Un secuestro a cambio de 50 millones de yenes, es la premisa esta visual novel que, después de salir en Wii en 2008 (y de sacar la máxima nota en Famitsu) por fin nos llegaría a occidente en inglés después de toda una década. Vamos a Hablar, como no puede ser de otra manera, de 428: Shibuya Scramble, para PS4.
En mis manos de casualidad
Un título en el que nos esperan decenas de horas de un thriller policial al que cada hora “videojueguil” que pasa, se va enredando cada vez más. Todo ello con el distrito de Shibuya de trasfondo, jugando un papel protagonista de la historia. Y es que siempre es buena excusa poder adentrarnos en otro título de corte japonés.
No jugué a Machi, el juego de culto para Saturn de Chunsoft, ni a Otogirisō de Super Famicom. Aunque esos títulos de la compañía los tenía en el radar (ya que el último era uno de los títulos que más se deseaban en Super Famicom Mini y se mencionaba en Hi Score Girl), jugar a una visual novel en completo japonés no iba conmigo. Por eso, cuando vi hace no mucho la puntuación de Famitsu hacia 428: Shibuya Scramble no me pilló a contrapié: era un juego importante de un género ídem para el público nipón. Y por fin había sido localizado, aunque fuese en inglés.
Pero vayamos al grano ¿qué es 428 Shibuya Scramble y qué nos ofrece?
Pues es juego trata sobre varias historias cruzadas con muchos nexos narrativos en común. Básicamente es contemplar la trama central desde la perspectiva de cinco personajes (en principio) cuyas vidas están relacionadas en el distrito del famoso cruce. Estos son: un joven agente de Policía que tiene que lidiar con la entrega del rescate (a la vez que tiene que tratar con ciertos problemas prematrimoniales), un antiguo pandillero reformado que pasaba por allí, la hermana de la raptada que espera a sus secuestradores con el maletín de 50 millones de yenes, un científico que es el padre de estas, una misteriosa chica atrapada en un disfraz y un periodista metomentodo. A priori no hay apenas nada en común entre esas personas, pero…no digo más.
Lo cierto es que no me esperaba que fuese tan largo (unas 40 horas), ni que me tuviese enganchado tanto tiempo a pesar de tener ciertas taras. Una de ellas es que la historia no reinventa nada a día de hoy. Y el guión aprovecha ciertas situaciones relacionadas con algunos personajes parecidos, lo que hará que sea una perfecta excusa para que surjan ciertos equívocos y enredos varios. En fin, la historia es entretenida y cumple de sobras.
Elige tu propia aventura
Lo que sí que me ha parecido interesante es cómo se cuenta la historia. Básicamente 428: Shibuya Scramble se basa en seleccionar la escena correspondiente de los numerosos personajes a los que podemos elegir (algo poco común en los juegos del género) para decidir la decisiones que se les pone por delante. Lo normal es que, hasta que no veamos los numerosos bad endings (un claro guiño hacia Machi) no podremos avanzar en una trama que está dividida en 10 horas a modo de capítulos.
Digamos que dichos finales malos son sólo un pequeño obstáculo para acertar el verdadero hilo conductor, por lo que deberemos retroceder muchas veces en nuestros actos mediante una barra de tiempo, para probar con otras decisiones o abordar la historia de otro personaje. Esto hace que tengamos que cavilar para encajar las piezas de la trama y así poder seguir jugando. Lo curioso del tema es que hay hilos destinados a acabar mal y que duran lo suyo. Decir que varias decisiones que ayudan a desbloquear las susodichas pueden ser un tanto ilógicas, por lo menos de primeras.
Más allá del juego
Aunque la historia acabe, hay algunas tramas de varios personajes que no se llegan a cerrar del todo. Esto me ha parecido algo bastante llamativo debido a la cantidad de contenido de la trama. Al año de sacar la versión original de Wii, eso se intentaría subsanar con la producción de un anime (con no muy buena pinta, todo hay que decirlo) que ahonda en la historia de varios de esos personajes.
Bien es cierto que hay un par de subhistorias al acabar el juego a modo de extra, que nos aclara algunas cosas. Una de ellas es un aperitivo a ese anime, casi fuera de contexto y olvidable, mientras que la otra nos alegrará el día. Por otra parte, en la trama principal podemos encontrarnos con escenas secretas de lo más variopinto, aunque muchos veces va a tocar tirar de guía para desbloquearlas.
Manga en imagen real, o casi
El apartado gráfico es bastante llamativo, pero tengo que decir que ciertas situaciones que no me quedan del todo bien al querer imitar al «manganime». Muchas veces pensaba en que igual hubiera quedado mejor si se hubiese optado por ilustraciones en vez de fotografías de imagen real (y algo más de secuencias de video no hubiese estado de más). Por ejemplo, hay momentos de humor que se ha decidido mostrar situaciones demasiado sobreactuadas, imitando a cualquier manga. También hay personajes secundarios bastante inverosímiles en la realidad, que en una estética shonen hubiese encajado mejor.
Siguiendo con este tema, hay sujetos muy buenos e interesantes, pero otros que no aportan gran cosa, o por lo menos no se llega a conseguir empatía con ellos. Realmente sólo he empatizado con uno de los más presentes, posiblemente porque su situación es la mas terrenal dentro de la enrevesada historia que nos propone 428: Shibuya Scramble. Pero bueno, que la utilización de actores (algunos con cierta fama en el audiovisual japonés) es otra herencia de Machi, que puede gustar mucho o dar un poco igual. La banda sonora, a pesar de ser de Hideki Sakamoto (compositor de varias entregas de Yakuza, entre otros), me ha parecido simplemente correcta. Acompaña en los momentos en los que no pasa nada y cumple en los de mayor tensión, aunque prefiero su trabajo en Echochrome.
Propaganda in-game, sí, pero con gusto
No soy muy fan del product placement, y menos cuando no aportan nada a la historia (hola Death Stranding), pero me ha agradado y llamado la atención es que no podamos hablar de lo mismo en 428: Shibuya Scramble. Una canción de Aya Kamiki (una cantante japonesa real con éxito relativo en la época en la que en aquel país les dio por la moda de las imitadoras de Avril Lavigne) es uno de los hilos conductores de la historia. Sega, como publisher original, se ve reflejado al poder visitar su impresionante GIGO de Shibuya, así como unos cuantos ejemplos más. Digamos que la publicidad está bien llevada y nos hace sentir que realmente, en ese sentido, estamos ante una historia en un mundo real.
Es complicado recomendar a un público general una visual novel, y menos si llega en inglés (como casi todos). Esta claro que al aficionado a este género o a cualquier título de corte japonés les puede parecer atractiva la propuesta de 428: Shibuya Scramble, cosa que acertarán si se hacen con él. Si la historia está entretenida, cuenta con muchas alternativas argumentales y hay personajes carismáticos, el juego ya cumple de sobras. Sin embargo se le nota que salió en 2008, justo un año antes del siguiente juego del director de 428 (el genial 9 Hours 9 Persons 9 Doors ), título del que guardo gran recuerdo y lo recuerdo superior a este. Aún así 428: Shibuya Scramble es un incunable de un género que en occidente, por suerte, está ganando muchos adeptos. [80]