Durante muchos años he buscado juegos en dónde la mal llamada “temática Lovecraft” abra nuevas formas de terror. Un terror del que no sólo se tiene que basar en la atmósfera, sino que (en ocasiones) necesita imágenes que impacten; imágenes que se te quedan grabadas en el cerebro al igual que el sol se te queda en la retina si lo miras de frente. (más…)
