Cuando se creó Spotify, las grandes compañías eran reacias e incluso agresivas con la idea de una tarifa plana de música. Pensaban que era un negocio que estaba condenado al fracaso. En más de una ocasión, charlando con los amigos, les había comentado que si Valve ofreciera una cosa parecida en Steam, se llevaría por delante a las consolas de salón. ¿Quién no quiere una tarifa plana de juegos por una módica mensualidad? (más…)