¡Maldita Paloma, cuantísimo te he odiado! Todas aquellas horas perdidas en el aula de informática del instituto –cuando Facebook nos parecía una ventana al futuro y no una red social invadida por madres, abuelos e incluso viejos profesores– pateándote el trasero con la esperanza de superar a mis compañeros en el ranking. (más…)