Violencia y videojuegos

Los videojuegos popularmente suelen asociarse con la violencia, sobretodo los que tienen grandes componentes violentos, como peleas o conductas agresivas. Siempre nos han dicho y hemos oído que un juego violento nos vuelve violentos, pero… ¿es esto verdad? Muchas personas afirmarán sin dudar un instante: sí, desde luego que un videojuego violento te volverá más agresivo. Por otra parte, habrá personas, aunque menos, que promulguen que los videojuegos no tienen nada que ver con la violencia que pueden mostrar los jugadores.

Pese al formato pixel, Hotline Miami es uno de los videojuegos más violentos de nuestros días

Pese al formato pixel, Hotline Miami es uno de los videojuegos más violentos de nuestros días

Este artículo intenta acercar al lector a la verdad, una realidad objetiva, hechos, datos, no opiniones de gente con aversión o amor incondicional por los videojuegos. Debemos decir, sin embargo, que la verdad no es tan simple como uno puede llegar a pensar. Resumiremos las variables que influyen en el estudio violenciavideojuegos, e intentaremos mostrar las dos caras de la moneda, para que si alguien quiere debatir sobre este tema lo haga con bases empíricas.

Primero centrémonos en cuán difícil es objetivizar esta investigación. A continuación expondremos una serie de factores (según Ferguson, 2010)1 que sin duda influyen en el proceso:

  1. Muchas medidas de violencia son inválidas: la mayoría de medidas usadas en los estudios no correlacionan con el comportamiento agresivo real.
  2. El efecto de terceras variables: otras variables, tales como género, violencia familiar, genética, etc. no se tienen en cuenta a la hora de investigar sobre videojuegos y violencia.
  3. No se citan los resultados contradictorios.
  4. Cribas en las vías de publicación: por criterios de exclusión, muchos estudios no son publicados y por ello se ignora una parte de la investigación.
  5. Pequeño tamaño del efecto: muchos estudios obtienen un efecto demasiado pequeño para poder ser considerado significativo.
  6. Ausencia de límites clínicos: la falta de criterios clínicos que definan la ‘agresión patológica’ hace que sea imposible diferenciar entre un comportamiento agresivo que pueda afectar a la vida cotidiana y otro que sea considerado ‘normativo’.
  7. Uso de medidas de violencia no-estandarizadas.
  8. Correlación negativa entre el consumo de videojuegos violentos y los crímenes violentos en jóvenes: entre los años 1996 y 2007, se ha podido observar un aumento en la venta de videojuegos violentos, mientras que se ha visto reducida la violencia juvenil (ver imagen 1 extraída de Ferguson, 2010)1.
  9. Exageración de los resultados: muchos autores, aún obteniendo efectos muy pequeños en sus estudios, acostumbran a exagerar sus resultados para que su estudio sea publicado.
Fuente de ventas de videojuegos: El grupo NPD, Inc./ Ratail Traking Service. - Fuente de violencia juvenil: Childstats.gov

Fuente de ventas de videojuegos: El grupo NPD, Inc./ Ratail Traking Service. – Fuente de violencia juvenil: Childstats.gov

Vistos estos elementos, se mostrarán algunos de los estudios con hipótesis a favor y en contra de los videojuegos, para que el lector se haga una idea de cómo está la investigación por el momento, aunque por proporción de artículos parece ser que los videojuegos no tienen una relación tan clara con la violencia como la gente suele creer.

Por ejemplo, Tear y Nielsen (2013)2 hicieron 3 experimentos intentando concluir que los videojuegos violentos disminuían el comportamiento prosocial, es decir, realizar acciones socialmente aceptadas (por ejemplo, ayudar a alguien que se ha caído o tirar la basura en una papelera). Sus resultados no fueron concluyentes y argumentaron, además de múltiples limitaciones, que esta relación videojuegosviolencia se ve sobreestimada a nivel cotidiano.

Otro estudio relacionado con la temática es el de Parkes et al. (2013)3, en el cual intentan establecer la relación entre videojuegos y ajuste psicosocial, y TV y ajuste psicosocial. A pesar de que, de nuevo, los resultados no muestran una relación causal, si que parecen mostrar que la TV y no los juegos electrónicos predicen un pequeño aumento de problemas de conducta.

Una de las escenas más famosas de los videojuegos modernos. Call of Duty: Modern Warfare 2

Una de las escenas más famosas de los videojuegos modernos. Call of Duty: Modern Warfare 2

Sin embargo, también hay estudios en el otro bando. Por ejemplo, una revisión hecha por Anderson (20044; citado en Barlett et al. 20095) mostró que entre más estudios sobre violencia y videojuegos se realizan, más clara es la relación entre ellos. Además añade que algunas de las limitaciones sobre la investigación son sobreestimadas y que cuanto mejor se estudien las variables mejores resultados se obtienen, señalando así los efectos perjudiciales de la exposición a videojuegos violentos y a todos los media en general.

Como dicen Barlett el al. (2009)5 y Ferguson (2010)1, a pesar de que los videojuegos violentos pueden incrementar el nivel de agresividad y arousal, se ha visto que también pueden incrementar el rendimiento cognitivo, mejorar el entorno social y pueden ser usados en la educación como herramienta.

Finalmente, se quiere añadir que a pesar de las limitaciones de los estudios, cada vez se está investigando más sobre los videojuegos y sin duda se formarán futuras líneas de investigación sobre el tema. Este hecho no hace otra cosa más que demostrar que cada día los videojuegos están más cerca de nosotros y no está de más saber cómo influyen en la mente humana.

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Este artículo ha sido escrito por Sergio y Marc de Psycogaming, una empresa de Barcelona especializada en el análisis de videojuegos desde el punto de vista de la psicología.

1 – Ferguson, C. J. (2010). Blazing Angels or Resident Evil? Can Violent Video Games Be a Force for Good?. Review of General Psychology. APA. Vol. 14 (2), 68–81.
2 – Tear, M. J. & Nielsen, M. (2013). Failure to demonstrate that playing violent video games diminishes prosocial behavior. PLOS ONE. Vol. 8 (7), 1-7.
3 – Parkes, A., Sweeting, H., Wight, D. & Henderson, M. (2013). Do television and electronic games predict children’s psychosocial adjustment? Longitudinal research using the UK Millennium Cohort Study. Arch Dis Child Vol. 98, 341–348.
4 – Anderson, C. A. (2004). An update on the effects of playing violent computer games. Journal of Adolescence, 27, 113–122.
5 – Barlett, P. C., Vowels, L. C., Shanteau, J., Crow, J. & Miller, T. (2009). The effect of violent and non-violent computer games on cognitive performance. Computers in Human Behavior. Vol. 25, 96–102.

  1. A ver, expongo estos datos…
    1. Tengo 43 años y llevo jugando a videojuegos desde 1980 (34 años)
    2. He jugado una media de unas 6 horas diarias durante la mayor parte de esos 34 años jugados.
    3. Obviamente he jugado a todos (o casi todos) los juegos violentos habidos y por haber, fuese en consola o PC, tuviese o no edad para ello.

    A día de hoy y aunque me haya frustrado jugando online, aunque me haya cabreado jugando a videojuegos… NUNCA he sido violento, (nunca mas de lo necesario, claro, no vamos a ser gilipollas, todo sea dicho)… etc, etc.

    Es decir, jugar a videojuegos, sean violentos o no el tiempo que sea durante mucho tiempo… no te hace ser violento, lo que te hace ser violento son otras cosas.

    • Estoy de acuerdo, el rollo de asociar los videojuegos con la violencia es algo muy recurrente, ahora son una industria muy potente y no faltan los habituales que todos conocemos que adoptan la posen y demonizan sin saber. Huelga decir que no me refiero a la entrada ni a los datos mencionados, lo mismo que siempre está bien estudiar las cosas.

      Lo mismo se podría decir del cine, o de la música, o de los libros, etc. ¿Exagerado? creo que no. La violencia, como la maldad o la locura, está en el ser humano. ¿Acaso no ha habido caso de personas que se les ha ido la pinza escuchando la letra de una canción, viendo una peli u obsesionándose con los pasajes de un libro, etc? casos hay a patadas.

      Pero ahora son los videojuegos, pues toca cascar a los videojuegos. Y en esto, como en todo, el poder mediático tiene gran influencia alienante entre la población que desconoce por completo el mundillo. Es como cuando la maruja de turno habla con el pescadero, talluditos ambos, de los peligros del botellón o de las drogas, por ejemplo… qué sabran, generalmente nada.

      Luego, en cuanto a un pirado se le acaba de cruzar el cable y la lía, asesina, o directamente prepara una matanza, enseguida sale en los informativos que el tirador jugaba a videojuegos y que le encataban los shooters. O el caso del asesino de la katana, que parece que mató a sus padres por culpa del FF. Venga ya.

      Yo también tengo 43 tacos, y también llevo en esto desde el principio ( ¿Cómo es que empezaste en 1980, no jugaste al PONG? me extraña que no te llamase la atención aquella mesa alucinante 😀 ). También he jugado a todo… y, entre otros, uno de mis géneros favoritos, aunque ahora esté pelín hastiado (en general, pero bueno), son los shooters.

      He disparado todas las balas del mundo, en todos los juegos de tiros habidos y por haber. Como me encanta el rollo RPG (del que también estoy pelín empachado, digamos, más que hastiado), capa y espada, violencia, sagre, desmembramientos, tal… y de la misma forma que adoro el género de terror o la ciencia ficción, en cine, videojuegos, libros, me da igual, con sus monstruos y la misma caña.

      Igual que me fascina la psicología y los perfiles criminales, la mente del psicópata, los procesos que desencadenan, desgraciadamente… el horror, y el dolor que éste genera.

      También me fascina todo lo relacionado con la historia, las religiones, Dios… el Diablo… la eterna lucha entre El Bien y El Mal, La Luz y La Oscuridad. O los llamados «fenómenos extraños», todo lo relacionado los ‘fantasmas’, el ocultismo, la vida extraterrestre, las conspiraciones (no soy un pirado conspiranoico ni por asomo), y cualquier cosa rara. Como me encanta cualquier documental, de cualquier tipo… o la ciencia en sí misma.

      Ésa es mi curiosidad, no si la hija de la vecina se ha quedado preñada, Tele 5 style, puta bazofia infumable.

      Y encima voy por libre respecto a la sociedad y sus gilipolleces, que no son más que prejuicio, complejos, y en el fondo miedo, sobre todo a lo distinto, a lo desconocido.

      Bien. ¿Y que?

      Con todo esto, este perfil, por qué cojones debería de influenciarme cualquiera de las cosas mencionadas, muchas mero entreteninimiento, otras más serias y espirituales. Por qué debería de influenciarme nada.

      Me considero hombre cabal, siempre justo y objetivo, libre. Siempre defendiendo la realidad, por cruda que sea y me guste o no, y despreciando el doble rasero, la hipocresía, la sinrazón y las cabezas cuadradas que prefieren quedarse con su chorrada aunque sepan que están equivocados, no que yo diga que lo están, ojo, que todo es opinable, pero hay realidades impepinables. Reconozco que en ocasiones puede parecer que soy más agresivo de lo que en realidad soy, más por vehemencia o incluso visceralidad, nunca por violencia. Nunca he sido violento, todo lo contrario, quizá demasiado conciliador y me he llevado decepciones por decir la verdad y ser leal, pero bueno.

      Repito. ¿Y qué?

      ¿Me van a llevar los videojuegos, o las pelis de terror, o una jodida canción a que se me vaya la pinza y montar el pifostio? ni de coña.

      Todos tenemos un ángel y un demonio dentro, todos. Todos tenemos problemas, algunos muy serios, de diversa índole. Médicos, económicos, familiares, etc. El problema surge cuando algunas personas no son capaces de gestionar la presión, que no digo que sea fácil, pero para eso hay profesionales, y entonces salta la chispa y bum. Luego hay tanto enfermos, como verdaderos malvados, porque la maldad tal cual existe… aunque no me atrevería a decir que sin patología alguna. El cerebro humano es algo que desconocemos por completo.

      Pero claro, si el gilipollas de turno se presenta en el insti yanki y se carga a tres profesores y ocho compañeros, o se sube a un tejado y empieza a disparar sin motivo ni criterio al primero que pasa… es porque jugaba al GTA, al COD o al Sniper.

      Pues no. Por mucho que sea un delicioso caramelo para la prensa más sensacionalista, o que dé audiencia en los (des)informativos, como todo lo morboso, que es lo que vende… no.

      Y acabo volviendo que está muy bien que se hagan estos estudios, siempre que sean serios, con rigurosidad y sin chorradas. Todo es debatible, con este tipo raro siempre se ha podido hablar de cualquier cosa, siempre.

      Tochoman returns. Juas.

  2. @Choroman… Claro que jugué al PONG, y al SPACE INADERS… y a todo lo que entallaba, pero no los jugué «de estreno», pero si fué pronto, como bien dije… en 1980 ya jugaba a lo que yo quería/podía (las game&watch por ejemplo).

    Los salones recreativos por aquel entonces y dada mi temprana edad no me dejaban pisarlos, hasta que a base de insistir e insistir me dejaron «a mi bola» y entonces pude ser yo 😉

    También recordar que muchísimas máquinas recreativas estaban mayormente en los bares, y claro, no a todo el mundo los dejaban entrar así por las buenas.

    Un saludo 😉

    • Juas, es cierto, pero yo tuve la suerte de que por entonces mis papis, junto con mis tíos y algunos amigos de la familia, tenía la costumbre de después de misa salir de vinos por el centro… y claro, el niño, como dije, ya flipló con esa mesa mágica del PONG, como lo hizo con el Space, el Galaxián, etc.

      Luego tuve también la suerte, si al final soy un afortunado, jeje, de que justo enfrente del cole había unos recreativos tipical 80, exactamente de esos que tan maravillosamente clavaron los de El Jueves hace tiempo, tal cual.

      Pero, volviendo al PONG, je, en más de una ocasión me cayó una bulla por subir a un garito, el Estabul se llamaba, que era un antro de lo que entonces se llamaban «porreros» (risas), siendo un chinorris total, a echar una partida.

      En cuanto a la G&W, tendría unos doce tiernos añitos cuando me regalaron la gloria: Donkey Kong. La naranja de doble pantalla, esa maravilla. Ni qué decir tiene… a saco, cuidadoso siempre, pero a saco. En Level 2, el de más dificultad (bajaban rápido los jodíos), ningún problema para sobrepasar el 999 que era el tope del marcador de la máquina. Creo recordar que por entonces, yo y mis ralladas con los números, calculé que mi puntuación record andaría por los 1600/1700.

      Qué tiempos, qué disfrute, qué percepción… tan distinta.

      Salud, broda videojueguil. 😉

      • ¿Os dáis cuenta de lo afortunados que somos los que rondamos los 40, por encima o por debajo, y tuvimos la gran suerte de poder estar en este maravilloso y fascinante mundillo desde el principio y disfrutando de tanto de las distintas generaciones videojueguiles… como de nuestra inocente percepción por entonces?

        En serio, es la polla. Del PONG a los 8/16 bits, de la magia, del salto que supusieron los 32, luego los 64 (God bless N64), los 128 y esas PS2/Xbox… etc.

        Hasta el infinito y más pa’llá, joder, pero que nos quiten lo jugado y disfrutado. Qué maravilla.

        Corazoncito gamer.

        • Totalmente de acuerdo contigo, y ya no solo en el tema videojueguil, si no en el tema «musical», la música de los 70 y 80… de lo mejor que ha parido madre, es mas, cada vez que escucho un tema de esa época (Smoke on the Water por ejemplo) me quedo como ensimismado y se me viene toda mi juventud niñera al coco, una pasada.

          Bueno, ha sido nombrar los 70 y 80… y venirme a la cabeza aquellas tardes de invierno, estando en casa con mi Philips VG-8020, mi TV en Blanco y negro de 14 pulgadas y mis revistas de la época (MSX-Extra) tecleando aquel maravilloso código en BASIC que venían en aquellas revistas y guardando todo lo escrito en una cinta de cassette para ejecutarlo mas tarde u otro día; también se me viene a la cabeza aquellas tardes en las que me pasaba horas y horas jugando a la Atari 2600 de mi hermano jugando precisamente al Pong y a otros tantos……………. una pasada.

          Y paro ya que me pongo nostálgico perdío.

          Un saludo.

          PD: También recuerdo la que había que liar para acceder al «internet» de entonces, las llamadas BBS, que tiempos y como ha cambiado la cosa.

  3. Los videojuegos son la misma excusa que el rock en los 50 o el heavy en los 80: el cabeza de turco para los problemas sociales y las taras mentales personales en casos particulares…

    Como si alguna de las personas que jugaba a videojuegos que han cometido alguna atrocidad estuviese bien justo antes de empezar a jugar…

    • Cuando leo cosas sobre de que los videojuegos violentos hacen a las personas violentas… me acuerdo de Charles Manson o Jeffrey Dahmer (El Carnicero de Milwaukee), ¿a que coño jugarían estos dos?, lo dicho, una gilipollez lo de que los videojuegos violentos hacen a las personas violentas, lo que te hace violentos son este tipo de personas que no tienen ni pajolera idea de que coño están hablando, y a estos si que les metía yo una hostia bien dada, (pero cariñosamente ¿eh?, sin acritud 😛 )

  4. jajajaa ahora mismo en el telediario esta saliendo un video de un nazi ruso golpeando sin descanso a un oriental, eso m parece mas violento que cualquier videojuego y l telediario no tiene ninguna calificacion por edad.

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