Nunca me han gustado los llamados juegos de entrenar el cerébro (que ni entrenan el cerebro ni nada). Quizá por eso esperaba lo peor de Smart As..., pero ha resultado ser una experiencia bastante agradable. He echado al menos una partida todos los días desde que lo probé, algo que no podía imaginarme al principio en este tipo de juego. (más…)