Wolfenstein Youngblood, experimentando con la franquicia

Para mi fue una sorpresa la llegada de Wolfenstein Youngblood, más aún en un año donde id Software nos trae el regreso de RAGE y DOOM Eternal. No me esperaba ningún tipo de novedad respecto a Blazkowicz y compañía, pero en Machinegames pensaron diferente y nos trajeron un juego repleto de novedades, donde se evidencia la intención de experimentar con la serie, de cara al juego encargado de cerrar la trilogía. ¿Qué tanto de lo nuevo resultó siendo efectivo?, se lo cuento en este análisis.

Wolfenstein Youngblood

Ahora somos dos

La primer gran novedad que nos presenta Wolfenstein Youngblood es la ausencia de B.J. Blazkowicz como protagonista. En esta ocasión son sus hijas, Jessie (Jes) y Zofia (Soph), las que reciben el peso de la aventura, en un título cooperativo, donde, para jugar con otra persona, es necesario hacerlo en línea.

El concepto no deja de ser interesante, pero me parece que está mal enfocado. Primero, me hubiera gustado más que el cooperativo también fuera a pantalla dividida, al final queda descartado por un tema de rendimiento, así que las partidas varían dependiendo si uno es el host o el invitado en el juego de alguien más. Es así como, si entro a la partida de alguien que va mucho más adelante que yo, tengo su mismo nivel y habilidades, además de comenzar en un punto diferente de la historia.

De igual manera los niveles y muchas de las acciones están demasiado amarradas al concepto de pareja. Cajas que tienen dos manivelas para poderse abrir, dos interruptores, dos caminos, todo es por duplicado, dando a entender que el juego se disfruta mucho más acompañado, cosa que es cierto, pero depende de la compañía.

Mejor solo que mal acompañado

Si, Wolfenstein Youngblood es un juego mucho más entretenido si se juega en compañía, pero si esa otra persona es una amigo o alguien que de verdad quiera cooperar, de lo contrario estaremos simplemente disparando, corriendo, esquivando, sin importar lo que el otro haga. Eso no es culpa de Machinegames, ni mucho menos, pero en muchas ocasiones lleva a replantear, que es mejor jugarlo solo.

Si a esto le sumamos que no se permite juego cruzado, no resulta fácil el encontrar una persona que tenga el juego en la misma plataforma que la nuestra, además de jugar de la misma manera que uno. Claro, tenemos la opción de invitar a alguien, pero eso solo es posible con la edición deluxe del título, lo que significa, invertir más dinero de lo inicialmente pensado.

Siendo así las cosas, por gran parte de mis sesiones de juego decidí que la IA fuera mi compañera, que para mi sorpresa, no es tan mala como llegué a pensar, pero sí tiene sus fallos. No te resucita, a veces simplemente se queda quieta y no conoce muy bien el concepto de sigilo, lo que termina invitando a jugar de una sola manera, disparando a todo lo que se ponga en frente.

Wolfenstein Youngblood

Destruyendo el mito

Si algo supo hacer muy bien New Colossus fue presentar nuevos y retadores enemigos. Los Panzerhund o Zerstörer en manada, por ejemplo, eran prácticamente imposibles de derrotar, pero en Wolfenstein Youngblood, se pueden venir tres o cuatro de estos enemigos al tiempo y la situación no se torna tan complicada.

Lo que sí varía es que todos los enemigos, al igual que los personajes principales, ahora tienen niveles y las protagonistas también pueden ir mejorando sus habilidades y armamento, es decir, tenemos elementos de RPG en esta entrega, que también funcionan a medias, porque para poder aumentar el nivel o conseguir el dinero suficiente para realizar las mejoras, tenemos que hacer muchas misiones, muchas veces.

Esto se me hace conocido

Para mi el mayor defecto de Wolfenstein Youngblood es que lo quisieron estirar lo más posible. Tenemos misiones secundarias sumamente repetitivas, debemos matar enemigos para subir de nivel y estar buscando monedas en los diferentes escenarios para llegar a las cotas excesivas que pide el título al momento de comprar ciertos artículos, todo con el fin de mantener vivo el juego.

Wolfenstein Youngblood

Es así como la historia de esta entrega, que comienza fuerte, mostrando a Jes y Soph como personajes interesantes y divertidos. Novatas que nunca habían matado a nadie y la manera como afrontan esta situaciones, desaparece totalmente cuando llegamos a las catacumbas y debemos ir a los diferentes sectores para realizar misiones, subir de nivel y conseguir dinero.

Si analizamos bien la situación, Wolfenstein Youngblood consta de cinco misiones principales, siendo la primera, llegar a Francia, luego tres relacionadas con infiltrarnos en bases nazis y una última relacionada con el desenlace de esta historia. El resto, es relleno que aporta poco o nada a la narrativa, haciendo que prácticamente desaparezca, mientras realizamos las mismas tareas una y otra y otra vez.

Una manito de Arkane

Yo me considero un fanático de Arkane Studios y a medida que iba avanzando en Wolfenstein Youngblood me di cuenta que el diseño de niveles era muy similar a lo visto en Dishonored. Diferentes caminos a seguir, entradas por sitios altos o algunos muy bajos, el manejo del sigilo en ciertas situaciones. Fue cuando me di cuenta que Arkane colaboró con el desarrollo del título y vaya que le hizo bien.

Wolfenstein Youngblood

Este diseño de niveles le dio un poco de variedad a lo lineal que suelen ser los escenarios de la franquicia y puede ser algo a tener en cuenta de cara a una nueva entrega. Porque este tipo de diseños aportan muchísimo a los jugadores, que como yo, tomamos el sigilo como primera opción.

Hermanas de armas tomar

Como lo mencioné anteriormente, en esta ocasión las armas cuentan con modificadores que hacen más o menos daño a ciertos personajes y de igual manera, al irlas mejorando, van cambiando sus estadísticas, ya sea cadencia de fuego, daño, capacidad de munición y demás. Pero, la variedad no es mucha, estamos hablando de las mismas armas vistas en la entrega anterior.

De igual manera, como muchas de las novedades que trae el título, la idea es buena, pero no está bien implementada. Existen enemigos que son derrotados mucho más fácil con armas que supuestamente no son efectivas contra el tipo de blindaje que este tienen, lo que pone a pensar ¿para qué molestarse en poner dicha restricción, si con cualquier arma lo puedo derrotar?.

Wolfenstein Youngblood

Recorriendo París

Otra, de las muchas novedades que ya les comentaba que trae este título, es la posibilidad de recorrer París o Neo París, como le dicen los nazis. Una de las últimas ciudades controlada por ellos y en la cual nos podemos desplazar a través del metro, para visitar diferentes sectores y realizar misiones. De esta manera el juego toma un tono más abierto, que deja espacio para la exploración.

Cada uno de estos sitios cuenta con diferentes misiones, de las cuales ya les comenté, y a medida que vamos consiguiendo nuevas armas, podemos regresar para descubrir secretos. Uno que me llamó mucho la atención tiene que ver con Dishonored y una runa que se encuentra escondida en una habitación.

De igual manera, existen misiones que pueden ser rejugadas, aumentando el nivel de las mismas, lo que nos otorga más dinero y experiencia. Esto, como lo he venido diciendo, simplemente estira más el juego, pero sin necesidad, ya que el título puede ser finalizado con la experiencia que nos otorgan la primera vez que las superamos.

Wolfenstein Youngblood

Conclusión

Pienso en Wolfenstein Youngblood como un laboratorio donde Machinegames ha querido probar muchas cosas que pueden ser implementadas en futuros juegos de la serie, de ahí el hecho de que algunas no han funcionado bien. Me quedo con el diseño de niveles, el mundo semi abierto y las combinación entre armas y debilidades de los enemigos.

Por el otro lado me parece que la historia en ningún momento estuvo a la altura y los elementos RPG le sobran, principalmente por la necesidad de estirar tanto el juego para poder subir de nivel o conseguir el dinero suficiente para las mejoras. En cuanto a las microtransacciones, no estoy en contra, pero no me parece justo llevar al jugador a los extremos, ya sea farmeo intenso o pasar por caja, con el fin de conseguir elementos estéticos.

Lo del cooperativo me es totalmente indiferente, porque como lo decía, no es culpa del estudio que cada persona juegue a su manera, termina siendo decisión de cada quien la forma como quiere completar la campaña y a pesar de que muchas cosas se enfocan a jugar acompañado, pienso que uno después de acostumbra, así sea jugando en solitario.

Definitivamente Wolfenstein Youngblood tiene más sombras que luces, pero me parece que es una fuente muy importante de retroalimentación de cara a lo que la franquicia puede ser en el futuro. Muchas de las novedades que se presentan aquí pueden funcionar, a lo mejor otras, realizando ajustes, también lo puedan hacer, sin embargo, en general, creo que el título no es bueno y carece del encanto que sí tuvieron sus predecesores.[60]

  1. Las notas, esas perracas. 😀

    Como seguidor de la saga ya me he informado sobre esta especie de spin-off y tengo claro que la historia es nula, los niveles muy bien diseñados y, lo más importante, la jugabilidad cojonuda. Teniendo en cuenta que está enfocado claramente al cooperativo, también he sacado en claro que se puede jugar perfectísimamente en solitario por la más que correcta IA con la que la máquina maneja a tu acompañante.

    Sumémosle a todo esto que sale a un precio reducido de 40 pavos, además de que en Costomovil (físicos PAL España nuevos más baratos) lo tienen a 33, y tendremos compra segura para los seguidores de la IP. Por otro lado es de los que veo muy probable que bajen pronto a precio de saldo sin desaparecer, así pues, que cada uno elija si lo compra o no y cuándo.

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