Siempre hay algo mágico cuando llega ese chute de adrenalina que da sentido a todo. Nada como saborear el momento mágico en la que, con tu habilidad, la de tus compañeros o por puro azar, te encuentras de cara con la victoria. La dulce, dulce victoria, y por ende, la derrota de tus contrincantes. Bendita sea la competición, todo sea dicho. (más…)