Los juegos basados en licencias de películas de Disney tienen, a priori, la tarea de ser un producto orientado al mismo público objetivo de la cinta. Un público eminentemente infantil, por lo que la apuesta jugable debe ser muy asequible, así como dotada de una espectacularidad cercana a la cinta en la que se basa. De Brave no se puede decir que cumpla ni una cosa ni la otra. (más…)