base a modo de hub manejando a nuestro personaje. Ahí es donde iremos mejorando a nuestro equipo, adquiriremos nuevos materiales y mejoraremos las estadísticas del grupo mediante el típico árbol de habilidades. Es una pena que no haya mucho más que hacer en este modo más allá de hablar con algún personaje que otro, ya que es algo que se podría haber aprovechado mejor para interactuar y profundizar más en ese sentido, como hacen otros títulos del estilo.
Artísticamente llamativo
La verdad es que The Diofield Chronicle cuenta con un apartado artístico bastante cuidado que suple las carencias de tener un presupuesto, a priori, limitado a juzgar por el producto en sí. Por ejemplo está a la vista lo llamativos que son los escenarios al parecer dioramas como los vistos en Fantasian, en el que tenemos la capacidad muy socorrida de poder rotar el escenario, a diferencia de los escenarios algo más estáticos del juego de Hironobu Sakaguchi. Como curiosidad, en el apartado musical han participado Ramin Djawadi y Brandon Campbell, compositores de la adaptación de HBO de Juego de Tronos, lo cual no deja de ser llamativo y realmente “pega” con la estética del juego.
En definitiva
Por lo que habréis leído, os habréis hecho una idea de que The Diofield Chronicle tiene una buena base sin llegar a deslumbrar en ningún aspecto. Pero lo cierto es no está exento de problemas. La historia cumple con todos los tópicos de historias de fantasía medieval y se vuelve muy predecible, donde naciones enfrentadas están en conflicto y necesitan monopolizar un recurso mágico para decantar la guerra.
Los combates son divertidos y rápidos, pero se echa en falta mayor variedad de objetivos y me ha dado la sensación de que nuestro nivel de personaje importa más que nuestra habilidad. A esto hay que sumar que no está traducido al español despues de ver como otros títulos igual de nicho sí han contado con textos a nuestro idioma. Aún con todo, estamos ante un título bastante interesante, divertido, largo (unas 30 horas de juego) y con bastantes ideas bien ejecutadas que gustará a los fans del género. [75]