The Last of Us Parte II, análisis sin spoilers del juego de la generación

The Last of Us (aquí el análisis de Saúl) es de los pocos juegos han conseguido poner de acuerdo a casi todo el mundo. Su calidad, sus acabados, y, sobre todo, su fuerza narrativa supusieron un hito en el medio del Videojuego. Ahora, muchos años más tarde, llega su secuela.

Y Naughty Dog lo vuela todo por los aires creando algo más grande y mucho más profundo. Créetelo.

Expectativas por las nubes

¿Qué se podía esperar de la secuela de un título que podría considerarse, por impacto, como uno de los mejores juegos de la Historia? The Last of Us Parte II no lo tenía fácil en absoluto para convencer al personal. Pero joder, Naughty Dog la ha vuelto a liar muy gorda. Y no una, sino varias veces. Y es que The Last of Us Parte II daría para varios juegos, incluso para una trilogía. No, no es una exageración, es la pura realidad. A Naughty Dog se la ha ido la mano narrando la que desde el 19 de Junio, en el lanzamiento del juego, se convertirá en una Aventura con un Guión para el recuerdo en el medio del Videojuego.

Narrativa sin tapujos

Ya te aviso que este análisis NO CONTIENE SPOILERS. Tanto es así que no he incluído ni tráilers que pudieran contener secuencias ingame del juego en este análisis, para que si te enteras de algo de la historia o de lo que te espera no sea en AKB. Igual hasta me he pasado de frenada y echas de menos más detalles del juego, pero es que no me perdonaría el joderte el que, muy posiblemente y si llegas virgen a él, puede considerarse como el juego de esta generación. Así, como suena.

Si en el primer The Last of Us la narrativa tiró las paredes de los límites en los que se movían los Videojuegos, quizá por ser su zona de confort, en The Last of Us Parte II se rompe la baraja y se tiran las paredes abajo. Esto ya no va de la pandemia, ni de infectados, aunque sigue siendo el trasfondo. Esto va de relaciones humanas.

https://www.youtube.com/watch?v=TXl9GI1p_Os

The Last of Us Parte II establece una narrativa que expande el lore creado con el primer The Last of Us, expandiéndolo y planteando un mundo creíble en el que se desarrolla una trama mucho más elaborada que en el primero. Es como la diferencia entre una película y una serie: por el formato, la serie puede explorar mucho más los detalles. El precio a pagar es que en algunos tramos una serie puede acabar pareciendo de relleno, pero, inexplicablmente, The Last of Us Parte II consigue atraparte durante sus 30 horas de duración.

En pocos juegos me ha pasado que el tiempo volara, literalmente, que no estuviera esperando a que finalizara para «pasar al siguiente». The Last of Us Parte II es largo, como aventura, pero a la vez es lo suficientemente denso como para que disfrutes muchos de los tramos y lo flipes en los momentos clave.

«Ellos son los que deberían temerte»

Es una gozada cómo Naughty Dog conduce al jugador por un mundo que da la sensación de ser semi abierto, aunque a efectos prácticos la libertad es una pura ilusión. Eso sí, al principio resulta maravilloso encontrarte tantos edificios, tiendas, casas en las que poder entrar y saquear, aún a sabiendas que seguramente te tendrás que enfrentar a un buen puñado de infectados. Pero llega un punto que cuando te das cuenta que puedes ponerte a investigar sin necesidad de seguir la trama por un rato, esto puede resultar hasta agobiante.

Pero el epicentro de la jugabilidad, aunque pueda parecer una obviedad, es Ellie. La forma en la que se ha implementado el personaje es tremenda, reflejando su entrenamiento y gran forma física recuerda enormemente a la Lara Croft en su reinicio. Ya no es una persona que lucha por sobrevivir, sino una superviviente que es capaz de domar el mundo salvaje en el que le ha tocado vivir.

Visualmente es una PUTA MARAVILLA

Es difícil hablar de los gráficos de The Last of Us Parte II y no soltar algún taco. “Joder qué bueno”, “Hostia cómo se ve”, “Me cago en mi puta vida qué brutalidad”, así que perdón, pero no me apetece mucho escatimar en piropos al que muy posiblemente sea el juego visualmente más potente que he visto en PS4, dejándome sensaciones muy superiores a las de God of War. Así, me he pasado HORAS con el Modo Foto, haciendo cientos de capturas que no voy a poder compartir con nadie por un tiempo para evitar chafar sorpresas. Pero qué burrada, en serio.

El principal halago que se le puede hacer es ese. El segundo, que el apartado visual es muy consistente, cuesta horrores verle las fisuras (nota: lo he jugado en PS4 Pro). Recuerdo en Final Fantasy VII Remake cómo la escasa calidad de la mayoría de los escenarios me sacaban del embrujo de los acabados de los personajes principales. Aquí no pasa: el mundo de The Last of Us Parte II es una gozada, a pesar de esos momentos en los que la sensación de pasillerismo se hace demasiado palpable. Pero en conjunto, es una maravilla.

Una sinfonía en movimiento

Ver cómo se mueven – y cómo se controlan – los caballos, quedarte embelesado disfrutando de los escenarios, que no aparecen de golpe sino que están ahí, los grandiosos efectos de luz – especialmente en HDR, la Vegetación, así, en mayúsculas, con los rayos de sol saliendo entre los árboles, las hojas meciéndose con la brisa… Con juegos así uno puede aceptar mucho más facilmente que el cambio generacional sea inminente, porque se pregunta cómo se podría superar este paquete.

Soy muy fan de otra de las grandes creaciones de Naughty Dog, Uncharted 4 y da la sensación que en The Last of Us Parte II han cogido prestado mucho de la puesta de escena de la cuarta parte de la serie de Nathan Drake para darle un empaque tan cinematográfico como granular en cuanto a las relaciones de sus personajes. Cada gesto, cada mirada, cada pensamiento aporta profundidad a la historia.

Tan real que duele

Todo está extremadamente cuidado, incluyendo, atención, el que es uno de los mejores gores el mejor gore que he visto en ningún juego. Desmembramientos, mutilaciones, reventar cabezas… Tanto para los infectados, con sangre a tutiplén, como para los disparos a la cabeza a los humanos, el gore es un jodido espectáculo, especialmente si utilizas una recortada. Prueba a apuntar con la recortada a la parte superior del torso y me cuentas qué te parece. O a las piernas. Realmente sobrecogedor.

En una ocasión disparé a la cabeza a un enemigo que estaba cerca de un coche, con un revolver. El coche se salpicó de sangre, y un trozo de carne de su cabeza se quedó pegado en la carrocería. Además, el enemigo tenía un boquete sangriento en la mitad de la cara. Impresionante, de verdad. Un trabajo visual apabullante para recrear la dureza de los tiroteos, casi siempre edulcorada en los videojuegos.

Una delicia también para los oídos

El trabajo sonoro no anda a la zaga en cuanto a los visuales. El sonido impresionante que te envuelve. Lo he jugado con los cascos Turtle Beach 700 y la experiencia ha sido sobrecogedora. El viento que te rodea, el lejano quejido de los enemigos, los pasos de los personajes, la hierba al mecerse por el viento, los truenos sonando en la lejanía, los cristales quebrar bajo tus pies, escuchar cómo el enemigo se ahoga tras acuchillarlo con un machete, esos silbidos que te pondrán los pelos de punta… Un universo sonoro que no te abandona y que te hace creer en todo momento que estás en medio de un mundo vivo.

Sobre la música, apaga y vámonos, directamente. Gustavo Santaolalla vuelve con su inconfundible guitarra, creando una atmósfera única que te sumerge en un mundo que, estos días, está más cerca que nunca. La puntilla son las secuencias de Ellie en las que canta y toca. Sencillamente brutal, la piel de gallina, humanizando a Ellie aún más y acercándonos a sus temores y deseos.

Un universo femenino

The Last of Us Parte II hace muchas cosas bien, y quizá una de ellas pase desapercibida por los grandísimos acabados generales. Naughty Dog ha creado un juego en el que los personajes principales son femeninos, a diferencia del status quo que las grandes producciones han normalizado. Y más que chirriar algo de esto – por el status quo de historias machistas – sabe infinitamente más creíble, pero sobre todo es mucho más duro.

Estos personajes femeninos están magníficamente escritos, tanto que a Naughty Dog no le cuesta algo que parecía imposible a bote pronto y que, para mi, es el gran logro de The Last of Us Parte II: que empatices con muchas de ellas, incluso aunque estén en bandos contrarios a Ellie. Y es que suena fácil, pero Naughty Dog hace un doble salto mortal: consigue que te enamores de algunos personajes después de que el juego te haya empujado a odiarlos, y en otros casos al revés. Es algo que nunca antes había experimentado en los videojuegos. Y es increíble lo potente que resulta.

Me gustaría resaltar también la presencia de personajes niña, un recurso muy poco utilizado en videojuegos, y es algo que consigue crear una atmósfera muy especial, humanizando a las facciones en general y a los personajes adultos. Además, les otorga a todas una aureola de vulnerabilidad, que te recuerda que, en cualquier momento, todo puede volar por los aires.

Los temas que se tocan, muchos de ellos, se sienten como una sucesión de puñetazos en la boca del estómago, como una infinidad de principios del primer The Last of Us, que se repiten en sucesión, sin sentir ninguna compasión por el jugador. Hasta el final, hasta el último segundo, el juego te deja sin aliento. No se guarda nada en la recámara y le lanza a la cara una incesante sucesión de escenas impactantes, cada una más que la anterior, hasta que todo culmina con un final que a mi me ha dejado con lágrimas en los ojos, temblando y sin casi poder respirar.

Un trabajazo en cuanto a accesibilidad

Hay que aplaudir a Naughty Dog por muchas cosas en lo que respecta a este The Last of Us Parte II, pero una de las principales es el trabajazo que se ha hecho a la hora de convertirlo en el que es, según las propias declaraciones de la compañía, «El juego más accesible que ha existido». Se han creado 60 ajustes en total para que personas con discapacidades motoras, visuales o sonoras puedan disfrutar del juego. Kudos, Naughty Dog.

Conclusión

Me repito, pero hay que resumir y condensar las sensaciones en estas últimas líneas, para evitar que haya malentendidos de ningún tipo: The Last of Us es la experiencia narrativa definitiva. Horas después de superarlo sigo temblando evocando algunos de los momentos experimentados con el videojuego de Naughty Dog, rememorando situaciones que me han puesto los pelos de punta, cocinadas a fuego lento en un argumento maravillosamente escrito que hace que consigue que ames a los personajes y sufras y llores con ellos.

Un viaje increíble a la naturaleza del ser humano, con una puesta en escena maravillosa, resultando en una superproducción absoluta. Si la primera entrega te emocionó, esta segunda parte te va a reventar la cabeza. Naughty Dog ha creado el juego de esta generación. Otra vez. [100]

  1. Gran texto tio, y te digo que la forma en la que lo has enfocado es en mi opinión la ideal. Cero spoilers, solo sensaciones y emociones. BRAVO. Solo nos queda jugarlo a los demás y las ganas y espectativas son ridiculamente enormes.

      • Kristian, por curiosidad, q dia Te entregaron el juego? Lo disfrutas igual teniendo q hacer un maratón? A mi a veces estos juegos me mola alargarlos para q no se acaben. Grande el análisis.

        • Buenas Luis! Sí tio, fue una maratón, unas 4-5 horas al día, acostándome a las 3 am para poder encajarlo en un día con trabajo, peques y dividirme el tiempo de peques con mi mujer para que ella pudiera trabajar.

          Vamos, que empezaba a las 10 y acababa 2-3 am. Es una PUTADA pero me sirvió para darme cuenta que en ningún momento deseaba que el juego acabara más que para poder cumplir con el NDA. Con otros juegos me ha pasado que quería ver ya el final, pero este juego te mantiene todo el rato en el borde del abismo, no hay relleno (IMO).

          Si puedes juégalo relajado. Si puedes, porque desconectar es complicado porque es un no parar.

          Por cierto, GRACIAS por leerlo y por tus comentarios.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

trece − 2 =