Análisis de Mario vs Donkey Kong: Megalio en Miniland para DS

Análisis Mario vs Donkey Kong: Megalío en Minilandia

Nintendo ha querido modernizar un clásico del mundo de los videojuego con la que podría denominarse 2ª parte de Mario vs Donkey Kong, ya que repite historia, pero moderniza el planteamiento sin llegar a lograr algo digno de mención.

La historia comienza cuando Mario y Pauline están inaugurando Minilandia, un parque de atracciones temático de Mario con regalos de mini Paulines para los 100 primeros clientes. Donkey Kong, al enterarse de la oferta, corre raudo y veloz pero llega el 101, con lo que se queda sin muñeca. Cabreado, decide tener su propia muñeca a escala real y rapta a Pauline.
Mario, una vez más, deberá rescatarla, pero esta vez contara con la ayuda de los mini Marios, unos robots de aspecto de Mario que deberemos ir guiando para que lleguen a la salida de cada fase y usarlos contra Donkey en las fases finales.

En cada escenario nos encontraremos un mapeado con remaches en los salientes y plataformas conectadas a estos remaches.
Si apretamos los remaches las plataformas desaparecen y se nos quedan en reserva para poder ponerlos en otro remache deslizando el stilus. De esta forma, deberemos re-usar plataformas y demás objetos que est´n por la pantalla para que los mini Marios lleguen sanos y salvos a la puerta que los conducirá al siguiente nivel.

Durante todo este proceso habrá un tiempo limitado para llevar a nuestros mini Marios a la puerta de salida, pero en cuanto el primero de los pequeñines llegue, se activará un reloj, durante un corto periodo de tiempo para que el siguiente de los robots llegue a dicha puerta. De no hacerlo la partida se acaba y deberemos empezar de nuevo la pantalla.

Con un total de 8 fases y 10 pantallas por fase, sin contar la fase extra que podremos acceder según monedas obtenidas, asegura bastantes horas de juego. Cada 3 fases aparecerá una fase distinta que normalmente son de 2 tipos: Multipuerta y puertas con candados.

Las fases Multipuerta se basan en guiar varios mini robots de personajes y colores distintos a la vez para que cada uno llegue a la puerta de su color.
Las fases de puerta con candado son igual que una fase normal, con la particularidad que uno de los mini Marios deberá llevar la llave a la puerta primero para que el resto pueda salir.

Durante todas las fases podremos recoger cartas con letras que forman la palabra: MINILAND y monedas especiales que todas ellas nos darán acceso a las fases bonus y a nuevas opciones en la modalidad de creación de escenarios.
En el modo de Creación de escenarios podremos crear el escenario que queramos o temáticos para después compartirlo vía wifi.

Gráficamente es muy vistoso y colorido, pero no aporta nada nuevo, todo entorno 2D. En cuanto a música, es la típica que no molesta pero que tampoco te fijas en escucharla. La jugabilidad es buena, ya que no hay tirones ni nada que moleste mientras juegas, pero se basa en repeticiones para llegar al mismo punto.

Como positivo podríamos destacar la reversión del clásico adaptándola un poco a los tiempos modernos, sus deliciosos soniditos y el modo editor al poder hacer locuras de mapeado. Como negativo tendríamos la increíble facilidad que tiene, lo poco que hace pensar y que se encuentre limitado en ciertos aspectos.

La verdad es que, como juego casual, pasadas las 2 primeras fases solo aporta un mínimo de dificultad tan bajo, que ni se nota. Para los pequeños de la casa puede ser un buen ejercicio mental, pero existen otras alternativas que ofrecen mejor resultados y con mejores historias.
Una segunda parte actual, que de no existir no la echaría de menos.[5]

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